Uno contra once
LOS JEFES de Estado y de Gobierno que el d¨ªa anterior hab¨ªan celebrado la adhesi¨®n de cuatro nuevos pa¨ªses a la Uni¨®n Europea y el acuerdo de cooperaci¨®n con Rusia se despidieron ayer con la palabra "crisis" en los labios. ?sa fue la f¨®rmula que, entre otros, utilizaron Mitterrand y Gonz¨¢lez al finalizarla cumbre celebrada este fin de semana en la isla griega de Corf¨². Y es que los asistentes se separaron sin haber podido designar al sucesor de Jacques Delors al frente de la Comisi¨®n Europea.Un acuerdo sobre esta delicada cuesti¨®n hubiera servido para paliar la tormenta que se abate sobre la construcci¨®n europea como resultado del incremento del euroescepticismo en las opiniones p¨²blicas, las dudas sobre la viabilidad del Tratado de Maastricht, el desgaste pol¨ªtico interno de diversos Gobiernos y la lentitud y nulos efectos en la creaci¨®n de empleo de la recuperaci¨®n econ¨®mica. Pero no pudo ser as¨ª: cuando hasta Italia, Espa?a y Holanda hab¨ªan dado su brazo a torcer, cuando los otros candidatos -el holand¨¦s Ruud Lubbers y el brit¨¢nico Leon Brittain- se hab¨ªan retirado y parec¨ªa imponerse el nombre del belga Jean-Luc Dehaene como sustituto de Delors, el primer ministro brit¨¢nico, John Major, esgrimi¨® un veto definitivo y rompi¨® la baraja.
El primer ministro brit¨¢nico, en el momento m¨¢s bajo de su mandato, considera que su colega belga, Dehaene, "no es la persona adecuada para este trabajo", en contra del criterio de 11 pa¨ªses. Major, partidario ferviente de reducir Europa a una mera colaboraci¨®n intergubernamental que opere sobre una zona de librecambio econ¨®mico, apela ahora a la necesidad de una elecci¨®n del presidente de la Comisi¨®n m¨¢s transparente y democr¨¢tica. Es improbable, sin embargo, que la elecci¨®n de esa figura por un Parlamento Europeo con poderes muy reforzados o por todos los ciudadanos de la Uni¨®n por sufragio universal suscitara el entusiasmo de Major y su partido.
En realidad, la tozudez de Major en Corf¨² parece destinada al consumo interno: es un modo de intentar reafirmar su liderazgo en el Partido Conservador al dar la imagen de. que puede ser un negociador tan duro como su predecesora, Margaret Thatcher. Los primeros aplausos a su conducta procedieron de lord Tebbit, brazo derecho de Thatcher y principal portavoz del euroescepticismo conservador.
Major sume a la UE en un embrollo que s¨®lo tiene una salida: la rendici¨®n de una de las dos partes. O los 11 pa¨ªses se rinden y acceden a buscar un candidato de compromiso o Major tiene que tragarse el sapo, uno m¨¢s en su larga cuenta. Kohl, que presidir¨¢ la Uni¨®n a partir del pr¨®ximo 1 de julio, tiene intenci¨®n de no dejar que la situaci¨®n se pudra. Ayer mismo anunci¨® su voluntad de convocar una cumbre extraordinaria para el 15 de julio con ese ¨²nico punto en el orden del d¨ªa. Si, en las dos pr¨®ximas semanas, Par¨ªs y Bonn renunciaran a su apuesta por el candidato Dehaene, Major recuperar¨ªa el terreno perdido en sus guerras internas con el ala m¨¢s derechista del Partido Conservador y adquirir¨ªa el prestigio de un matagigantes. En ese caso es muy probable que, a cambio, el primer ministro brit¨¢nico estuviera dispuesto a pagar el precio de dar su visto bueno a un nuevo candidato que fuera tan o m¨¢s federalista que Dehaene.
En cualquier caso, las opiniones p¨²blicas de los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n han recibido un p¨¦simo mensaje de la cumbre de Corf¨². Menos de dos semanas despu¨¦s de unas elecciones europeas caracterizadas por el abstencionismo y la preocupaci¨®n por los respectivos problemas nacionales, la reuni¨®n de la isla griega ha reforzado desagradablemente la imagen de un club de ego¨ªstas e irascibles pol¨ªticos, eternamente enfurru?ados en sus secretas deliberaciones. Es injusto. Tanto Holanda como Italia han hecho gala de responsabilidad al retirar finalmente sus obst¨¢culos y renunciar al derecho de veto. El propio comisario europeo Brittan, que ha retirado su candidatura despu¨¦s de una campa?a honesta y transparente, ha dado prueba de gran sensatez. Gonz¨¢lez, por su parte, ha demostrado m¨¢s iniciativa que en pol¨ªtica interna, desempe?ando un papel importante en la retirada de la candidatura de Lubbers y en la obtenci¨®n del consenso final de los 11 socios de buena fe.
Ahora debe mover pieza quien ha creado la crisis. No basta con denunciar que el eje franco-alem¨¢n pretende imponer un candidato a los otros socios. Major debe decir qui¨¦n es el suyo y cu¨¢l la salida que ofrece a la Uni¨®n Europea. En caso contrario dar¨¢ toda la raz¨®n a Kohl, que ha calificado de "loca y primitiva" la denuncia obsesiva de la amistad entre Bonn y Par¨ªs, una amistad que todos los aut¨¦nticos europe¨ªstas saben que es el gran pilar de la paz, la estabilidad y el desarrollo en nuestro continente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.