George Michael pierde su juicio contra Sony

Vestido con un traje negro y camisa blanca, los ojos ocultos tras unas gafas de sol, pese a que el d¨ªa en Londres estaba nublado, George Michael, estrella del rock y sex symbol de los ochenta, escuch¨® impasible la sentencia que le condena a seguir atado a la compa?¨ªa Sony por un periodo que puede prolongarse hasta el 2003. El juez de la High Court de Londres (equivalente a la Audiencia Nacional) Jonathan Parker consider¨® falto de sustancia el recurso del otrora ¨ªdolo de jovencitas para liberarse de un contrato que, seg¨²n el artista, supone un caso de "esclavitud profesional".

Aunque, en una conferencia de prensa celebrada tras la vista, el cantante declar¨® que recurrir¨¢ la sentencia, ¨¦sta supone un serio rev¨¦s econ¨®mico -el coste del juicio, que ha durado seis meses, se aproxima a los 600 millones de pesetas- y moral para el autor de Faith.El descalabro es considerable, aunque el cantante, cuya fortuna personal se valora en unos 14.000 millones de pesetas, ha asegurado que su batalla contra Sony no era por problemas de dinero, sino de libertad.

Pese al relativo poco ¨¦xito de su ¨²ltimo ¨¢lbum, Listen without prejudice, publicado en 1990, George Michael, de 30 a?os de edad, sigue siendo una estrella indiscutible. Centenares de fans acompa?aban ayer al cantante a la entrada del tribunal, literalmente tomado por los periodistas. Michael, acompa?ado por su abogado Mark Cran, escuch¨® impasible la sentencia, de 270 p¨¢ginas, que le impide volver a grabar con otra compa?¨ªa que no sea Sony.

Dif¨ªcil situaci¨®n para el artista, que ha acusado a los directivos de esta compa?¨ªa, con la que renegoci¨® en 1988 su contrato de 1984 con CBS, de impedirle cambiar su imagen de sex symbol por la de un autor m¨¢s serio y profesional.

Sin garant¨ªas

"De hecho, no tengo la menor garant¨ªa de que a partir de ahora mi trabajo se edite. Si Sony lo rechaza, no se publicar¨¢ nunca", declar¨® ayer, visiblemente decepcionado. George Michael, de origen grecochipriota y cuyo verdadero nombre era Georgios Kyriacos Panayiotou, que salt¨® a la fama a mediados de los ochenta como l¨ªder del grupo Wham! -del que se separ¨® en junio de 1986-, estaba ligado a la compa?¨ªa CBS, adquirida por Sony en 1988.Desde entonces, las relaciones del cantante con la nueva empresa han ido de mal en peor. Si bien su primer ¨¢lbum en solitario, Faith, fue un enorme ¨¦xito, con una venta de 14 millones de copias en todo el mundo, su ¨²ltima creaci¨®n, Listen without prejudice, de 1990, apenas super¨® los seis millones de discos.

El cantante atribuye este relativo fracaso a la falta de promoci¨®n del disco, debido a su negativa a lanzarlo con un v¨ªdeo, tal y como quer¨ªa su casa discogr¨¢fica. Una acusaci¨®n rechazada por Sony, cuyos directivos se limitaron ayer a hacer p¨²blica una declaraci¨®n oficial: "Respetamos mucho a George Michael y su capacidad art¨ªstica, y deseamos continuar nuestra relaci¨®n con ¨¦l".

El juicio, que ha durado 74 d¨ªas, ha sido seguido con gran atenci¨®n por las estrellas de la m¨²sica pop, puesto que de haber ganado George Michael la batalla legal hubiera creado precedentes para que otros cantantes tomaran una medida similar. Ahora, la sentencia del juez Parker supone un claro respaldo a las compa?¨ªas discogr¨¢ficas, algunas de las cuales se han enfrentado ya a situaciones similares a la vivida por Sony con George Michael. Otras estrellas del rock han tenido m¨¢s suerte a la hora de renegociar sus lazos profesionales con sus casas discogr¨¢ficas, como ha sido el caso de Prince con Warner.