Bergkamp ejerce de Caminero ante Marruecos
Holanda pas¨® apuros, pero gan¨® el grupo y se encontrar¨¢ con Irlanda en octavos
Los holandeses errantes, o err¨¢ticos, o llenos de errores. Es un equipo con una vena singular. Toda su colecci¨®n de buenos jugadores no da para formar una buena selecci¨®n. Son Espa?a con un poco m¨¢s de estilo, de cuidado por las formas. Pero es el mismo equipo disgregado, confundido, desaprovechado. Una pena, porque el f¨²tbol holand¨¦s siempre ofrece una promesa de calidad. Quiz¨¢ en la segunda fase las piezas se conecten, brote el f¨²tbol y vuelva un equipo renovado.Marruecos puso a los holandeses en el apeadero del Mundial durante la primera parte. Cada carrera era un sufrimiento para la defensa, especialmente para Koeman, cada vez m¨¢s expuesto frente a cualquier jugador r¨¢pido. Siempre tuvo cemento en la cintura y sufri¨® el efecto de su lentitud, pero a estas carencias empieza a unir la carga de la edad. Con todo ha sido un jugador imponente, lleno de presencia y clase. Un ganador y una garant¨ªa para sus equipos. Sus defectos nunca han sobrepasado la enorme magnitud de sus cualidades.
Ahora la erosi¨®n de Koeman delata m¨¢s sus dificultades. Todos los pases profundos al r¨¢pido delantero centro marroqu¨ª provocaron una alarma en la defensa holandesa. Pero estos equipos siempre pagan en la Copa del Mundo el precio de su ingenuidad. La historia no les acompa?a en el ¨¢rea y permiten la supervivencia de los que tienen la tradici¨®n de su parte. Lo que no sirvi¨® a Marruecos fue aprovechado por Holanda para adelantarse con el gol de Bergkamp, el primero que marca en el Mundial. Bergkamp tiene la oportunidades de reivindicarse en Am¨¦rica. Es un buen futbolista, sin duda, aunque no tiene la categor¨ªa de los grandes astros. Pero es muy bueno. Su problema es que viene herido de Italia, debilitado por un a?o de aburrimiento en el Inter. Su intenci¨®n es evidente: quiere retomar el f¨²tbol que perdi¨® en el vestuario de San Siro, donde, un entrenador ha hecho todo lo posible por destruir su carrera y su credibilidad como jugador. En la selecci¨®n holandesa, Bergkamp est¨¢ varios cuerpos por encima de sus compa?eros. Pero necesita progresar r¨¢pidamente por esta v¨ªa, demostrar a la cr¨ªtica que es un futbolista de gran peso, capaz de competir con toda la saga de estrellas que ha alumbrado este Mundial.
El gol de Bergkamp no apacigu¨® el partido. Marruecos contest¨® inmediatamente con una jugada muy caracter¨ªstica de las dificultades de la defensa holandesa. El pase largo, la carrera, la pelota cruzada y la llegada desde atr¨¢s de Nader. Cada vez que ocurre algo parecido, Holanda camina por el alambre, con m¨¢s posibilidades de caer al vac¨ªo que de mantener el equilibrio. Eso en el apartado defensivo.
Con la pelota no pudo dar tres pases seguidos. Ten¨ªa problemas en casi todos los aspectos del juego. Recordaba la pobreza t¨¢ctica de Espa?a, aunque el paisaje general era menos miserable. En esto de las ruinas tambi¨¦n hay categor¨ªas, y por ahora la de Espa?a es absoluta.
El equipo holand¨¦s salv¨® finalmente los muebles con una excelente jugada de Bergkamp, una acci¨®n que parec¨ªa sacada de otro partido. No cuadraba una acci¨®n de estilo en un encuentro tan pobret¨®n. Pero ocurri¨®. Bergkamp dibuj¨® con pincel donde los otros hab¨ªan dado brochazos. Entr¨® con potencia y clase por el callej¨®n del diez, levant¨® la ceja y tir¨® el pase, atr¨¢s, a Roy, que pas¨® el bal¨®n a la red. All¨ª estaba la trabajosa victoria de un equipo trabajado.
La inc¨®gnita ahora es saber si Holanda, con tan poco bagaje y tan lejos de lo que fue, sobrevivir¨¢ mucho tiempo. Para empezar tiene en octavos de final la inc¨®moda prueba de Irlanda.
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