"Se?ores: tenemos que robar menos"
Un psicoanalista argentino vigila los lapsus y las mentiras de los pol¨ªticos en televisi¨®n
El sindicalista argentino Luis Barrionuevo, cuyo enriquecimiento y s¨²bita conversi¨®n a la decencia hicieron historia, protagoniz¨® uno de los renuncios televisivos m¨¢s clamorosos archivados por el psicoanalista Manuel Rodr¨ªguez.Enajenado por un amor patrio tambi¨¦n repentino, Barrionuevo se dirigi¨® a sus pr¨®ximos y les pidi¨® mesura: "?Se?ores, tenemos que dejar de robar por lo menos durante dos a?os!". La ins¨®lita recomendaci¨®n del dirigente obrero, que administr¨® un departamento de la Seguridad Social, fue atribuida a un lapsus y se conserva en una de las cuatro cintas editadas desde 1983 por Rodr¨ªguez con m¨¢s de 3.000 horas de grabaci¨®n.
Sindicalistas, pol¨ªticos, gobernadores, presidentes, militares, jueces o periodistas fueron rastreados en debates, conferencias de prensa o m¨ªtines, y todas sus meteduras de pata, incorporadas a un archivo sin precedentes.
Posiblemente, lo que dijeron muchas de esas personas p¨²blicas no era lo que pensaban, y hay situaciones clasificables como anecd¨®ticas, pero se registran numerosos gazapos que acercan a la verdadera personalidad de quien incurri¨® en ellos. En el juicio a las juntas militares, un magistrado dice a una testigo que en el estrado refiere las torturas recibida s durante su detenci¨®n: "Se?ora, siga con su cuento... su relato".
Tres aparatos de v¨ªdeo funcionan sin parar en el domicilio de Rodr¨ªguez y no hay equ¨ªvoco, requiebro o mentira televisivos, voluntarios o no, que queden sin registrar. All¨ª est¨¢n el ex presidente Ra¨²l Alfons¨ªn y el actual jefe de Estado, Carlos Menem, efectuando comprometidas declaraciones; la conocida pol¨ªtica conservadora Mar¨ªa Julia Alsogaray, declarando que "la libertad es como un venenito sutil... una enfermedad contagiosa", y el ex militar golpista Aldo Rico, un d¨ªa dice "nunca me he pintado la cara", y al otro, "yo soy el primer carapintada".
El sabueso bonaerense, ayudado por un equipo, descalifica el discurso pol¨ªtico de muchos de sus compatriotas, por fr¨ªvolo o mentiroso, cuando se efect¨²a por televisi¨®n. "Nuestros queridos pol¨ªticos aparecen en m¨¢s de 70 programas por semana. Y no solamente en los programas pol¨ªticos y noticieros", subraya. "La mayor presencia la tienen en los programas c¨®micos compitiendo con famosos humoristas".
Manuel Rodr¨ªguez acaba de publicar El s¨¦ptimo mandamiento, su cuarto v¨ªdeo, comercializado al igual que los tres anteriores. Incide sobre el fen¨®meno de la corrupci¨®n. "Todos sabemos. que existi¨® en la Administraci¨®n radical (presidida por Ra¨²l Alfons¨ªn), y ni que decir de los militares, pero nunca se hab¨ªa asistido al exhibicionismo de la misma".
En una de las secuencias seleccionadas, el influyente y pol¨¦mico periodista Bernardo Neustadt, director de uno de los programas de mayor audiencia, mantiene una entrevista con el presidente Menem. Neustadt le comenta que ahora debe tener amigos nuevos. "S¨ª, nuevos...", responde el jefe de Gobierno, "siempre se van incorporando nuevos amigos. Ahora, si esa amistad es producto de los sentimientos o producto de la conveniencia, yo no me pongo a analizarlo. Son amigos y punto". El psicoanalista sostiene que "as¨ª invita a los corruptos a acercarse al Gobierno".
Inevitablemente, la aviesa edici¨®n de una escena en la que el jefe del Ejecutivo baila con una odalisca provoca la risa, y es ¨¦pico el momento en que C¨¦sar Jaroslavsky, ex presidente del bloque radical, arremete furibundo en el plat¨® contra un contertulio que describi¨® a Alfons¨ªn como "la im¨¢gen de la derrota".
"?No agravie, porque le voy a romper la jeta!", amenaz¨®. Pero Rodr¨ªguez asegura no buscar la carcajada sino la reflexi¨®n, y el enriquecimiento de la percepci¨®n de la realidad pol¨ªtica, econ¨®mica y social. "En nuestro pa¨ªs no se hace archivo pol¨ªtico de lo que muestra la televisi¨®n. En Estados Unidos, Jap¨®n, Francia, Alemania e Inglaterra, la memoria televisiva constituye un valor en s¨ª mismo, se archiva celosamente, se conserva como lo que es un bien p¨²blico".
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