Las 10 pesadillas de Madrid
Los madrile?os, sin duda, est¨¢n preocupados por el terrorismo, el paro, la falta de viviendas y la carest¨ªa de la vida. Pero ¨¦stos son problemas de soluci¨®n compleja. Otras desgracias, en cambio, se notan tan cercanas y sencillas que se sufren con la sensaci¨®n de que un mero plumazo puede arreglarlas. Se trata de las pesadillas que provoca la dif¨ªcil convivencia en el asfalto. Aqu¨ª se relatan los 10 principales dolores de cabeza de los madrile?os, extra¨ªdos de los cerca de 3.000 mensajes que ha grabado desde octubre el contestador autom¨¢tico de El Pa¨ªs Madrid (337 92 64). Y, junto a estas penas, las soluciones que proponen expertos o responsables. Y c¨®mo protestar y defenderse.
?Cu¨¢ntas cacas dice?
PROBLEMA. Madrid es una ciudad con tres millones largos de hombres y unos 140.000 perros. Los primeros se suelen esconder para defecar; los segundos alfombran la calle de excrementos. Los lectores as¨ª lo reflejan: "He contado 74 cacas de perro desde el metro de Cuatro Caminos hasta la calle de Hernani ?Es que nadie va a hacer nada?" (24 de febrero de 1994). Las cacas de perro han sido el tema estrella en seis meses de funcionamiento del contestador.No es que nadie haga nada: el Ayuntamiento organiz¨® unos cursillos de educaci¨®n despu¨¦s de que el alcalde enviase 80.000 cartas a los due?os de los canes censados pidi¨¦ndoles en verso que sus perros, no dejasen "el recado" en las aceras. Han pasado por los cursos de los 21 distritos 6.500 personas. A eso hay que a?adir las m¨¢quinas que expenden bolsas guante (300 en 10 distritos centrales) y los lotes de 20 bolsas que se pueden recoger gratuitamente en todas las juntas.
Pese a todo, Madrid se gan¨® el t¨ªtulo de ciudad europea m¨¢s sucia por culpa de las caninas, es decir, las cacas de perro. Y qui¨¦n sabe, a juzgar por la molestia que se tom¨® un lector llamado Francisco, si no obtendr¨ªa la capital de Espa?a el t¨ªtulo mundial: "Un amigo m¨ªo y yo contamos las cacas de perro en seis avenidas de Manhattan. As¨®mbrense: contamos 26, mientras que en un tramo de la Castellana, todo Mart¨ªnez Campos y Eloy Gonzalo hasta Quevedo ... 164" (3 marzo 1994).
COMO PROTESTAR. El presidente de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid, Manuel Mu?oz Peces-Barba, reprende a los due?os de los perros y al Ministerio de Educaci¨®n: "A un can se le habla, como a los ni?os, y entiende bien. Desde que es un cachorro y hasta los siete meses es capaz de educarse para defecar en un lugar apropiado; esto es, el alcorque de un ¨¢rbol, o la tierra, un lugar al que va espont¨¢neamente. La educaci¨®n de los ciudadanos empieza en el colegio; y como eso falla, hay que tomar medidas administrativas, es decir, los cursillos y las multas".
Cuando el sufridor del perro del vecino quiere denunciar los abusos, poco puede hacer, seg¨²n Fernando Mart¨ªnez, asesor municipal para Medio Ambiente. "Si se llama a la polic¨ªa para denunciar que alguien no ha recogido la deyecci¨®n de su perro, a ver c¨®mo se demuestra que el responsable de las caninas es el acusado", observa Mart¨ªnez. Es decir, que hay que pillar a perro y amo en flagrante delito para poder multar (al segundo, claro). Aun as¨ª, la Patrulla Verde de la Polic¨ªa Municipal (que obliga al due?o del perro a recoger la caca) puso en s¨®lo una semana 25 sanciones (de hasta 15.000 pesetas) cuando, en marzo, empez¨® a actuar. Se les puede encontrar en el 092.
