El magnate que iba a comprar el Marsella era un timador

Las desgracias del Olympique de Marsella parecen no tener fin. Tras las condenas por corrupci¨®n, su relegaci¨®n a la Segunda Divisi¨®n del f¨²tbol franc¨¦s por el mismo motivo pod¨ªa pensarse que se abr¨ªa un claro en el cielo para la entidad marsellesa: una gran corporaci¨®n canadiense iba a inyectar, seg¨²n anunci¨® el mi¨¦rcoles, unos mil millones de dinero fresco. Parece, sin embargo, que la operaci¨®n y las empresas implicadas en este asunto fue s¨®lo el invento de Ghislain Gingras, un ciudadano canadiense habitual de los juzgados de su pa¨ªs. Una vez descubierta la charada, Gingras anunci¨® ayer que se retiraba de la negociaci¨®n.?ste se present¨® en Marsella como presidente de Platinor y Mapresol. Pero en los medios econ¨®micos canadienses nadie sab¨ªa nada de esas empresas. Gingras s¨ª era conocido: los tribunales canadienses le hab¨ªan juzgado al menos cinco veces por estafa, y en las cinco ocasiones eludi¨® la c¨¢rcel.