Tener o no tener
Las normas, se tienen o no se tienen. Lo que no vale es tenerlas a veces, es decir, respetarlas cuando no molestan ni causan perjuicio, y salt¨¢rselas cuando suponen un problema. Y eso es lo que ha hecho EL PA?S: ha ignorado una de sus reglas internas porque en esta ocasi¨®n respetarla supon¨ªa un l¨ªo.El Libro de estilo, en su cap¨ªtulo m¨¢s importante, dice muy claramente que durante las campa?as electorales la publicidad pol¨ªtica no podr¨¢ emplazarse en las p¨¢ginas dedicadas a esta informaci¨®n. Los lectores de la edici¨®n. andaluza han comprobado que una cosa son las palabras y otra los hechos. Durante tres d¨ªas consecutivos (6, 7 y 8 de junio), el suplemento de Andaluc¨ªa incluy¨® publicidad electoral en las mismas p¨¢ginas dedicadas a informar de los comicios.
La Defensora del Lector ha pedido al director de Publicidad, Ricardo Casillas, que les explique lo ocurrido: "Los originales de esos anuncios llegaron con retraso y no hab¨ªa casi tiempo para cerrar la edici¨®n. Con esto no pretendemos justificar lo injustificable. Pedimos disculpas y estaremos pendientes para que no vuelva a ocurrir con motivo de futuras campa?as electorales".
Disculpas debemos pedir tambi¨¦n, y abundantemente, por la colecci¨®n. de faltas de ortograf¨ªa y errores variados que han aparecido publicados en las ¨²ltimas semanas. He aqu¨ª la lista de los casos m¨¢s graves:
Nadie and¨®. En la cr¨®nica de f¨²tbol del partido EE UU-Suiza, publicada el pasado 19, apareci¨® la siguiente barbaridad: "El grupo and¨® replegado". Numerosos. lectores pidieron que se recuerde a la secci¨®n de Deportes que se trata de un verbo irregular y que lo correcto es anduvo.
No se deshaucia. El 6 de junio, en el suplemento Ciudades de la edici¨®n nacional, se public¨® el siguiente titular a dos columnas: "Los deshaucios en Madrid por impago de alquileres e hipotecas se duplican". Lo correcto es desahucios. No se trataba de un error mecanogr¨¢fico provocado por la prisa porque la palabra se repet¨ªa en el texto exactamente diez veces. Y las diez, con la misma falta.
Extra?a farmace¨²tica. La secci¨®n de Sociedad public¨®, nada menos que en un titular a cuatro columnas, esta extra?¨ªsima palabra. Con lo f¨¢cil que es decir farmac¨¦utica.
Mibura no tiene toros. Miguel Mihura fue un maravilloso autor teatral al que gustaban las corridas de toros. Pero jam¨¢s tuvo una ganader¨ªa. As¨ª que el rey Juan Carlos no pudo "arrimarse a la mihurada con la que la Feria de San Isidro ha rematado el festival taurino 1994", como se public¨® en la p¨¢gina 49 el pasado d¨ªa 10. La ganader¨ªa, como recordar¨¢n ustedes, se llama Miura, sin m¨¢s.
Por ¨²ltima vez, los pandas no son osos. Antonio Manteca Gonz¨¢lez, de M¨¢laga, est¨¢ muy enfadado "por la man¨ªa de EL PA?S de confundir a los pandas". "Por ¨²ltima vez, no son osos ", escribi¨® tres veces en una semana. Tantas como se equivoc¨® este pe¨ªri¨®dico.O¨ªr peri¨®dicos
Ahora me van a permitir que plantee dos problemas ling¨¹¨ªsticos, suscitados por dos lectores y que me parecen especialmente interesantes. Tratan del innecesario uso de una palabra inglesa, cuando existe equivalente en espa?ol, y del uso incorrecto, pero socialmente aceptado, de una palabra castellana.
?Bullying o simplemente abusones? "Es un fen¨®meno tan poco estudiado que a¨²n no cuenta con un vocablo propio en Espa?a. En Inglaterra se llama bulling, escrib¨ªa el domingo 19 C¨¦sar D¨ªaz en la secci¨®n de Sociedad. "?C¨®mo que no existe un vocablo en castellano?", pregunta Waden Bergh. "En ingl¨¦s el verbo to bully significa abusar, y bullying son los actos de las personas que intimidan y abusan. A esas personas, los ni?os que no saben ingl¨¦s les llaman simplemente abusones ".
Si EL PA?S se empe?a, protesta Waden Bergh, la palabra bullying puede convertirse en poco tiempo en un nuevo barbarismo.
?Tiene audiencia un diario? Dif¨ªcilmente, a no ser que las radios tengan lectores, asegura Horacio Fern¨¢ndez Mari?o, de Mallorca. Desde un punto de vista ling¨¹¨ªstico, tiene raz¨®n: audiencia significa "conjunto de personas que atienden en un momento dado un programa de radio o de televisi¨®n" (Diccionario de la Real Academia).
La Defensora del Lector constata que la palabra audiencia referida a medios escritos se ha empleado siempre en EL PA?S y ha preguntado por qu¨¦. "Porque es' la palabra que utilizan todos los institutos y organismos que controlan el n¨²mero de lectores. de cada diario", explica Joaqu¨ªn Prieto, redactor-jefe responsable del ¨¢rea de Comunicaci¨®n. Seg¨²n Prieto, "probablemente es la palabra que deja m¨¢s claro, ante el lector, que la audiencia de peri¨®dicos es un dato investigado v¨ªa encuesta, lo mismo que la audiencia de radio y televisi¨®n. Aunque todo, se puede y se debe mejorar".
Jos¨¦ Ignacio Wert, experto en estudios de mercado y medici¨®n de audiencias, ampl¨ªa la explicaci¨®n: "Creo que ling¨¹¨ªstica y etimol¨®gicamente el lector tiene raz¨®n, pero lo cierto es que en espa?ol se ha extendido el uso social de audiencia para todos los medios de comunicaci¨®n, tanto el¨¦ctricos como escritos. En franc¨¦s es lo mismo".
En ingl¨¦s, no: utiliza dos palabras distintas, audience (para medios audiovisuales) y readership (para medios escritos).
Resulta dif¨ªcil comprender por qu¨¦ no sucede lo mismo en espa?ol: te¨®ricamente no hay raz¨®n por la que no se deba decir "la radio o televisi¨®n con mayor audiencia " y "el peri¨®dico o la revista de mayor lectura " o "m¨¢s le¨ªdo".
Este departamento propondr¨¢ que en la pr¨®xima revisi¨®n del Libro de estilo de EL PA?S se estudie y debata la queja de Horacio Fern¨¢ndez.
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