Su coche tiene foto
PROBLEMA. El centenar de gr¨²as que circula a diario por las calles de Madrid es el coco para los conductores indisciplinados -se llevan casi 500 coches al d¨ªa- y la causa de las caras largu¨ªsimas que se observan en la ventanilla donde hay que pagar las 18.530 pesetas de rigor si se quiere recuperar el coche, tenga raz¨®n el Ayuntamiento o el automovilista porque, desde el 1 de enero de 1993, prima el principio de pagar antes de entregar. La cuenta engorda cuando el automovilista ha dejado pasar un d¨ªa para recoger su coche (1.280 pesetas) o las horas (165 pesetas a partir de la quinta hora de estancia en el dep¨®sito).Jos¨¦ Manuel Morales, director de la Polic¨ªa Municipal, dice que la gr¨²a es selectiva: "Actuamos sobre los coches que est¨¢n en paso de cebra, cegando una salida de emergencia o un carril para autob¨²s". Si el tr¨¢fico no se agrava por el coche, puede que no se retire. En 1993, la gr¨²a se llev¨® menos coches que el a?o anterior: 170.820 frente a 172.801.
Si su coche ha desaparecido, en el tel¨¦fono 345 00 50 le sacar¨¢n de dudas.
C?MO PROTESTAR. El primer consejo es aparcar bien. Pero si el afectado por el gancho se considera agraviado, puede, -eso si, despu¨¦s de pagar religiosamente- interponer un recurso ante la Polic¨ªa Municipal (Ronda de las Provincias s/n), explica el jefe de la Polic¨ªa, Jos¨¦ Manuel Morales. Y no crea el lector que puede reclamar sin causa. Los agentes que acompa?an a la gr¨²a fotograf¨ªan el coche antes de auparlo, para que se observe la infracci¨®n. El tener que pagar antes de retirar el coche ha sido objeto de una reclamaci¨®n ante el Defensor del Pueblo por el Comisariado Europeo del Autom¨®vil.
En el caso de los coches que la gr¨²a traslada por alg¨²n acontecimiento en la calle (2.389 en 1993), no hay que pagar por el servicio. La gr¨²a se vuelve buena igualmente cuando recupera el coche robado. Entonces tampoco se cobra.
Muchos afectados se quejan de que su veh¨ªculo estaba mal aparcado pero no molestaba, y sin embargo el arrastre respet¨® otro coche que perturbaba m¨¢s el tr¨¢fico y que se qued¨® en su sitio porque resultaba m¨¢s complicado subirlo al remolque. La polic¨ªa lo niega.
Ensucie menos, lave m¨¢s
PROBLEMA. Las quejas por la suciedad de las calles de Madrid ocupan el segundo lugar en la lista de las pesadillas m¨¢s populares. Incluso los turistas son sensibles. "Madrid es la ciudad m¨¢s bonita, pero tambi¨¦n la m¨¢s sucia que he conocido", le contaba Marina al contestador (3 de marzo de 1994).La noticia de que la capital de Espa?a hab¨ªa sido inmortalizada con el t¨ªtulo europeo de la suciedad por un estudio brit¨¢nico, desat¨® un aluvi¨®n de llamadas al contestador. Adem¨¢s, provoc¨® un par de experimentos: en uno de ellos, cuatro periodistas recorrieron un s¨¢bado de febrero el kil¨®metro cuadrado en tomo a las Cortes que los brit¨¢nicos hab¨ªan pateado el noviembre anterior. Si la responsable municipal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, culpaba del pobre resultado de los ingleses a una huelga, este peri¨®dico hall¨® suciedad a espuertas sin ning¨²n acontecimiento extraordinario: nueve puntos negros y al menos 20 manzanas especialmente sucias.
El segundo experimento consisti¨® en recriminar a los ciudadanos que ensuciaban: echaban la culpa a otros. As¨ª, el hombre que tir¨® una bolsa de pipas culp¨® a los perros de la inmundicia. Del mismo modo, el PSOE dirige sus iras al equipo del PP, y ¨¦ste asegura que los madrile?os son ¨²nicos en ensuciar lo que limpian 5.000 barrenderos.
COMO PROTESTAR. Un lector llamado Enrique propuso una soluci¨®n al contestador: que los responsables de limpieza del Ayuntamiento "cojan los cepillos y se pongan a barrer ?que es lo suyo!, cuando todo est¨¦ impoluto iremos a Londres a protestar, por calumniadores" (31 de marzo).
Pero el remedio m¨¢s l¨®gico consta de dos partes: ens¨²ciese menos y l¨ªmpiese mas. Esa combinaci¨®n falla en Madrid. Fernando Mart¨ªnez, el asesor de Medio Ambiente de la concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, y de su compa?ero de equipo Luis Molina, edil de Limpieza, contesta invitando a marcar el n¨²mero gratuito 900 10 20 00 de Medio Ambiente (funciona por las ma?anas pero tiene un contestador el resto del d¨ªa) para denunciar todo lo imaginable: coches abandonados, puntos negros de suciedad, vertidos incontrolados.
