La mitad del cielo, la mitad de la tierra, la mitad del poder
La democracia paritaria no signifca s¨®lo una mayor participaci¨®n de mujeres en los ¨®rganos de decisi¨®n pol¨ªtica, se?alan las autoras, sino el reconocimiento de una transformaci¨®n social que ha cambiado el contrato social vigente . durante siglos
(*)?Se puede imaginar un mundo con 81 % de padres y 19% de madres? ?Se puede imaginar un supermercado con 81% de clientes masculinos y 19% de clientes femeninos? ?Por qu¨¦ tiene que afeitarse el 8 1 % del Parlamento cada ma?ana? Son algunas de las preguntas de una campa?a ue, promovida por la Comisi¨®n Europea, pretende sensibilizar a la opini¨®n p¨²blica sobre la baja participaci¨®n de mujeres que existe en este momento en las instituciones de la Uni¨®n Europea. La campa?a se ha puesto en marcha ante la proximidad de las elecciones al Parlamento Europeo y tiene como objetivo fundamental conseguir una mayor representatividad femenina.La igualdad de oportunidades y de trato es un principio firmemente asentado en la pol¨ªtica de la Uni¨®n Europea. Pero la realidad queda muy lejos de esta idea. Aunque las mujeres representen m¨¢s del 51% de la poblaci¨®n europea, son minor¨ªa en los ¨®rganos p¨²blicos y pol¨ªticos de toma de decisiones de toda la Comunidad. En el Parlamento Europeo actual s¨®lo el 19,3% de los 518 miembros son mujeres, y son verificables grandes desniveles en la representaci¨®n por pa¨ªses, como el 33% de participaci¨®n femenina en Dinamarca, o el 24% en Holanda, frente al 5,6% en Francia o el 4,7% en Grecia. Espa?a ocupa un cuarto lugar con el 18% de presencia femenina.
La participaci¨®n de la mujer en la toma de decisiones pol¨ªticas no ha mejorado, en cuanto al n¨²mero, desde mediados de la d¨¦cada de los setenta; incluso en algunos pa¨ªses se ha producido un descenso significativo en la proporci¨®n de mujeres en los puestos de decisi¨®n. Por lo que se llega a la conclusi¨®n de que el acceso de las mujeres a id¨¦nticos derechos f¨®rmales que los hombres, como son el derecho al voto, a presentarse a las elecciones y a optar a puestos de responsabilidad en la administraci¨®n p¨²blica, no ha producido la igualdad en la pr¨¢ctica.
Las pr¨®ximas elecciones europeas, previstas para el 12 de junio de 1994, ofrecen una oportunidad para avanzar hacia el equilibrio entre mujeres Y hombres en el proceso de toma de decisiones europeo. La Comisi¨®n Europea est¨¢ decidida a fomentar la participaci¨®n de la mujer en la toma de decisiones en todos los ¨¢mbitos. Como parte de su tercer programa de acci¨®n para la promoci¨®n de la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres (1991-1995), la Comisi¨®n ha creado un grupo de expertas en el tema de la mujer y el poder de decisi¨®n, para que analice los obst¨¢culos que impiden una mayor representaci¨®n de la mujer y promuevan acciones que permitan mejorar esta situaci¨®n.
El primer a?o de trabajo de este grupo culmin¨® con una importante conferencia, Mujeres en el poder, celebrada en Atenas los d¨ªas 2 y 3 de noviembre de 1992. Mujeres de toda Europa con cargos de responsabilidad se reunieron en esta cumbre y firmaron una declaraci¨®n en la que se compromet¨ªan a trabajar por una participaci¨®n que respete los principios de igualdad y democracia, por cuanto las mujeres representan m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n, de Europa. Las firmantes exig¨ªan unos cambios de ra¨ªz en los procedimientos de toma de decisiones para garantizar que los intereses y los valores de la mujer queden debidamente expresados en la creaci¨®n de una sociedad mejor.
La democracia paritaria no signifca s¨®lo una mayor participaci¨®n de mujeres en los ¨®rganos de decisi¨®n pol¨ªtica, sino el reconocimiento de una transformaci¨®n social, con reflejo en lo pol¨ªtico, que ha cambiado el contrato social que asignaba distintos papeles sociales en funci¨®n del sexo y que ha estado vigente durante siglos.
