Librepensamiento

La pretensi¨®n que los obispos cat¨®licos tienen de disponer la formaci¨®n que deben recibir los alumnos que no deseen asistir a las clases de religi¨®n, siendo un deseo coherente con el ¨¢nimo apost¨®lico que siempre gu¨ªa sus acciones, no parece muy acorde con la actitud respetuosa que debe regir la convivencia en una sociedad plural como la nuestra.Entiendo que los alumnos o padres que rehusan la formaci¨®n religiosa est¨¢n en su derecho de hacerlo, y su elecci¨®n debe ser respetada, por lo menos, con el mismo escr¨²pulo que los obispos exigen para su causa.

Postular, adem¨¢s, que la asignatura alternativa a la religi¨®n sea la Historia de las Religiones es signo inequ¨ªvoco de sus deseos pastorales, pero tambi¨¦n refleja descortes¨ªa hacia las personas que no comparten sus puntos de vista. Da la sensaci¨®n de que los obispos no respetan la libre elecci¨®n de aquellos alumnos o padres- que optan por entender la vida de manera distinta a la suya.

Preferir la asistencia a clases de religi¨®n es una opci¨®n voluntaria y libre que, al parecer, enriquece a la persona que lo hace. Arg¨¹ir a la vez que ¨¦sta sufre una discriminaci¨®n gravosa porque aquellos que no comparten su elecci¨®n se quedan sin clases no parece una postura coherente.

Sin embargo, para tranquilizar los ¨¢nimos de los obispos, entiendo que s¨ª debe haber una asignatura alternativa a la religi¨®n que, como ¨¦sta, refuerce la visi¨®n del mundo que desea tener el educando. Raz¨®n por la que sugiero Historia del Librepensa miento, materia que instruir¨¢ al alumno en las ideas de Voltaire, Rousseau, Zola, Bertrand Rus sell y dem¨¢s librepensadores.