"Lo que m¨¢s denuncian los vecinos", reconoce Mart¨ªnez, "es la suciedad en la propia calle". El pasado mes de marzo, 9.185 madrile?os marcaron ese n¨²mero. M¨¢s de la mitad (5.371) solicitaron informaci¨®n. La denuncia m¨¢s frecuente (17%) fueron problemas con los cubos de basura o destrozos en el mobiliario urbano.
Otro dato ¨²til: la Patrulla Verde de la Polic¨ªa Municipal de Madrid (con 100 agentes en n¨®mina) ha pasado a depender del ¨¢rea de Medio Ambiente, con sede propia y campa?as estacionales. Para requerir su presencia s¨®lo hay que llamar al 092.
Ladrones de sue?os
PROBLEMA. "?Por qu¨¦ la seguridad privada tiene que estar por encima de un bien p¨²blico tan sencillo como es el dormir?", preguntaba Juan Antonio al contestador este mismo mes; "son las once y media de la noche, intento dormir pero est¨¢ sonando la alarma de un coche". La noche madrile?a sufre de la enfermedad de las sirenas desatadas, los garitos que se saltan el l¨ªmite de decibelios -en el barrio de las Letras, por ejemplo- y alguna que otra fiesta atronadora con las ventanas abiertas al patio del vecino hasta bien entrada la madrugada.La Organizaci¨®n Mundial de la Salud cifra en 65 decibelios el l¨ªmite sonoro admisible. Para entenderse, un tel¨¦fono emite timbrazos de 70 decibelios y el frenazo de un autob¨²s organiza un estr¨¦pito de 100 decibelios.
Pues bien, m¨¢s de dos tercios de la superficie de la almendra central de la ciudad supera este l¨ªmite entre las 10.00 y las 18.00 horas, nada menos que 10 horas al d¨ªa. Los distritos de Salamanca, Chamber¨ª y Centro son los m¨¢s ruidosos. El tr¨¢fico, seg¨²n los expertos, fabrica el 80% del sonido ambiental. Pero los 105 decibelios de una alarma pueden rasgar el rumor de la noche -los 130 indican el umbral en que el sonido produce dolor- y amargar el sue?o a un pu?ado de vecinos hasta que alguien la desconecte.
COMO PROTESTAR. Quienes tienen el sue?o ligero est¨¢n de enhorabuena. Hasta ahora, nada pod¨ªa hacer el Ayuntamiento para castigar a los due?os de las alarmas que se disparan a cualquier hora de la noche, seg¨²n reconoce el jefe de Contaminaci¨®n Atmosf¨¦rica del municipio, Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez Castro. Cuando la ordenanza aprobada el pasado viernes entre en vigor, ambos dispositivos habr¨¢n amortiguado su vocer¨ªo. Las alarmas no sonar¨¢n m¨¢s de 60 segundos seguidos ni por encima de 85 decibelios (medidos a tres metros). Solo se podr¨¢ repetir este ciclo cinco veces. El volumen de las sirenas de las ambulancias tambi¨¦n queda limitado.
A esta norma se han sumado unos a?adidos en las ordenanzas que permiten cerrar el bar ruidoso durante medio a?o como m¨¢ximo. Fern¨¢ndez Castro invita a denunciar los abusos a su departamento (Barcel¨®, 6, 28004 Madrid). Si no se obtiene satisfacci¨®n en un asunto municipal, como el se?alado, adem¨¢s del departamento correspondiente, est¨¢ la oficina de Protecci¨®n al Vecino, que agiliza los asuntos (Plaza de la Villa, 5, planta baja 588 26 81 / 26 79) y que es aplicable a todas las pesadillas aqu¨ª reflejadas. El a?o pasado resolvi¨® 167 expedientes de un total de 176 presentados.
Hay otras soluciones: la instalaci¨®n de pantallas ac¨²sticas -hay pocas- en las v¨ªas r¨¢pidas, limitar el tr¨¢fico en el casco antiguo, aplicar asfalto poroso, renovaci¨®n de los coches y ampliaci¨®n de las zonas ambientalmente protegidas.
