La v¨ªa prusiana hacia el estalinismo
Erich Honecker, ex dirigente comunista de la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA) fallecid¨® a los 81 a?os en Chile, era un personaje con aspecto de jefe de negociado prusiano, que no dud¨® en aplicar hasta ¨²ltima hora la necesaria raci¨®n de estalinismo al pa¨ªs que gobernaba con mano de hierro. Supervis¨® la creaci¨®n del muro de Berl¨ªn; s¨ªmbolo de la divisi¨®n de Europa.El dirigente estudantil alem¨¢n de fines de los 60, ya fallecido, Rudi Dutschke, que proced¨ªa de la RDA, dijo en una ocasi¨®n que "al este del Elba todo es real, menos el socialismo". No le faltaba raz¨®n. El engendro de r¨¦gimen establecido en la RDA era la encarnaci¨®n de la v¨ªa prusiana al estalinismo.
Durante 18 a?os (1971-1989) Honecker gobern¨® la RDA sobre la base de sembrar de minas sus fronteras con la otra Alemania y poner un muro en Berl¨ªn para evitar que se escaparan sus s¨²bditos al lado occidental de la ciudad. El cinismo de la pandilla dirigente de la RDA, encabezada por Honecker, lleg¨® al extremo de calificar de muralla antifascista a lo que no era m¨¢s que el muro de una prisi¨®n para 17 millones de s¨²bditos.
Era la RDA un pa¨ªs que depend¨ªa de un muro. Cuando el muro cay¨®, se vino abajo el Estado. Honecker fue un incorregible que hasta ¨²ltima hora vivi¨® sumido en un autismo pol¨ªtico que le imped¨ªa advertir de d¨®nde soplaba el viento incontenible de la historia. Este lacayo de Mosc¨² no capt¨® los signos de los nuevos tiempos en la capital del imperio ni el mensaje del dirigente sovi¨¦tico Gorbachov en octubre de 1989 con motivo del 40 aniversario de la fundaci¨®n de la RDA, cuando le advirti¨®: "Al que llega tarde le castiga la vida". Pocos d¨ªas despu¨¦s le lleg¨® la destituci¨®n y un peregrinar que le llev¨® a Mosc¨² y a refugiarse en la Embajada de Chile, donde el embajador socialista Clodomiro Almeida quiso pagarle as¨ª los favores que hab¨ªa hecho a los chilenos perseguidos por la dictadura de Pinochet.
No se puede ignorar esa componente antifascista en la biograf¨ªa de Honecker, nacido en el Sarre, y que durante 10 a?os conoci¨® las c¨¢rceles del nazismo por sus actividades comunistas. Este pasado de lucha contra el nazismo no puede sin embargo servir de coartada para quien se convirti¨® despu¨¦s en un asesino de escritorio, responsable de los muertos en busca de un derecho tan elemental como la libertad de movimiento.
Los ¨²ltimos meses de su vida los, pas¨® al lado de su hija en Chile, tras un vergonzoso tira y afloja en el que el Gobierno de Bonn no repar¨® en incurrir en la ignominia de perseguir a quien, pocos meses antes, hab¨ªa recibido con todos los honores.
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