Juan Pablo II pide que la Iglesia reconozca sus errores para llegar a la unidad de los cristianos
El Papa propone a los cardenales un encuentro en Jerusal¨¦n con jud¨ªos y musulmanes
"La Iglesia necesita una metanoia, es decir, un reconocimiento de sus carencias hist¨®ricas y de la negligencia de sus hijos con respecto a las exigencias del Evangelio". Juan Pablo II introdujo as¨ª, al inaugurar el quinto consistorio extraordinario de su pontificado, ayer en Roma, la petici¨®n de perd¨®n que quiere que los cardenales apoyen al iniciarse un nuevo milenio, que el Papa ha colocado bajo el signo de la unidad de los cristianos y del di¨¢logo con otras religiones. Otros temas tratados son la jubilaci¨®n de los obispos y el control de la natalidad.
La intervenci¨®n de Juan Pablo II ante los 114 pr¨ªncipes de la Iglesia, que participan en la reuni¨®n, que concluye hoy, fue inequ¨ªvoca: "S¨®lo el reconocimiento valeroso de las culpas y tambi¨¦n de las omisiones de las que los cristianos se hayan vuelto en cierto modo responsables, unido al generoso prop¨®sito de remediarlas con la ayuda de Dios, pueden dar impulso eficaz a la nueva evangelizaci¨®n y hacer m¨¢s f¨¢cil el camino hacia la unidad".Otros 25 cardenales, entre ellos el espa?ol Enrique Taranc¨®n, no han podido acudir a esta cita. El ¨²ltimo Consistorio extraordinario fue celebrado en 1991.
Aunque la asamblea cardenalicia es deliberante, a trav¨¦s de debates en comisi¨®n que comenzaron ayer mismo, se da por descontado que el consistorio apoyar¨¢ la petici¨®n del Papa de que se reconozcan los errores hist¨®ricos de la Iglesia. Cierta duda sobre los t¨¦rminos de la respuesta arroj¨®, sin embargo, al mediod¨ªa de ayer el portavoz vaticano, Joaqu¨ªn Navarro Valls, cuando dijo: "Algunos purpurados han respondido ya que una revisi¨®n hist¨®rica resultar¨ªa demasiado compleja y que podr¨ªa ser mejor concentrarse en el an¨¢lisis de nuestro tiempo, por ejemplo, en el porqu¨¦ del desprecio a la vida".M¨¢rtires no cat¨®licos
Referencias a hechos concretos, como la condena de Galileo Galilei, aparec¨ªan en una memoria remitida el pasado mes de marzo a los cardenales, junto con la invitaci¨®n al Consistorio. Juan Pablo II asumi¨® en su discurso de ayer la plena paternidad de aquel documento,. aunque evit¨® mencionar cualquiera de los temas de los que pueda considerar responsable a la Iglesia.La unidad con todos los cristianos y el di¨¢logo con todas las religiones es, en efecto, el santo y se?a con el que Juan Pablo II afronta el cambio de siglo. "No podemos presentarnos ante Cristo, se?or de la historia, tan divididos como por desgracia nos hemos encontrado durante el segundo milenio", afirm¨® el Papa, refiri¨¦ndose a las relaciones entre cat¨®licos y ortodoxos.
Ese proyecto explica y justifica todas las dem¨¢s iniciativas, incluida la del reconocimiento de responsabilidades hist¨®ricos, y la sugerencia de que la Iglesia Cat¨®lica podr¨ªa aceptar en su seno a m¨¢rtires de otras confesiones cristianas. El di¨¢logo ecum¨¦nico, dijo el Papa, "en el que muchos hablan de una par¨¢lisis, conserva ¨ªntegro su dinamismo", a pesar del "serio obst¨¢culo" que implica la reciente introducci¨®n del sacerdocio femenino por la Iglesia de Inglaterra.
Juan Pablo II, que destac¨® la importancia de la normalizaci¨®n de relaciones entre la Santa Sede y el Estado de Israel, junto al desarrollo del di¨¢logo con la OLP, se refiri¨® tambi¨¦n a las relaciones con los musulmanes y lament¨® que, en algunos pa¨ªses de esa religi¨®n, "los cristianos no puedan profesar p¨²blicamente su fe". El Papa puso como ejemplo de tolerancia el consenso de la iglesia italiana para que se construya la mezquita de Roma.
El cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, anunci¨¦ luego al consistorio que el Papa quiere promover, con motivo del jubileo del tercer milenio que se prepara en estas reuniones, un encuentro con todas las iglesias cristianas en Jerusal¨¦n o Bel¨¦n, y otra jornada de oraci¨®n con hebreos y musulmanes, que se celebrar¨ªa tambi¨¦n en Tierra Santa.
Juan Pablo II, que entr¨® en el consistorio caminando sin la ayuda de bastones y en una actitud que casa poco con los rumores de que podr¨ªa estar considerando su propia dimisi¨®n por motivos de salud, pas¨® revista a todos los departamentos del Vaticano y agradeci¨® a los titulares su buena gesti¨®n.
El Papa alab¨® especialmente la reorganizaci¨®n del Istituto per le Opere della Religione (IOR), el banco vaticano que todav¨ªa recientemente fue interrogado por la justicia en relaci¨®n con el flujo de algunas comisiones ilegales pagadas en Italia.
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