El Getafe sube en un partido s¨®rdido
Las Margaritas vibr¨® con el ascenso, pero no vio un gol
El Getafe se gan¨® el ascenso a Segunda Divisi¨®n A respetan do la tradici¨®n que dicta encuentros sor didos, miserables de f¨²tbol, en los partidos que deben decidir el ser o no ser de los- clubes en cada temporada. El Figueres, un conjunto excesivamente dependiente de lo que hagan Engonga y Embela, contribuy¨® a ello dejando la inteligencia en el vestuario y apelan do a la testiculina. Pero no fue suficiente: los getafenses pudieron ba?arse en la Cibefina.
De salida, Luis S¨¢nchez Duque se mantuvo fiel a su esquema. No le asust¨® la ausencia del capit¨¢n Angel¨ªn: Duque le dio el brazalete amarillo a Mozos, eligi¨® a Meng¨ªbar para el lateral derecho, en detrimento de Michel, y cambi¨® de banda a Lucio para suplir a Angel¨ªn.
El equipo perdi¨® poder ofensivo por las bandas pero aguant¨® en defensa. No obstante, el Figueres dio ciertas facilidades. Su t¨¦cnico, Ra¨²l Lunghi, confi¨® la delantera a llam¨®n y Embela que, cuando dispon¨ªan de la pelota, se ve¨ªan inmediatamente acompa?ados por Ram¨®n, M¨¢rquez y Qu¨¢que. Pero Lunghi olvid¨® ense?ar a sus jugadores a evitar el fuera de juego provocado por los getafenses y en el cual Cayeron los catalanes siempre que quisieron acercarse hasta Caballero.
Incapaz de crear peligro, el Fijzueres dej¨® todas sus posibilidaes en las faltas, los saques de esquina y los rebotes. Con semejantes limitaciones, el conjunto de Lunghi escogi¨® el f¨²tbol como el camino m¨¢s corto hacia la Segunda A. As¨ª le escondi¨® la pelota al Getafe en las nubes y evit¨®, con una fuerte presi¨®n, que los getafenses impusieran su mejor t¨¦cnica.
No le import¨®
Sin embargo, el juego del Figueres descoloc¨® a su rival, incapaz de imponerse por fuerza f¨ªsica a los centrocampistas catalanes. Ni Jaime, ni Guerrero, ni Blanco, aunque este reapareci¨® por el extremo izquierdo en la segunda parte, fueron capaces de imponer el ritmo acostumbrado al disponer del tiempo suficiente para controlar el bal¨®n, pensar y colocarlo en el sitio preciso. Mariano intent¨® llevar al equipo, pero la desconexi¨®n con Juli¨¢n y Montero fue evidente.
Como resultado, Getafe y Figueres ofrecieron un encuentro miserable aunque a la hinchada poco le import¨®. El mayor m¨¦rito que hay que apuntar a los getafenses es que, aunque nerviosos, fueron capaces de aislarse de la situaci¨®n, mantenerse al margen de la responsabilidad ante su p¨²blico y de la obligaci¨®n de ascender. Los catalanes, con poco m¨¢s de un centenar de ensordecidos aficionados en las gradas consiguieron llevar el encuentro a su terreno, pero les faltaron las fuerzas y las ideas. Entre unos y otros, la principal damnificada fue la pelota.
A pesar de todo, Duque volvi¨® a dar muestras de saber muy bien lo que lleva entre manos. El t¨¦cnico le entreg¨® a Flores la batuta del equipo y mand¨® a la ducha a un extraviado Guerrero en favor del joven Rafita. A pesar de su juventud, tuvo la templanza y el descaro necesario para desquiciar a la defensa catalana.
El Figueres malgast¨® sus opciones en un par de barullos y se gan¨® la enemistad del p¨²blico al perder los nervios en los ¨²ltimos minutos. Los getafenses fueron ganando car¨¢cter seg¨²n se acercaba el final del partido y el inicio de la fiesta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.