'Las Ventas Club de F¨²tbol'

Frascuelo se rompi¨® el menisco; Manolo Quinta, los ligamentos de la rodilla, y Morenito de Maracay, las dos cosas. La enfermer¨ªa, m¨¢s que la de una plaza de toros, parece la de un campo de f¨²tbol.Pero M¨¢ximo Garc¨ªa Padr¨®s, el cirujano jefe de Las Ventas, no se extra?a de ello: "Las cornadas son las menos, no de ahora, sino de siempre. Lo que m¨¢s atendemos son contusiones, porque el toro ocasiona muchos golpes, en ocasiones de mayor gravedad incluso que si hubiera penetrado el pit¨®n".

Los toreros, a veces prefieren una cornada a un golpetazo. Al menos, la recuperaci¨®n es mucho m¨¢s r¨¢pida. Si no, que se lo pregunten a Manolo Sanl¨²car. De la cornada que recibi¨® el d¨ªa 19 en el muslo, con dos trayectorias, una de 25 cent¨ªmetros y otra de 15, estar¨¢ recuperado la pr¨®xima semana; sin embargo, tiene que permanecer inactivo hasta mediados de junio, como consecuencia del golpe que se llev¨® contra las tablas y que le produjo la fractura de tres costillas.

Sanl¨²car, banderillero de Paco Ojeda, dud¨® tras poner el par. El suelo estaba encharcado y por temor a resbalar no corri¨® para saltar al callej¨®n. El toro le levant¨® por detr¨¢s, prendido por el muslo, y, una vez en el suelo, le lanz¨® contra el estribo.

Es la ¨²nica cornada grave de la feria. La otra, el puntazo a Manolo S¨¢nchez, result¨® m¨¢s dolorosa, ya en fr¨ªo, que importante. Y pese a ello, otros tres toreros han pasado por el quir¨®fano y su convalecencia no ser¨¢ inferior a un mes, cuando la recuperaci¨®n de una cornada suele llevar dos semanas. Son los casos de Frascuelo, Morenito de Maracay y Manolo Quinta, que sufrieron las lesiones t¨ªpicas de futbolistas. S¨®lo hay una diferencia: mientras ¨¦stos abandonan el campo en camilla y desgarrados de dolor, los toreros permanecen en pie ante la cara del toro hasta que lo matan.

Frascuelo se rompi¨® el menisco porque, con las zapatillas clavadas en la arena, el toro le tropez¨® con el lomo. ?l no iba a ceder el terreno conquistado, as¨ª que la rodilla sufri¨® las consecuencias de su gallard¨ªa.

Otro menisco roto, ¨¦ste acompa?ado adem¨¢s de los ligamentos, fue el de Morenito de Maracay. Hizo un mal giro tras colocar el par de banderillas y termin¨® la lidia cojeando.

La tercera lesi¨®n cl¨¢sica de un futbolista se la produjo Manolo Quinta, picador de Enrique Ponce, cuando su pierna qued¨® atrapada por el caballo, una vez que el toro lo derribara.Los otros dos atendidos en la enfermer¨ªa de la plaza, ambos picadores de C¨¦sar Rinc¨®n, lo fueron por contusiones. Antonio Pinilla sufri¨® un golpe contra la barrera al caer del caballo y Anderson Murillo, un traumatismo abierto en el escroto al ser alcanzado por el toro mientras corr¨ªa.

Los percances que se llevan registrados en lo que va de feria se encuentran dentro de la media de los ¨²ltimos anos, seg¨²n datos facilitados por el doctor Garc¨ªa Padr¨®s. Desde el a?o 1986, en los 521 festejos celebrados, ha habido 60 heridos por asta de toro y 315 lesionados, con un total de 67 cornadas y 397 traumatismos.

"Estarnos en cifras normales", asegura el cirujano jefe de Las Ventas. "Los toreros, estad¨ªsticamente, sufren menos cornadas que antes, pero eso es en otras plazas, porque sale otro tipo de toro. En Las Ventas, en cambio, se mantiene la media de cogidas con cornada, unas ocho al a?o".

El 55,9% de las cornadas las reciben los toreros en la mitad inferior del cuerpo, y de esta parte el muslo es la zona que el pit¨®n alcanza con mayor asiduidad (44,9%). Con respectos a los traumatismos, s¨®lo el 25% ocasionan herida abierta. "Es mejor que el golpe afluya al exterior, porque as¨ª se evitan complicaciones internas. Algo parecido sucede con las cornadas. Resultan m¨¢s limpias las que produce un pit¨®n astifino que uno afeitado. ?ste tiene m¨¢s dificultad para penetrar, y golpea y desgarra mayor superficie de piel".