Un joven de 14 a?os admite haber matado en Granada a su 'hermanastra' de seis

El Juzgado de Menores de Granada autoriz¨® ayer el internamiento en un centro de Sevilla del joven de 14 a?os que el mi¨¦rcoles por la noche admiti¨® haber dado muerte a Nerea Risquel, de seis, hija de la compa?era sentimental de su padre y con la quien conviv¨ªa en Cenes de la Vega (Granada). Antonio, un joven espigado que lleg¨® aparentemente sereno a la fiscal¨ªa para ser reconocido por los psic¨®logos, se contradijo en su declaraci¨®n ante la Guardia Civil hasta que, tras un largo interrogatorio, agotado, reconoci¨® su culpabilidad.

Nerea Risquel, y no Nuria como en un principio inform¨® el Gobierno Civil de Granada, desapareci¨® hacia las 15.00 del martes cuando buscaba caracoles cerca de la casa familiar en compa?¨ªa de Antonio. ?ste manifest¨® al principio que hab¨ªa perdido de vista a la peque?a y aunque la llam¨® repetidamente no dio con su paradero. El cad¨¢ver apareci¨® el mi¨¦rcoles en una conducci¨®n de agua potable.Tras la detenci¨®n del chaval por la Guardia Civil, su padre y Mar¨ªa Jos¨¦ Risquel se desentendieron de su suerte. S¨®lo su madre, venida ayer de Madrid, y unas t¨ªas esperaron ante la Audiencia de Granada su llegada y conversaron con ¨¦l. Antonio lleg¨® discretamente a la fiscal¨ªa. Su rostro no denotaba nerviosismo. Bes¨® a su madre secamente y fue conducido ante los psic¨®logos de los juzgados que le sometieron a distintas pruebas.

Mientras tanto, en el Instituto Anat¨®mico Forense, se proced¨ªa a la autopsia de Nerea. Seg¨²n la inspecci¨®n ocular, el cuerpo presentaba un golpe en la cabeza pero no hab¨ªa signos evidentes de violencia. La Guardia Civil supuso en principio que la ni?a hab¨ªa podido caer fortuitamente al sif¨®n de la tuber¨ªa. Toda la investigaci¨®n est¨¢ supeditada a la autopsia, cuyos resultados ser¨¢n entregados hoy a juez.

Las circunstancias familiares de Antonio son muy complejas. Los padres se separaron hace tres a?os y aunque la patria potestad de los tres hijos varones del matrimonio le fue concedida a la madre, los dos mayores, de 17 y 14 a?os, decidieron vivir en Cenes con el padre y Mar¨ªa Jos¨¦ Risquel, su compa?era sentimental. La madre de Antonio dijo ayer que ella no pod¨ªa ofrecer a sus hijos una vivienda suficiente en Madrid. "S¨®lo dispongo de dinero para alquilarles una habitaci¨®n, pero no un piso. Comprendo que se fueran a una casa grande. Aqu¨ª no ten¨ªan amigos y se aburr¨ªan", explic¨®.

La casa de Cenes fue para Antonio "un infierno". Su madre biol¨®gica dijo que su infancia fue traum¨¢tica: disputas y golpes acompa?aron su desarrollo. Cuando el matrimonio se rompi¨®, Antonio recibi¨® ayuda psicol¨®gica. La ¨²ltima vez que Antonio se reuni¨® con su madre fue hace cinco meses, aunque conversaban habitualmente por tel¨¦fono. "Lo maltrataban continuamente y, si es cierto que ha matado a la ni?a, ha sido por celos".

"S¨®lo llora; no habla. Llora y dice 'mam¨¢ ?me puedo ir contigo?'. Es muy duro. Jam¨¢s imagin¨¦ que fuera tan duro. Dice que ha olvidado, que no sabe qu¨¦ ocurri¨®", se lamentaba la madre de Antonio. Los otros parientes buscaban en donde no hay para encontrar una prueba que demostrara su inocencia. A media tarde lleg¨® el oficio del juez de Menores autorizando el internamiento del muchacho.

El entierro de la peque?a Nerea se celebr¨® a las cuatro de la tarde en medio de una grave emoci¨®n. En Cenes, y especialmente en el colegio a donde acud¨ªa la peque?a, la desolaci¨®n fue general. La madre de la peque?a y su compa?ero asistieron muy ap9sadumbrados al entierro. Un grupo de p¨¢rvulos compa?eros de Nerea se desplaz¨® desde Cenes al Instituto Anat¨®mico Forense y colaboraron en el traslado del ata¨²d a la iglesia del cementerio municipal de Granada, donde se celebraron las honras f¨²nebres. Por deseo de la familia, se impidi¨® el acceso al cementerio a los medios informativos.