Uno contra dos millones
PROBLEMA. "Madrid es una ciudad para los coches", le contaba una vecina de Clara del Rey al contestador, "yo todav¨ªa puedo cruzar las calles corriendo porque tengo 37 a?os, pero cuando tenga 70, si llego, no s¨¦ c¨®mo voy a poder cruzar" (7 abril 1994).Los coches ahogan Madrid poco a poco; los ¨²ltimos datos se?alan que en la ciudad hay un mill¨®n menos de coches que de habitantes. Es decir, dos millones de turismos conviven con el peat¨®n y a cada calle tocan 30.000 coches. Aunque el tr¨¢fico disminuy¨® un 1% en el centro, en el resto de la ciudad se increment¨® un 10% seg¨²n el ¨²ltimo mapa de densidades circulatorias elaborado por el Ayuntamiento, correspondiente a 1992. El peso del tr¨¢fico lo soportan m¨¢s los cinturones.
El PP no ha lidiado bien con el tr¨¢fico, a juzgar por algunos datos. La Polic¨ªa Municipal mult¨® menos en 1993 y ello debido a la desmoralizaci¨®n de los agentes: s¨®lo se pagan seis de cada 1.000 multas; la ORA registr¨® ese a?o los peores resultados de su historia, con los vecinos pasando de ella y los controladores, controlando menos de la mitad de las calles que ten¨ªan que vigilar. Y los pasos subterr¨¢neos, obras mimadas por el equipo de Gobierno, no hicieron sino multiplicar el tr¨¢fico en las calles de su influencia: la Castellana registr¨® en 1992 entre 20.000 y 30.000 m¨¢s coches que en el mapa circulatorio de 1988 cuando no exist¨ªa el paso subterr¨¢neo de la Plaza de Castilla.
COMO PROTESTAR. El Ayuntamiento no se plantea restringir al tr¨¢fico el centro de la ciudad y parece que no es capaz de poner coto a los conductores indisciplinados que toman prestado el territorio de los peatones aparcando en cualquier lugar. Este peri¨®dico constat¨® hace diez d¨ªas la existencia de casi 1.000 coches mal aparcados en tan s¨®lo dos kil¨®metros cuadrados de superficie del centro. El propio director de la Polic¨ªa Municipal, Jos¨¦ Manuel Morales, aconseja el uso del transporte p¨²blico y la b¨²squeda de v¨ªas alternativas. Sus agentes tienen la consigna de entregar la multa al infractor o dejarle el papelito en el coche.
Lo que puede hacer el peat¨®n avasallado por el tr¨¢fico rodado es denunciar ¨¦l mismo las infracciones que observe: el coche que ciega una salida de emergencia o una esquina sin dejar paso a los peatones. "Lo puede denunciar a un agente de la Polic¨ªa Municipal, identific¨¢ndose y dando el n¨²mero de matr¨ªcula del veh¨ªculo que presuntamente infringe las normas", explica Morales. "Incluso lo puede hacer por correo, enviando una fotocopia de su carn¨¦ de identidad a la Polic¨ªa Municipal, Ronda de las Provincias s/n." El juez Ram¨®n Sa¨¦z recomienda denunciar al conductor que haya causado da?os a un peat¨®n. "Si el peat¨®n ha necesitado tratamiento m¨¦dico, al conductor le puede caer una multa, la privaci¨®n de conducir o el arresto".
La obsesi¨®n verde
PROBLEMA. Los madrile?os empiezan a desarrollar la pasi¨®n recicladora y la preocupaci¨®n por los ¨¢rboles y los parques de la ciudad. El contestador est¨¢ plagado de mensajes que denuncian que un contenedor de papel est¨¢ lleno, que el Ayuntamiento no poda o levanta los ¨¢rboles para alguna obra o que ya est¨¢ bien de plazas duras, llenas de cemento. Y denuncias muy concretas: "Un cami¨®n cisterna con el cartel de 'agua reciclada' visible estaba llenando el tanque en una boca de riego para luego baldear la calle, a pesar de que hab¨ªa llovido toda la noche". Ocurri¨® a las 15.30 del 10 de enero de 1994, en la calle de Almagro, seg¨²n un lector (13 de enero de 1994). "?Por qu¨¦ este a?o el Ayuntamiento no recoge a domicilio los ¨¢rboles de Navidad? Es una aut¨¦ntica l¨¢stima", se preguntaba Concha. Esta mujer no fue la ¨²nica en llamar por ese asunto.En el Ayuntamiento aseguran que los problemas de vandalismo que exist¨ªan hace a?os al plantarse un arbolito han desaparecido y que, incluso, los vecinos llaman para pedir ¨¢rboles para su calle.
