De Getafe al psiqui¨¢trico
Desde la Nacional IV se puede seguir una interesante ruta perif¨¦rica
En el centro geogr¨¢fico de la Pen¨ªnsula, en la cima del Cerro de los ?ngeles, en la base de la estatua del Sagrado Coraz¨®n, una inscripci¨®n proclama a los cuatro puntos cardinales: "Venid a m¨ª todos los que trabaj¨¢is y viv¨ªs agobiados, que yo os aliviar¨¦". El mensaje, seg¨²n c¨®mo se lea, parece reservar la dicha del consuelo celestial a los trabajadores en activo, mayormente a los yuppies estresados. ?Qui¨¦n sabe! Sea como fuere, los proletas de este arrabal ya llegaron hace a?os a la conclusi¨®n de que, a falta de labor¨ªo, lo que necesitaban no era amor divino sino aderezarse una chulet¨¢ en las parrillas del pinar circundante. Y que el subsidio dure.El monumento -inaugurado en 1919, arruinado durante la guerra y vuelto a inaugurar en 1965- se alza con los brazos abiertos frente a una explanada por la que s¨®lo est¨¢ permitido circular a pie u, opcionalmente, de rodillas. Los adictos a la mountain-bike, en consecuencia, son expulsados de la planicie a golpes de silbato, no sin antes hac¨¦rseles notar que numerosos letreros advierten del car¨¢cter "sacro o religioso" (sic) del lugar.
Un lugar, por lo dem¨¢s, en el que lo ¨²nico digno de ponderaci¨®n es la ermita que ocupa el fondo norte de la meseta y de la que ni el fiel m¨¢s fiel sabe que est¨¢ dedicada a la Virgen de los ?ngeles y que data del siglo XIV.
Lo que tampoco sabe casi ning¨²n madrile?o, porque no se ense?a historia del arte getafe?o en las escuelas, es que la vecina poblaci¨®n alberga la mayor iglesia renacentista de la comunidad (XVI-XVIII), consagrada a la Magdalena. De modo que dos monstruos como Alonso Covarrubias -planos- y su tocayo Cano -pinturas del retablo del lado del Evangelio- trabajaron poco menos que para el olvido. Eso y el hospital de San Jos¨¦ (1527) son las reliquias art¨ªsticas de ciudad tan extensa -Getafe viene dejata, cosa larga, en ¨¢rabe- y poblada -casi 140.000 habitantes, m¨¢s que Albacete- Bares, en cambio, hay el doble que en toda Noruega.
La siguiente aglomeraci¨®n a la vera de la A-4 es Pinto, ciudad que al decir de cierto comentarista "sorprende al viajero por la abundancia y cuidado gusto de sus comercios y escaparates". Sin embargo, es poco probable que el shopping haga desfallecer a alg¨²n visitante de esta populosa localidad (unas 20.000 almas). Mejores reclamos son el saborcillo a pueblode sus calles, el g¨®tico de la iglesia parroquial y la austeridad de la torre de Eboli, donde expiaron sus traiciones la amante de Felipe 11 y su secretario Antonio L¨®pez. Las buenas vistas del torre¨®n, empero, no las gozan otros que los due?os del jard¨ªn donde se yergue y las cig¨¹e?as, encaramadas ¨¦stas a la chimenea de una vieja f¨¢brica junto a la plaza de Jaime Meric, A los dem¨¢s, que nos den catalejos.
Y de Pinto, c¨®mo no, a Valdemoro. Posee el lugar una plaza Mayor de verdad, vast¨ªsima, no apta para agoraf¨®bicos, con porches y galer¨ªas del siglo XVI. En las calles adyacentes, las casas blasonan. Y poco m¨¢s all¨¢, se levanta barroco un templo que atesora pinturas de Bayeu, (Sleos de Coello y Carducho en la antesacrist¨ªa- y un cuadro atribuido a Goya por las autoridades del ramo.
Ciempozuelos, ¨²ltimo pueblo de esta ruta, tambi¨¦n presume de plaza castellana y de iglesia con lienzos de Claudio Coello. Pero, adem¨¢s, puede ufanarse de su ajetreada historia, que arranca en los vasos campaneiformes desenterrados en el cerro del Castillejo (1500 antes de Cristo) y -despu¨¦s de romanos, moros y colonos segovianos- culmina con el alumbramiento en 1717 del gran demiurgo del neoclasicismo: Ventura Rodr¨ªguez. Agotados los d¨ªas de ventura, en la plaza dedicada al maestro los buenos de los locos sestean hasta que el toque de retreta los devuelve al psiqui¨¢trico de San Juan de Dios. Y en la puerta del convento de las Clarisas, a medio restaurar, un cartel lamenta que no haya dinero para proseguir las obras. Si el arquitecto levantara la cabeza...
Fiestas del sur
D¨®nde. Ciempozuelos, punito m¨¢s alejado de esta ruta, dista 35 kil¨®metros de la capital y es accesible -como Getafe, Pinto y Valdemoro- por la A-4. Adem¨¢s, hay tren de cercan¨ªas y numerosos autobuses interurbanos (Consorcio de Transportes, tel¨¦fono 580 19 80).
Cu¨¢ndo. Conviene hacer este recorrido antes de que arrecien el verano y los calores. Tampoco es mala idea hacerlo coincidir con algunas fiestas. Hay patronales en Ciempozuelos y Valdemoro el 18 de septiembre. En Pinto, 15 de agosto. Y en Getafe, 19 de mayo.
Qui¨¦n. Siempre habr¨¢ quien nos proporcione m¨¢s informaci¨®n en los ayuntamientos de Getafe (tel¨¦fono 695 03 04), Pinto (tel¨¦fono 691 03 64), Valdemoro (tel¨¦fono 895 60 62) y Ciempozuelos (tel¨¦fono 8930004).
Cu¨¢nto. Un almuerzo a base de callos o setas a la plancha puede salir por 800 pesetas en el restaurante Los ?ngeles, de Getafe (Ram¨®n y Cajal, 20; tel¨¦fono 695 54 71). Tambi¨¦n es baratito el restaurante Mister Gabi, en Pinto (paseo de Dolores Soria, s/n; tel¨¦fono 69127 41). Encontramos cocina vasca, francesa y de mercado, en Don Pep¨ªn (carretera de Toledo, kil¨®metro 14,500, Getafe; tel¨¦fono 6817187). Sobre las 3.500 pesetas.
Y qu¨¦ m¨¢s. Todo sobre el torre¨®n de Pinto en Castillos, jortificaciones y recintos amurallados de la Comunidad de Madrid (gu¨ªas patrimonio hist¨®rico, Comunidad de Madrid, 3.500 pesetas).
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