Las almas negras que dieron cuerpo a la misa

Fue una misa al m¨¢s puro estilo de Nueva Orleans. Los oficiantes, cuatro encantadores de almas. En escena, tres generaciones de maestros del gospel hac¨ªan magia con sus voces frente a una parroquia en que los abuelos observaban, seducidos, la imagen de j¨®venes hippies en trance. El When the Saintes go marching in sustituy¨® por una noche el cl¨¢sico Qu¨¦ aleg¨ªa cuando me dijeron....

Baile, palmas, cantos. Marujas, hippies y j¨®venes ejecutivos unieron sus almas cantando el Alleluyah. El tintineo de las monedas que caen en el cepillo se cambi¨® por chasqueo de dedos. La misa a ritmo de blues rompi¨® los silencios de toda misa. J¨®venes hipnotizados por el ritmo negro convert¨ªan los bancos de la iglesia en improvisado instrumento de percusi¨®n. M¨¢s de un parroquiano de la iglesia hispanoamericana Nuestra Se?ora de la Merced so?¨® ayer con las aglomeraciones que se producir¨ªan un domingo a las doce con un coro como ¨¦ste.El Amen que Sidney Poitier populariz¨® en la pel¨ªcula en que seduc¨ªa -en el mejor sentido de la palabra- a unas monjas, acab¨® siendo coreado por 1.200 almas. Y quer¨ªan m¨¢s misa. Los Golden Gate Quartet ser¨ªan capaces de reconvertir al m¨¢s ateo.

Llevan 60 a?os recorriendo el mundo con el virtuosismo de sus privilegiadas cuerdas vocales. Su m¨²sica no envejece, aunque Clyde Riddick, el tenor, ya tenga 81 a?os. ?l simula estar cansado, mira el reloj pidiendo la hora y despu¨¦s se aleja metro y medio del micr¨®fono y proyecta un chorro de voz de los que dilatan pupilas. Con cara de esc¨¦ptico, de desganado -COMO si con ¨¦l no fuera la cosa- finge estar distra¨ªdo. Ayer le dec¨ªan "Torero". Y es que a¨²n tiene pulmones y el timbre que consigue suena casi adolescente.

A su lado, Clyde Wright es el m¨¢s entusiasta, el que se cuela entre el p¨²blico y le pone el micr¨®fono en la boca. Parodia constantemente al maestro que tiene al lado, se mofa de sus lentos movimientos, con esa c¨®mplice sonrisa blanca en la boca. De la formaci¨®n original, la que naci¨® en 1934, s¨®lo queda Orlando Wilson, el bajo.

De la formaci¨®n original de los Golden Gate, la que naci¨® en el ambiente estudiantil de la Booker T Washington High School all¨¢ por el a?o 1934, s¨®lo queda Orlando Wilson, el bajo. Su particular ceremonia se sustenta en la magia de las voces. ?se es el misterio. Poque algunas de las letras, traducidas al castellano, dif¨ªcilmente producir¨ªan semejantes comuniones espirituales.