Los madrile?os han multiplicado por cinco el vidrio que se recoge para utilizar de nuevo. Cada vecino de la capital ha depositado tres kilos el pasado a?o en alguno de los 1.800 contenedores de botellas y tarros que hay en toda la ciudad.
Y da la ?mpresi¨®n de que piden m¨¢s.
COMO PROTESTAR. Llamando al tel¨¦fono 900 10 20 00 cuando se observen infracciones contra el Medio Ambiente o para informarse de d¨®nde se pueden entregar los cartones o el papel y las pilas usadas o el vidrio. Hay contenedores para vidrio en todo Madrid y 1.200 recipientes para papel y cart¨®n en ocho distritos, aunque en todas las dependencias municipales y juntas de distrito se pueden encontrar.
Adem¨¢s, en Fuencarral y Vallecas Villa hay dos centros de recogida de muchos residuos: adem¨¢s de vidrio, papel, cart¨®n y pilas, se pueden depositar los frigor¨ªficos viejos, los enseres y los tetra-brik.
"Hay que ser pesados e insistir en el Ayuntamiento", dice Jes¨²s Canases, de la Asociaci¨®n Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat), "lo que tiene que hacer es extender el proyecto piloto de separaci¨®n de basuras. Algunos barrios del norte de la ciudad tienen dos cubos distintos. Uno para las sobras de comida (sin envases, claro) y otra para el resto de las cosas".
Jes¨²s, que dice que el mejor reciclaje es no tener que reciclar, es decir, no generar residuos, es partidario de usar el transporte p¨²blico para limitar otros residuos tan importantes como el vidrio. Critica la pol¨ªtica municipal de tratamiento de basuras e invita a concienciarse en la sede de Aedenat (Campomanes, 13, 2?, 28013 Madrid 5411071), cuyas mujeres dan charlas y han elaborado un dec¨¢logo de consejos para el reciclaje.
Las zanjas de Pen¨¦lope
PROBLEMA. Las zanjas son un elemento m¨¢s del paisaje urbano, un martirio para los o¨ªdos cuando el martillo neum¨¢tico las produce y, sobre todo, una enfermedad que regresa cada cierto tiempo a la misma calle, como la gripe. Los lectores se quejan: Josefina pregunt¨® "si no podr¨ªan ponerse de acuerdo los del gas con los del tel¨¦fono y los de la luz para no agujerear un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n la plaza de Plat¨®n" (16 de diciembre de 1993) "El cruce del paseo de las Delicias con Ferrocarril parece la obra de Pen¨¦lope: abrir y cerrar, abrir y cerrar para nunca acabar", aseguraba Mari Carmen (24 de marzo de 1994).La ciudad tiene 2.200 kil¨®metros de calle, mucho asfalto para atravesar por el Ayuntamiento y las compa?¨ªas que llevan el agua, la luz o el tel¨¦fono. El municipio pretende que, cuando una compa?¨ªa tiene que empezar a picar una calle, las dem¨¢s lo hagan al tiempo.
"Pero hay obras que no se prev¨¦n; por ejemplo, una simple aver¨ªa o las que demanda un vecino", explica Juan de las Heras, el responsable municipal de conservaci¨®n de las calles. "Eso ocurre en el centro, cuando un edificio se convierte en apartamentos. Si antes bastaba con cuatro l¨ªneas de tel¨¦fono, luego hay que poner 20".
COMO PROTESTAR. La ciudad seguir¨¢ abri¨¦ndose las tripas peri¨®dicamente, seg¨²n el responsable en el Ayuntamiento de obras en las calles, Juan de las Heras, "sobre todo en el centro, cuyos vecinos fueron los primeros que tuvieron los servicios que ahora han de modernizarse. En Madrid est¨¢n obsoletos en el 70%". De todos modos, De las Heras ofrece unas cuantas instrucciones para que el ciudadano pueda evitar peligros o abusos de las compa?¨ªas: "Las vallas que rodean la obra tienen que ser blancas y en ellas ha de figurar la compa?¨ªa que est¨¢ cavando la zanja y la contrata que efect¨²a los trabajos. Estas vallas tienen que cubrir todo el contorno del agujero. No vale que se ponga una y se le ate una cinta que impida el paso. Hasta que se asfalte de nuevo la calle, han de taparse los agujeros con planchas de metal". Las vallas amarillas suelen ser municipales.
