Serra se negar¨¢ hoy a asumir responsabilidad en el 'caso Rold¨¢n'

El vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra, no asumir¨¢ la responsabilidad del caso Rold¨¢n por corresponder a los ministros la vigilancia directa de los altos cargos. La comparecencia de Serra hoy en el Congreso ha levantado una gran expectaci¨®n, pues se ha convertido en el objetivo a batir, en este momento, por el PP. El vicepresidente del Gobierno ser¨¢ parco en sus respuestas, pero contestar¨¢ agresivamente a los populares, como lo hizo el fin de semana en Barcelona, si es atacado con dureza, seg¨²n fuentes gubernamentales. Hoy decidir¨¢ si contesta a las ocho preguntas que le ha formulado el PP o si delega alguna o algunas al ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch.

El secretario general del Portavoz del Gobierno , Miguel Gil, manifest¨® ayer que Felipe Gonz¨¢lez intentar¨¢ alterar su agenda de hoy para acudir al pleno del Congreso y apoyar con su presencia a su n¨²mero dos. La estrategia a seguir por Serra y los socialistas ante el PP fue debatida en una reuni¨®n, celebrada el pasado jueves en La Moncloa, entre representantes de la direcci¨®n del PSOE -Txiki Benegas y Cipri¨¤ Ciscar-, del grupo parlamentario -Joaqu¨ªn Almunia- y del Gobierno -Juan Manuel Eguiagaray y el propio vicepresidente del Ejecutivo- Los socialistas concluyeron que el objetivo del PP es minar progresivamente el cintur¨®n de protecci¨®n que rodea a Felipe Gonz¨¢lez y ahora le ha llegado el momento al n¨²mero dos del Gobierno.El papel de Serra, desde su nombramiento como vicepresidente del Gobierno, en marzo de 1991, ha ido ganando peso en el Ejecutivo de la mano de Felipe Gonz¨¢lez. La crisis de gobierno de julio de 1993 culmina el c¨¦nit de su poder al unir a sus atribuciones como presidente de la Comisi¨®n de Subsecretarios y de la Comisi¨®n Delegada de Asuntos Auton¨®micos la de la Comisi¨®n Delegada de Asuntos Econ¨®micos, que hasta entonces hab¨ªa desempe?ado Carlos Solchaga.

Su aumento de poder en la sombra ha hecho que su imagen sea impopular. Su ausencia de los foros parlamentarios tambi¨¦n ha contribuido a ello. En diciembre de 1993, despu¨¦s de m¨¢s de dos a?os y medio, se estren¨® con una pregunta sobre las escuchas telef¨®nicas ilegales. Cuando le pregunt¨® el portavoz del PP, Federico Trillo, si se puede ser vicepresidente del Gobierno sin haber comparecido durante tiempo en el Parlamento, contest¨®: "Obviamente, s¨ª, porque as¨ª ha sucedido". Su papel est¨¢ b¨¢sicamente en la cocina del Gobierno. Adem¨¢s de presidir semanalmente la Comisi¨®n de Subsecretarios y las delegadas de Asuntos Econ¨®micos y auton¨®micos, le corresponden la coordinaci¨®n de ministros as¨ª como las tareas que en ¨¦l delega el presidente del Gobierno.

En su tarea coordinadora se ocupa en estos momentos de poner de acuerdo a los ministros de Econom¨ªa y Hacienda, Pedro Solbes, y de Obras P¨²blicas y Transportes, Jos¨¦ Borrell, en materia de telecomunicaciones. En los ¨²ltimos d¨ªas se ha reunido con los ministros de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch; de Econom¨ªa y Hacienda, Pedro Solbes; de Educaci¨®n, Gustavo Su¨¢rez Pertierra; de Presidencia, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, y de Obras P¨²blicas y Transportes, Jos¨¦ Borrell, con el que ha abordado el proyecto de Ley de Arrendamientos Urbanos. Asimismo se ha entrevistado con el nuevo comisario europeo, Marcelino Oreja, del PP.

Como vicepresidente econ¨®mico dedica una parte de su tiempo a recibir a banqueros y empresarios. Otra parte importante de sus actividades se centra en tareas que en ¨¦l delega, discretamente, el presidente del Gobierno para preparar el terreno de futuras negociaciones. Ha sido el caso de conversaciones con los l¨ªderes sindicales en la primavera del a?o pasado o con representantes de la Iglesia para preparar el terreno de la renovaci¨®n de los acuerdos.