"Vamos a dejar de hablar de Cruyff"
Clemente destierra la pol¨¦mica con el Barcelona para no enturbiar el ambiente
Un d¨ªa m¨¢s volvi¨® a sonar el tam tam desde Barcelona, un juego cotidiano que disimula la falta de noticias en el balneario de Puente Viesgo. Le comunicaron a Clemente las pen¨²ltimas declaraciones de N¨²?ez, a la espera de las que se producir¨¢n ma?ana. Los periodistas buscan una respuesta vehemente y un titular grueso. Pero Clemente est¨¢ m¨¢s contenido que nunca. S¨ª manifest¨® que alguien en el Barcelona dispara contra la selecci¨®n, pero lo dice con sordina, un poco cansado del juego de pimpon que le proponen. "Ya est¨¢ bien, a ver si acabamos con el tema de Cruyff".Clemente denuncia que las acusaciones de antibarcelonismo tienen un car¨¢cter oportunista. "Cualquiera que vea las estad¨ªsticas ver¨¢ que el Barcelona ha ganado sus partidos despu¨¦s de los encuentros internacionales de la selecci¨®n, y N¨²?ez lo sabe", indic¨® ayer, antes de morderse la lengua. Tiene ganas de disparar contra Cruyff, pero aguanta. No quiere perder la perspectiva. Esta vez parece un hombre centrado, con la cabeza dirigida hacia al Mundial y con todos sus tent¨¢culos dispuestos a controlar la concentraci¨®n.
Ha y un aire distendido en el hotel donde se aloja la selecci¨®n. Los jugadores y el entrenador se prestan inmediatamente a cualquier petici¨®n de los periodistas y de los aficionados que se agolpan en la puerta del reciento. Guerrero firma su abundante men¨² de aut¨®grafos, Zubizarreta repite con paciencia sus consideraciones con respecto a su salida del Bar?a y el resto posan para este fot¨®grafo, hablan para aquella emisora y rubrican las docenas de balones que pasan por. sus manos. Todo controlado por los ojillos r¨¢pidos de Clemente, que aparece por todas las esquinas y deja hacer a los suyos.
Nunca ha estado m¨¢s relajado Clemente en los dos ¨²ltimos a?os. Ha convertido los problemas en soluciones. No impide que los jugadores est¨¦n atentos a sus negociaciones, ni le preocupa que los periodistas habiten en el mismo hotel que los futbolistas, ni teme la ansiedad de los aficionados. Mientras tanto, en la segunda planta, reservada a la selecci¨®n, suenan los tel¨¦fonos. Los agentes hablan con sus jugadores representados. Clemente no interviene. "S¨®lo quiero que si alguno pasa por aqu¨ª, hable conmigo antes". Hasta ahora no ha pasado ning¨²n intermediario.
Por ahora nada enturbia la cordialidad general. El tam tam de Barcelona ha sonado durante cuatro d¨ªas, y Clemente se ha hecho el sordo. M¨¢s le vale porque el planeta azulgrana oculta a todos los sat¨¦lites. Por primera vez, los jugadores del Madrid act¨²an de secundarios en una pel¨ªcula que han protagonizado en los ¨²ltimos Mundiales. Es un signo del cambio de poderes en el f¨²tbol espa?ol.
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