Evocaci¨®n de Federico Fellini y homenaje a Robert Altman en la antesala de la clausura
Mijalkov y Tarantino a?aden sus filmes al peque?o grupo de favoritos
ENVIADO ESPECIAL Esta noche se clausura Cannes 94. Ante la ceremonia, donde llama la atenci¨®n la presencia de Clint Eastwood y Kathleen Turner, no hay la expectaci¨®n de otros a?os. Las dos ¨²ltimas pel¨ªculas son tan malas como la mayor¨ªa de las anteriores y s¨®lo el homenaje a Robert Altman y la evocaci¨®n a Federico Fellini y Giulietta Masina permiten en el ¨²ltimo d¨ªa de este desfile de nueve pel¨ªculas serias y 17 ridiculeces haya algo m¨¢s que contar que un nuevo cap¨ªtulo de la irritaci¨®n que mantiene en pie a los pocos festivaleros que a¨²n no han huido.
Son, efectivamente, nueve las pel¨ªculas que merecen la pena: Rojo, Querido diario, A trav¨¦s de los olivares, La reina Margot, Ex¨®tica, La reina de la noche, Vivir, Sol enga?oso y Pulp fiction, a las que se podr¨ªa a?adir una d¨¦cima: aquel irregular Gran salto de los hermanos Coen que inaugur¨® hace un siglo este festival.No son pocas nueve o diez pel¨ªculas de inter¨¦s en un solo encuentro de esta especie. Por el contrario, son muchas si se tiene en cuenta lo que ¨²ltimamente suelen ofrecer los festivales internacionales. Por todos los s¨ªntomas padecemos una etapa confusa y balbuciente del cine europeo, pues ¨¦ste no acaba de definir con nitidez sus perfiles ni trazar caminos transitables hacia su futuro, por lo que escasean pel¨ªculas en las que sus creadores demuestren no s¨®lo que tienen ideas, sino tambi¨¦n que en su mirada hay recursos formales suficientes para convertir en im¨¢genes esas ideas.
De ah¨ª el car¨¢cter chocante de Cannes 94. Sus programadores han encontrado un buen pu?ado de buenas pel¨ªculas, pero los dos tercios restantes de la programaci¨®n han sido rellenados con cine malo, a veces rematadamente malo y en dos o tres casos literalmente p¨¦simo. Para entendernos: cualquier pel¨ªcula espa?ola del mont¨®n, de esas que s¨®lo ven cuatro gatos, no es peor que la mayor¨ªa de las seleccionadas para disfrutar de esta lujosa plataforma de lanzamiento mundial.
Y para seguir entendi¨¦ndonos: pel¨ªculas espa?olas como Alegre ma non troppo y Canci¨®n de cuna son oro puro comparadas con la chatarra-ensu mayor¨ªa francesa o financiada con dinero franc¨¦s- que ha llenado el grueso de la selecci¨®n oficial de Cannes 94. Es ¨¦sta, por tanto, una edici¨®n ostensiblemente discriminatoria de este viejo festival con fama de ecu¨¢nime y equilibrado.
Abucheos
Las dos pel¨ªculas finales, la hind¨² Destino y la belga El violinista, dieron la puntilla ayer, entre abucheos y risotadas de burla aqu¨ª es in¨²til protestar con los pies: las opulentas moquetas son como c¨¦sped y ponen sordina al viejo y entra?able derecho al pataleo de los periodistas acreditados a esta cadena inacabable de incongruencias.
Si en medio mundo se est¨¢ oyendo o leyendo hoy el t¨ªtulo ?te esa ¨²ltima rid¨ªcula seudopel¨ªcula, no hace falta decir que se debe a que est¨¢ hecha con financiaci¨®n francesa. Y ya son 12 o 13 las que han sido promocionadas desde aqu¨ª sin merecerlo por semejante raz¨®n, lo que explica que profesionales e informadores brit¨¢nicos, holandeses, alemanes, suecos, portugueses, espa?oles, austriacos, griegos y de otros pa¨ªses saquen conclusiones envenenadas de esta farsa que, bajo una coartada est¨¦tica, encubre un simple negocio.
Por suerte, ayer arregl¨® el d¨ªa la ¨²ltima proyecci¨®n de la retrospectiva La d¨¦cada prodigiosa, dedicada al cine de Robert Altman realizado en la d¨¦cada de los a?os 70, desde Un d¨ªa caliente en el parque, de 1969, a Una pareja perfecta, de 1978. Diez a?os y diez filmes que son el fascinante comienzo de este gran cineasta, que hoy disfruta de su plenitud en Vidas cruzadas.
Y una gota nost¨¢lgica: la evocaci¨®n de las ausencias de Giulietta Masina y Federico Fellini con la proyecci¨®n de La Strada, pel¨ªcula que demuestra lo ya sabido: que la inocencia es mucho m¨¢s rica que la sofisticaci¨®n a la hora de poner belleza en este joven arte, que dentro de un a?o y medio cumplir¨¢ el primer centenario de su infancia.
Babelia
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