HB cae en picado mientras se fortalece el PNV
Por encima de la elevada abstenci¨®n, el 47,57%, y de su consecuencia l¨®gica, el descenso general del n¨²mero de sufragios, los resultados en la Comunidad Aut¨®noma Vasca acreditan la consolidaci¨®n de tendencias apuntadas en anteriores com¨ªcios y sugieren ya abiertamente cambios significativos en el mapa electoral. La fort4leza del PNV que sigue reabsorbiendo votos de Eusko Alkartasuna (EA), en una acci¨®n continua de trasvase propia de los vasos comunicantes, y el gran retroceso experimentamentado por HB, que, pese a todo, sigue siendo el partido m¨¢s votado en Guip¨²zcoa, constituyen dos de los procesos que han quedado ratificados en estas elecciones.HB ha perdido 43.000 votos respecto a las elecciones generales de 1993 y, con 164.000 sufragios, obtenidos en el Pa¨ªs Vasco y en Navarra se sit¨²a en el punto m¨¢s bajo desde 1983, al final de una larga l¨ªnea descendente que desde el domingo describe una ca¨ªda casi en picado.Para una formaci¨®n que ha gozado de una fidelidad de voto proverbial, inmunizada ante las acciones de ETA, fueran cuales fueran, indiferente a la naturaleza de cada comicio, que cuantifica sus votos como apoyos directos a la causa por encima de los resultados en esca?os, el desenlace del reciente reto electoral resulta doblemente preocupante.Resultados "preocupantes"
La mesa nacional de HB se reuni¨® ayer en Bilbao con caracter extraordinario, informa Aitor Guenaga. Floren Aoiz, como portavoz, admiti¨® que los resultados son "malos y preocupantes", aunque "no suponen una desautorizaci¨®n" de su proyecto pol¨ªtico. HB achaca a la abstenci¨®n la p¨¦rdida de voto y asegura que la ¨²ltima ofensiva de ETA no ha sido determinante de los resultados electorales y que no se exigir¨¢n responsabilidades pol¨ªticas.
A unos meses de las elecciones auton¨®micas vascas, Izquierda Unida y el PP surgen con la vitola y pujanza de las fuerzas emergentes llamadas a modificar la actual representaci¨®n en la C¨¢mara vasca.
El primero de estos partidos, ausente hasta ahora en el Parlamento vasco, es la ¨²nica fuerza vasca que ha aumentado sus votos en relaci¨®n a las elecciones generales del pasado a?o. Sin duda, buena parte de los electores naturales de la desaparecida Euskadiko Ezkerra han encontrado cobijo en esas siglas que, pese a su debilidad organizativa, producto de sucesivas escisiones y de su marginalidad en la pol¨ªtica vasca, ha pasado de los 17.000 votos que obtuvo en las europeas de hace cinco a?os a los 86.000 actuales.
Aunque no supera los votos obtenidos en las generales del pasado a?o, el PP se ha aupado con el tercer puesto en la Comunidad Aut¨®noma Vasca, por delante de HB; es la lista m¨¢s votada en Alava, aprovech¨¢ndose claramente de la no concurrencia de Unidad Alavesa (UA), y la primera fuerza de San Sebasti¨¢n. Ha obtenido 157.000 votos, doblando ampliamente los sufragios de las europeas de 1989.
El PSE-EE que hace s¨®lo un a?o desbanc¨® al PNV en la cabecera de la Comunidad Aut¨®noma Vasca y que pretende disputar la presidencia del Gobierno vasco en las auton¨®micas de oto?o se retrotrae a la situaci¨®n de hace cinco a?os, arrastrado por la derrota general de los socialistas.Nacionalistas a la baja
La elevada abstenci¨®n en el Pa¨ªs Vasco, cuyo electorado se hab¨ªa distinguido precisamente por su mayor disposici¨®n a llenar las urnas, permite deducir que la confrontaci¨®n entre las primeras fuerzas del conjunto de Espa?a se ha vivido aqu¨ª con inferior intensidad.
En Navarra, las fuerzas nacionalistas evidencian un perfil a la baja frente a una Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN), versi¨®n local del PP, que obtiene el 40,8% de los sufragios. El nacionalismo vasco en sus tres versiones no ha superado el 15% de los votos.
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