Llora por m¨ª, Argentina

As¨ª habr¨¢ ca¨ªdo la tarde sobre Buenos Aires cuando muri¨® Carlos Gardel, en junio de 1935. As¨ª abrigaba la pena en pleno invierno, como una bufanda , cuando el 1 de julio de 1974, hace hoy 20 a?os, por la cadena nacional se comunic¨® que hab¨ªa muerto Juan Per¨®n. As¨ª se apaga hoy la ciudad, lenta, fr¨ªa y silenciosa. A esta hora, poco despu¨¦s de las ocho de la tarde, cuando la selecci¨®n de f¨²tbol va a jugar su partido frente a Bulgaria, no queda un alma en las calles ni un coraz¨®n argentino que no se sienta tremendamente triste.Por los ni?os, los adolescentes que lloraban y no pod¨ªan terminar lo que pensaban decir cuando los puestos m¨®viles de las emisoras de radio quer¨ªan recoger sus testimonios. Por las mujeres y los hombres que dejaban sus mensajes grabados con la esperanza de que le llegaran directamente a Diego Maradona, tal como promet¨ªan los presentadores: "Diego, te queremos, te queremos, te queremos", "fuiste, sos y ser¨¢s y el mejor".

La sinton¨ªa musical de la mayor¨ªa de los programas era Dale alegr¨ªa a mi coraz¨®n, el tema que Fito P¨¢ez, uno de los m¨²sicos de rock m¨¢s populares del pa¨ªs y de Suram¨¦rica, le dedic¨® especialmente y que dice en su estribillo: "Dale alegr¨ªa a mi coraz¨®n / es lo ¨²nico que te pido / al menos hoy. Y ya ver¨¢s / que afuera se ir¨¢n las penas y el dolor". La canci¨®n de P¨¢ez se repet¨ªa una y otra vez como el c¨¦lebre Adagio de Albinoni para cuerdas y ¨®rganos cuando muri¨® Per¨®n.

Los estados de ¨¢nimo fueron cambiando a medida que se precisaba la informaci¨®n que llegaba desde Estados Unidos. A la sorpresa un¨¢nime, a la incredulidad del mi¨¦rcoles por la noche, le sucedi¨® la incertidumbre de ayer por la ma?ana, cuando todav¨ªa cab¨ªa la esperanza de que en verdad se tratara de un error o una infracci¨®n menor, un desliz, una equivocaci¨®n, algo que no fuera lo que todos present¨ªan que pod¨ªa ser.

El segundo an¨¢lisis demostraba que Maradona consumi¨® un c¨®ctel de drogas. En principio la comisi¨®n de la FIFA pens¨® en castigarlo con cuatro a?os de suspensi¨®n y fue Grondona el que con su decisi¨®n logr¨® postergar la sanci¨®n disciplinaria. En declaraciones posteriores, el presidente de la AFA, Julio Grondona, dijo que conoc¨ªa "muchos entretelones" de este caso, pero que no los iba a revelar porque "le har¨ªa mucho mal al f¨²tbol argentino".Pero Grondona no podr¨¢ callar por mucho tiempo lo que todos los periodistas deportivos argentinos saben: que Maradona no hab¨ªa logrado cortar su adicci¨®n a pesar de los tremendos esfuerzos que hizo para librarse de las drogas.

Las cr¨ªticas, todav¨ªa larvadas porque todo depende de c¨®mo le vaya a la selecci¨®n en lo que resta de la Copa del Mundo, se han dirigido tambi¨¦n al entrenador Alfio Basile y a su cuerpo t¨¦cnico, incluido el m¨¦dico y el preparador f¨ªsico, que no ha podido nunca controlar a Maradona ni someterlo al mismo r¨¦gimen de trabajo que tuvieron los dem¨¢s.

Todo parec¨ªa estar bien en este pa¨ªs hasta anteayer. Nadie se explica de d¨®nde vino ni c¨®mo se abati¨® de pronto sobre todos semejante dolor.