El festival de Granada usa la imaginaci¨®n

La imaginaci¨®n y la astucia han suplido la falta inicial de medios de la 43? edici¨®n del festival de M¨²sica y Danza de Granada, el decano, junto al de Santander, de los de Espa?a. Alfredo Aracil, el nuevo director, lleg¨® a al certamen en unas circunstancias nada envidiables: un d¨¦ficit superior a los 100 millones, una reducci¨®n de la ayuda del Ministerio de Cultura y un grado de pesimismo en la ciudad que presagiaba lo peor. Aracil, al contrario, apost¨® no por la restricci¨®n sino por la largueza: 14 conciertos gratuitos y una reducci¨®n de un 15% en el precio de las localidades,

El resultado ha sido un programa con una representaci¨®n cabal de las grandes figuras y la inclusi¨®n de una serie de actuaciones que prefiguran una peculiar identidad del certamen respecto a otros existentes en Europa. As¨ª, junto a Ashkenazy, De Larrocha, el ballet de Maurice B¨¦jart, Ruggiero Raimondi o la orquesta del Teatro de la Scala de Mil¨¢n se contrata grupos especializados en m¨²sica medieval ar¨¢bigo-andaluza o coros con repertorio renacentista o del primer barroco.Al tiempo, se ampli¨® la presencia del flamenco y se puso en marcha lo que Aracil denomina la "incorporaci¨®n tipogr¨¢fica" de Granada: sobre un plano se eligieron siete patios o claustros y se programaron otros tantos conciertos sincr¨®nicos de j¨®venes m¨²sicos con los que hoy se celebrar¨¢ el D¨ªa Europeo de la M¨²sica, continuando la idea lanzada por Jack Lang siendo ministro de Cultura de Francia.

"Lo m¨¢s coherente hubiera sido un festival reducido al m¨ªnimo, que nos hubiera permitido sanear la econom¨ªa, pero rechac¨¦ la idea. Me di cuenta de la importancia del festival para Granada -no s¨®lo la que tiene sino la que le dan los aficionados- y de que est¨¢bamos en la frontera entre el pesimismo y el desastre. No pod¨ªa pedir un a?o de tiempo para recobrar la econom¨ªa y me decid¨ª por apostar justamente por lo contrario: reducir el precio, multiplicar los conciertos gratuitos y ofrecer el festival como una fiesta de todos, pero con la colaboraci¨®n de todos", explica Aracil.

M¨²sica andalus¨ª

La cohesi¨®n con que Aracil explica la programaci¨®n impide pensar justamente en lo contrario: una improvisaci¨®n obligada a causa de la ca¨ªda de las subvenciones. La sesi¨®n de m¨²sica andalus¨ª, las dos de flamenco y las dedicadas al repertorio vocal de los siglos XV y XVI representan, seg¨²n el director, la peculiaridad que diferencia el de Granada de los otros festivales de la asociaci¨®n europea. Que tales actuaciones sean m¨¢s baratas que la contrataci¨®n de una orquesta sinf¨®nica, por ejemplo, es un rasgo secundario."No se trata de una opci¨®n limitada a este a?o, pues estamos sentando las bases del festival del futuro, un festival puntero en el conjunto de los europeos que destaque por algo propio. A los atractivos de la ciudad en s¨ª hay que a?adir los del festival, que no s¨®lo se debe limitar a la m¨²sica y la danza sino tambi¨¦n a la pintura",dice. De hecho, este a?o el festival ha organizado una exposici¨®n de Palazuelo en un palacio del siglo XV en el Albaic¨ªn.

La celebraci¨®n del D¨ªa Europeo de la M¨²sica ha sido otro alarde imaginativo. Con once concertistas noveles, la agrupaci¨®n coral de Juventudes Musicales y la Orquesta del Conservatorio de Granada Aracil ha urdido una curiosa jornada. A mediod¨ªa de hoy, uno tras otro, actuar¨¢n en el auditorio Manuel de Falla; al anochecer ocurrir¨¢ lo contrario, cada uno tocar¨¢ en un lugar distinto de la ciudad, de forma que se produzca "un concierto inabarcable" en el tiempo, que obligue a elegir.

La ¨®pera es el reto que se plantea Aracil para el futuro. El compositor madrile?o no se conforma sin embargo con una funci¨®n habitual, sino m¨¢s bien con una representaci¨®n sin parang¨®n: montajes callejeros con escenograf¨ªa y direcci¨®n art¨ªstica propias. Ideas no le faltan a Aracil, que desde que se incorpor¨® al festival de Granada a comienzos de este a?o, no ha parado de repartirlas con un indeclinable optimismo y una rara generosidad.

"Granada es la puerta de Am¨¦rica respecto a los festivales europeos y es una circunstancia que hay que aprovechar. El de Granada tendr¨ªa que ser el certamen por donde pasara a Europa la m¨²sica americana, y digo bien, americana. No s¨®lo se trata de incorporar a Heitor Villa-Lobos o Ginastera sino tambi¨¦n, por qu¨¦ no, a Phills Glass".