Un laberinto oscuro enciende los sentidos

"Arriesgarse es perder algo, pero no arriesgarse es perderlo todo". Esta frase del poeta ruso VIad¨ªmir Maiakovski abre el camino de El hilo de Ariadna, una obra de teatro en la que no hay ni escenario ni butacas ni luces.El espect¨¢culo se estren¨® ayer en Madrid y logr¨® entusiasmar a los primeros visitantes. 'Todav¨ªa estoy conmocionada", dijo una de las primeras espectadoras tras recorrer los casi 400 metros cuadrados en los que est¨¢ instalada la obra. Sonidos ininteligibles, olores de todo tipo -reconocibles o no- y cuerpos desconocidos sumergen al espectador en un laberinto del que casi todo el mundo sale con una mezcla de entusiasmo y frustraci¨®n: "Me gustar¨ªa repetir, pero no ser¨¢ lo mismo".

"?Ha terminado ya?", pregunt¨® ayer a la salida una espectadora que quer¨ªa m¨¢s sensaciones. Una actriz le respondi¨® en voz baja: "No, el verdadero laberinto empieza ahora".

"Es como cuando eres peque?a y te metes en una aventura. Repetir¨ªa ahora mismo", dijo ayer Amparo, una mujer de unos 30 a?os, nada m¨¢s abandonar la obra, basada en el mito del Minotauro y la lucha de Teseo contra ¨¦l en el laberinto. Este espect¨¢culo, que se estren¨® en 1985, no conoce el aplauso de un tradicional patio de butacas, pero ha revolucionado todos los festivales de teatro por los que ha pasado.

Un toro de verdad

"Hay momentos en los que te asustas un poco, incluso he llegado a pensar que hab¨ªa un toro de verdad y me ha dado miedo. Pero, sobre todo, he tenido sensaciones muy relajantes y placenteras", continu¨® la espectadora, que, como casi todos los que entran, tuvo que superar la risa nerviosa que sobreviene nada m¨¢s sumergirse en este laberinto teatral.

"Aqu¨ª pasa de todo, desde gente que no soporta la oscuridad ni un minuto y se da la vuelta, hasta otros que se quedan dentro tres horas", explica Mauricio, un estudiante de filosofia de 25 a?os que trabaja en la obra junto a otros 20 colomb¨ªanos que se han trasladado a Madrid para instalar el complicado montaje. El elenco est¨¢ formado por estudiantes de arte, literatura, sociolog¨ªa, filosof¨ªa y actores profesionales. "El hilo... es nuestra obra de arte", a?ade otro miembro de la compa?¨ªa dirigida por Enrique Vargas, que este a?o ha estrenado en Bogot¨¢ La feria del tiempo vivo, otro laberinto "m¨¢s abierto, en el que se explora un tipo de lenguaje m¨¢s extravertido".

Dentro, y en turnos de cuatro horas, 16 actores se encargan de guiar a los espectadores por la oscuridad. El tacto y el olfato son los sentidos que desempefian el papel m¨¢s importante. Si miras no ves nada, pero si te dejas guiar por lo que hueles y tocas, la imaginaci¨®n estalla, para bien y para mal. En el recorrido se viaja por el interior de un armario, por un t¨²nel blanco ¨²nico momento de luz del espect¨¢culo que representa el nacimiento y acaba en los brazos de una mujer que acuna al espectador-, por un pasillo en el que unos hombros masculinos se confunden con unos sacos de arena o por una vieja escuelita.

"Lo mejor es la sensaci¨®n de que puedes perder el miedo a lo desconocido, que no sabes d¨®nde est¨¢s ni con qui¨¦n y que no te importa", explica una espectadora despu¨¦s de pasar por esta experiencia "imposible de explicar".

El hilo de Ariadna, de 10.00 a 13.00 y de 17.00 a 19.00, en la Casa de Am¨¦rica (paseo de Recoletos, 2) hasta el d¨ªa 26 de junio. Precio de la entrada: 1.000 pesetas.