Puente a¨¦reo hacia el Olimpo

El mito de que los catalanes son reacios a rascarse el bolsillo queda hecho a?icos cuando el Bar?a est¨¢ por medio. En la es cala de valores del catal¨¢n, el trabajo figura en primer lugar. Pero por el Bar?a vale todo. Desde sacrificar unas vacaciones hasta practicar el absentismo laboral durante 24 horas. Si Atenas estuviera a tiro de piedra, hubiera sido tomada por unos nuevos almog¨¢vares vestidos con los colores azulgrana. Pero est¨¢ a tres horas de avi¨®n y es el medio de locomoci¨®n m¨¢s pr¨¢ctico y r¨¢pido para llegar a la capital griega. Algo m¨¢s de 17.000 aficionados iniciaron ayer un ins¨®lito puente a¨¦reo hacia el Olimpo para arropar a su equipo y compensar con sus c¨¢nticos la superioridad del Milan -30.000 tifosi- en ese aspecto en la final de la Copa de Europa que se disputar¨¢ el mi¨¦rcoles.Entre esos hinchas cul¨¦s est¨¢ Amadeo Escoda, que puede considerarse como uno de los pioneros de las peregrinaciones barcelonistas. Escoda agarr¨® una moto en el a?o 1961 y se plant¨® en Berna para ver c¨®mo el Bar?a perdi¨® la primera final de la Copa de Europa frente al Benfica. "No me he perdido ninguna final, y ¨¦sta de Atenas, menos, despu¨¦s de lo que ha pasado en la Liga". El viaje lo har¨¢ ahora con m¨¢s comodidad, pero tambi¨¦n le resultar¨¢ m¨¢s caro.

Los 79 aviones charters contratados comenzaron ayer a elevarse, de forma escalonada, previo pago de unas 70.000 pesetas por cabeza. Pero, como coment¨® un aficionado en la ma?ana de ayer en el aeropuerto de El Prat, "es mucho dinero lo que cuesta viajar a Atenas, pero prefiero pasarme las vacaciones con un botijo en el balc¨®n que perderme este acontecimiento. Por el Bar?a, todo".

S¨®lo muy pocos han optado por apretarse el cintur¨®n ante la crisis. Ah¨ª est¨¢n esos dos auto cares que partieron el domingo de la localidad de Salt (Gero na), en una larga cuenta atr¨¢s de 52 horas, con escala en la ciudad italiana de R¨ªmini, donde se embarcar¨¢n en un transbordador hasta Atenas.Movilizar a una masa tan ingente es un aut¨¦ntico quebradero de cabeza, pero la burocracia del Bar?a ya est¨¢ acostumbrada. A Londres fueron 25.000, a Sevilla 50.000 y a Basilea, para una final de la Recopa, otros 25.000. Jam¨¢s originaron un problema de orden p¨²blico, hasta el punto de que fueron felicitados. Y aguantaron estoicamente retrasos importantes en los viajes de ida y vuelta. Ahora puede suceder lo mismo. Los despegues de ayer hacia Atenas fueron casi inmediatos. Pero hoy puede ser el caos porque los empleados de aviaci¨®n civil griegos tienen anunciada una huelga hasta el mi¨¦rcoles (inclusive). La hinchada cul¨¦ y los tifosi s¨®lo piden llegar a la hora del comienzo del partido. Y las autoridades griegas parecen dispuestas a no impedirselo.