Poblaci¨®n

En su editorial del d¨ªa 29 de abril se alinea con el documento de trabajo de la conferencia de la poblaci¨®n de El Cairo, apoyando la necesidad de reducir el crecimiento de la poblaci¨®n mundial. Critica, asimismo, la postura inequ¨ªvoca del Vaticano y augura nefastas consecuencias para la humanidad si se sigue la postura del Papa.Lo que no se dice en el editorial es lo vejatorios para la dignidad de la mujer que resultan esos programas antinatalistas. No se dice que esos programas -con el elevad¨ªsimo coste de que habla el editorial- en buena medida van dirigidos a esterilizar a miles de personas, sin su consentimiento, o a obligarles a abortar, cuando no desean hacerlo; o suponen un chantaje para los Gobiernos de los pa¨ªses subdesarrollados, que no recibir¨¢n ayuda exterior si no impiden por la fuerza que nazcan ni?os. La prepotencia del Norte aplasta al Sur por criterios de poder y dominio econ¨®mico, sin importarle lo m¨¢s m¨ªnimo la dignidad de las personas que viven en esos pa¨ªses.

La gran riqueza que tienen esos pueblos son sus mujeres y sus hombres: si eso se lo quitamos, no es verdad que estemos ayudando a su desarrollo. Esos miles de millones deber¨ªan dedicarse a facilitar su desarrollo cultural y econ¨®mico, a crear sus industrias, a mejorar la asistencia m¨¦dica, etc¨¦tera.-