Si el vecino observa que las zanjas son peligrosas, puede dirigirse al departamento municipal de Conservaci¨®n de V¨ªas P¨²blicas: C/ Guatemala, 24 o C/Enrique Jardiel Poncela, 8). El pasado a?o, se recaudaron 10 millones de pesetas en multas a las compa?¨ªas por fallos como ¨¦stos, lo que implica 550 sanciones.
"En caso de que se produzca un accidente o una ca¨ªda de un ciudadano", explica De las Heras, "nosotros ratificamos en un informe las lesiones para la denuncia que ¨¦l interponga".
Goteras en la otra casa
PROBLEMA. "?Que se respeten los derechos de los no fumadores" clam¨® Ana al contestador, quej¨¢ndose en octubre. Una veintena de lectores lamentan que se fume en el metro impunemente, que un autob¨²s determinado funciona mal, que otra l¨ªnea solo tenga tres autocares. Otros se quejan de la inseguridad de los pasillos del subterr¨¢neo o se preguntan qu¨¦ hace la polic¨ªa contra los carteristas que pasan de vag¨®n en vag¨®n vaciando bolsillos. Hasta aportan un curioso porcentaje: "El 90% de los conductores de la Empresa Municipal de Transportes son muy antip¨¢ticos", dec¨ªa Mar¨ªa (21 enero 1994).La mitad de los madrile?os (55%) tarda m¨¢s de media hora en llegar al trabajo. Muchos de ellos usan el transporte p¨²blico y pasan mucho tiempo al d¨ªa movi¨¦ndose. Prueba de ello son los r¨¦cords de uso del transporte p¨²blico: 1.210 millones de viajes en 1993, una marca que no se hab¨ªa superado desde 1974. La mayor¨ªa de los desplazamientos (42%) se produjeron en metro; y un tercio (35%), en autob¨²s, seg¨²n el Consorcio de Transportes.
C?MO PROTESTAR. Quiz¨¢ no sepa el lector que el metro posee hojas de reclamaciones. El usuario puede pedirlas en cada una de las taquillas blindadas que hay en las estaciones. La queja va al Consorcio de Transportes, cuyo responsable aplicar¨¢ multas, por poner un caso, de hasta 86.000 pesetas por fumar; cosa que hasta ahora no ha ocurrido, ya que los inspectores se han limitado a informar. Fidel Angulo, el gerente del Consorcio, promete sanciones para junio. Los usuarios del metro pueden llamar al 552 59 09 o escribir al Gabinete de Relaciones Externas de Metro (C/ Cavanilles, 58, 28007 Madrid). En 1993 se tramitaron 2.000 quejas (el torniquete que falla, la m¨¢quina de billetes que no devuelve el dinero ... ). Ana Bl¨¢zquez, portavoz de la empresa, recomienda, si hay problemas con los empleados: "El agente lleva una chapa con un n¨²mero, pero si el usuario s¨®lo nos dice la hora y la estaci¨®n, tambi¨¦n sabremos de qui¨¦n se trata".
Los autobuses no tienen libro de reclamaciones, pero las quejas se dirigen a la secretar¨ªa general de la ENIT (C/Alc¨¢ntara, 24, 28006 Madrid). Prometen contestaci¨®n a todas.
Una tortura de muchos
PROBLEMA. Un lector llam¨® dos veces en la primera semana de febrero para quejarse de que los due?os de perros regalaban a los vecinos de pisos inferiores los pelos de sus animales. Tambi¨¦n habl¨® de la porquer¨ªa de los manteles, mantas y alfombras que le entraba por la ventana (10 de febrero de 1994). En Madrid, tres millones de personas viven forzosamente cerca de una decena de familias, inquilinos de su misma casa. La agresi¨®n puede venir en forma de migas, de fiestas nocturnas, de disputas o de agresiones. "Soy un vecino del distrito Centro que tiene que compartir escalera con una pensi¨®n que no respeta las normas de convivencia, ni en higiene del espacio com¨²n, ni en seguridad, ni en ruidos..." (3 de marzo de 1994).Para mayor escarnio, hasta las propias juntas municipales desconocen las nuevas ordenanzas que penan con sanciones de hasta 10.000 pesetas el sacudir la alfombra encima del vecino. 14 de las 21 juntas informan err¨®neamente de esta norma (v¨¦ase El Pa¨ªs Madrid del pasado 19 de abril).
