Habr¨¢ que contar con Nigeria

Corr¨ªa el minuto 37. El ¨¢rbitro costarricense decret¨® una falta a favor de Bulgaria en la periferia del ¨¢rea nigeriana. Hristo Stoichkov se agacha, semicierra los ojos y apunta. El observador de la FIFA, sentado a mi lado, exclama: "?Pero es indirecta! El ¨¢rbitro tiene el brazo levantado, pero nadie se entera. Stoichkov produce un tiro magistral. De libro. Corre hacia la banda, se abraza con sus compa?eros y festeja el gol, pero tampoco se ha enterado. El ¨¢rbitro y el observador de la FIFA ten¨ªan raz¨®n. Se anula el golazo y, en ese momento, se rinde Bulgaria. Stoichkov y sus compa?eros acabaron goleados por una selecci¨®n nigeriana que lanz¨® un serio aviso.Habr¨¢ que contar con el campe¨®n nigeriano. Su seleccionador, el holand¨¦s Clemens Westerhof, contribuy¨® generosamente a la fiesta. Aline¨® a tres delanteros -Yekini, Amokachi y Amunike- capaces de combinar artes marciales con el baile de sal¨®n. T¨¦cnicamente no deben envidiar a nadie; f¨ªsicamente son los m¨¢s poderosos. Y el calor es un aliado.

Bulgaria confirm¨® las sospechas: posee talento e instinto asesino, pero no sabe salvaguardar la retaguardia. Nigeria, con un toque delicioso y atrevido, no necesit¨® de grandes complicaciones para desatar el flojo nudo defensivo b¨²lgaro. Se bast¨® con balones colocados a los espacios y a esperar para que la potencia y velocidad atacante hiciera el resto.

Y una recomendaci¨®n: no perderse el Argentina-Nigeria.