La ausencia de las mujeres en los centros de representaci¨®n pol¨ªtica y de toma de decisiones implica un d¨¦ficit democr¨¢tico incompatible con una verdadera democracia. Si en dicho proceso no est¨¢ presente el 51% de la sociedad, se corre el riesgo de ignorar los planteamientos, intereses -y opiniones de la mitad de la sociedad y desaprovechar los recursos humanos disponibles. Ese d¨¦ficit s¨®lo puede superarse con un reparto m¨¢s justo de las responsabilidades p¨²blicas y privadas, y una presencia m¨¢s equilibrada de hombres y mujeres en los ¨®rganos de decisi¨®n pol¨ªtica.
Las mujeres deben constituir una fuerza activa de futuro capaz de presionar en la vida pol¨ªtica, social y econ¨®mica que presente alternativas a la actual organizaci¨®n pol¨ªtica en un camino de profundizaci¨®n democr¨¢tica y de acercamiento de la sociedad civil a los poderes p¨²blicos.
La Comisi¨®n de Derechos de la Mujer del Parlamento Europeo aprob¨® el 11 de febrero una resoluci¨®n en la que solicita a los partidos pol¨ªticos que elaboren una pol¨ªtica de acci¨®n paritaria para lograr una representaci¨®n democr¨¢tica equilibrada e incrementar la participaci¨®n de la mujer en la vida pol¨ªtica y su elegibilidad para cargos p¨²blicos. Tambi¨¦n solicita a la Comisi¨®n que aplique recursos adicionales para formular acciones y medidas, en cooperaci¨®n con los Estados miembros y los partidos pol¨ªticos, con vistas a aumentar el n¨²mero de mujeres electas al Parlamento Europeo. Y, por ¨²ltimo, pide a los Estados miembros que organicen sistemas electorales de tal manera que se potencie al m¨¢ximo la participaci¨®n de la mujer en los ¨®rganos de representaci¨®n.
La Comisi¨®n de Derechos de la Mujer del Parlamento Europeo celebr¨® su d¨¦cimo aniversario el pasado 8 de marzo, coincidiendo con el D¨ªa Internacional de la Mujer, no s¨®lo con una reflexi¨®n sobre lo hasta ahora conseguido, sino tambi¨¦n sobre los retos a los que habr¨¢ de enfrentarse en los pr¨®ximos 10 a?os. Entre dichos objetivos, cabe citar la conquista de la igualdad de derechos para las mujeres en todas las iniciativas de formaci¨®n que cuenten con fondos europeos, la garant¨ªa de la completa aplicaci¨®n de toda la legislaci¨®n referente a la igualdad de salarios, al cuidado compartido de los hijos y a la eliminaci¨®n del acoso sexual en el trabajo.
En estos momentos, en que todos los partidos pol¨ªticos promueven un necesario impulso a la credibilidad y a la profundizaci¨®n del sistema democr¨¢tico, se hace imprescindible evidenciar que adem¨¢s de otras facetas que inciden en garantizar los valores democr¨¢ticos, un Parlamento sin mujeres o, en todo caso, con una representaci¨®n no significativa carece de la necesaria legitimidad democr¨¢tica. Las exigencias de la paridad deben constituir las bases del nuevo contrato social del siglo XXI. Democracia paritaria en el a?o 2000 es la recomendaci¨®n recogida en las resoluciones de los congresos de algunos partidos pol¨ªticos europeos.
Tanto los Gobiernos como las organizaciones de mujeres deber¨ªan tambi¨¦n promover estrategias para lograr la democracia p¨¢ritaria. En diferentes pa¨ªses se han ido produciendo crecientes iniciativas para garantizar la presencia de mujeres en los ¨®rganos de representaci¨®n, mediante la modificaci¨®n de la normativa electoral, introduciendo cuotas o criterios de paridad. En Italia, Francia y B¨¦lgica se han aprobado o pretenden aprobar disposiciones legales en este sentido.
Frente a los argumentos que se oponen a este planteamiento se puede alegar que las mujeres no son ni una categor¨ªa social ni una minor¨ªa. La existencia de los sexos est¨¢ por encima y m¨¢s all¨¢ de las Constituciones. La reglamentaci¨®n de cuotas, en consecuencia, no abre una v¨ªa para cualquier parcelaci¨®n del sufragio universal, ya que las mujeres son uno de los componentes del cuerpo social y no una categor¨ªa entre otras.
En las elecciones europeas, algunos partidos pol¨ªticos presentan listas electorales en que se respeta el principio de democracia paritaria. Es un paso importante para conseguir una amplia representaci¨®n de mujeres en el futuro Parlamento Europeo, en momentos en que grandes temas nacionales toman una dimensi¨®n europea y los poderes del Parlamento han aumentado.
(*) Suscriben este art¨ªculo, junto a
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