C?MO PROTESTAR. Ram¨®n S¨¢ez, juez de instrucci¨®n 38 de Madrid, tuvo que v¨¦rselas con un caso ins¨®lito. Un hombre practic¨® un agujero en su cuarto de ba?o y tiraba excrementos a su vecino de abajo. "Lo que hice fue avisar a los servicios de Salud Mental". El magistrado es muy esc¨¦ptico con los problemas de convivencia: "Si el vecino agraviado pone una denuncia en comisar¨ªa o en el juzgado de guardia, el asunto llega aqu¨ª como falta, y eso si ha habido da?os -como roturas de cristales o de enseres- o malos tratos f¨ªsicos o ps¨ªquicos, como pueden ser vejaciones de un hombre a un ni?o. Realmente es un problema de servicios sociales, de marginaci¨®n o salud mental. Pero reconozco que es grav¨ªsimo". Las penas, que a veces sirven para algo, son multas de 5.000 a 100.000 pesetas o arrestos domiciliarios.
El Ayuntamiento puede ayudar ahora m¨¢s que antes, con las recientes modificaciones en las ordenanzas de Medio Ambiente. Se pueden conocer y reclamar en el tel¨¦fono 900 10 20 00. Si nada se consigue se puede acudir a la Oficina Municipal de Protecci¨®n al Vecino (Plaza de la Villa, 5, bajo 588 26 81 o 588 26 79).
Conozca sus derechos
PROBLEMA. Una lectora se quej¨® en la primera semana de abril de que un taxista le cobr¨® 600 pesetas de suplemento a partir de El Corte Ingl¨¦s de la Castellana un d¨ªa que jugaba el Real Madrid, sin que ella fuera a asistir al espect¨¢culo. Si el taxista le hubiera cobrado el suplemento correcto -en caso de ir al estadio-, s¨®lo ser¨ªan 125 pesetas m¨¢s, que sumadas a las 150 de suplemento en d¨ªa festivo (en caso de que lo fuese) supondr¨ªan 275 pesetas. Por lo tanto, el conductor del taxi incurri¨® en la falta muy grave de cobrar de m¨¢s sin motivo, lo que le pudo haber costado la suspensi¨®n del permiso de conducir hasta un a?o o la retirada definitiva de la licencia.Este peri¨®dico ha puesto a prueba en dos ocasiones a algunos de los 15.500 taxistas de la capital. Por ejemplo, 22 de los 35 taxis que tomaron cinco periodistas en febrero de 1993 incumplieron las ordenanzas municipales o cobraron de m¨¢s. La experiencia carece de valor cient¨ªfico pero, repetida por otra periodista unos meses m¨¢s tarde, arroj¨® exactamente el mismo saldo de picaresca.
C?MO PROTESTAR. El Ayuntamiento recomienda una ojeada a la ventanilla del taxi, donde, en ingl¨¦s y espa?ol, se expone, bajo las tarifas, la siguiente frase: "Exija recibo oficial en caso de duda y reclame en plaza de la Villa, 4, 28005 Madrid, tel¨¦fono 447 07 / 14 / 15". El cliente debe quedarse con el n¨²mero de licencia (plasmada en una placa adosada al salpicadero), pedir el recibo oficial del Ayuntamiento (con el n¨²mero troquelado) e ir a reclamar: pasar¨¢ a formar parte de los 170 denunciantes mensuales, la mayor¨ªa por pagar de m¨¢s o por dar un rodeo.
Eladio N¨²?ez, el presidente de la Asociaci¨®n Gremial del Taxi, que agrupa a m¨¢s de 11.500 taxistas, a?ade: "Tambi¨¦n puede acudir a Vallehermoso, 1, y que no se olvide el usuario de que el taxi debe llevar una hoja de reclamaciones".
No viene mal conocer las ordenanzas: saber, por ejemplo, que no se pueden sumar los suplementos de festivo y nocturno, que el conductor ha de detener el tax¨ªmetro para mirar el callejero o que el taxista tiene raz¨®n si cobra 125 pesetas por llevar a un perro o 50 por una maleta mayor de 55x35x25 cent¨ªmetros.
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