El d¨ªa m¨¢s grande
Lil¨ª ?lvarez ya estar¨¢ tranquila. Desde los a?os veinte, cuando jug¨® y perdi¨® en tres finales de Wimbledon, la legendaria tenista espa?ola no se ha cansado de repetir que el ¨²nico triunfo realmente importante era el de Wimbledon. Cuando Arantxa S¨¢nchez Vicario venci¨® en Roland Garros en 1989, Lil¨ª ?lvarez fue la ¨²nica que rompi¨® la euforia: "Est¨¢ muy bien, pero hay que ganar en Wimbledon", dijo.Ya est¨¢. En el a?o m¨¢gico del tenis espa?ol ni siquiera Wimbledon se ha podido resistir. Conchita, oscurecida por los ¨¦xitos tempranos de Arantxa, se ha sumado a la gran fiesta. Tres t¨ªtulos del Grand Slam en un mismo a?o, y ganados todos por jugadores distintos, es algo tremendo. No hay deporte en Espa?a que tenga ahora mismo un potencial similar al del tenis. Y tanto Conchita como Arantxa y Bruguera son menores de 23 a?os...
Adem¨¢s, a Conchita, como a Arantxa en Roland Garros 1989, le sali¨® una final perfecta. Es una privilegiada, porque ha vivido en la realidad el mejor de sus sue?os: ganar a la diosa Martina, nueve veces campeona del torneo. En su sue?o perfecto, a Conchita le sal¨ªa un partido como el de ayer: duro, largo, competido, jugado con un enorme talento por las dos finalistas, sin tregua. Conchita se imaginaba a Martina subiendo una y otra vez y a s¨ª misma super¨¢ndola mil veces con su extraordinario passing de rev¨¦s. En su sueno, adem¨¢s, Conchita sonre¨ªa.
?La vieron ustedes ayer? Conchita, habitualmente taciturna y con gesto adusto, no par¨® de sonre¨ªr. Estaba disfrutando. Y una jugadora, como ella, con una calidad enorme, s¨®lo necesita ambici¨®n para llegar a la cima. Conchita siempre ha tenido m¨¢s talento que Arantxa, pero le ha faltado el coraje y la garra extraordinaria de la menor de los S¨¢nchez Vicario. Ayer los tuvo. Y por eso se convirti¨® en la jugadora perfecta. Los golpes de Conchita, con la garra de Arantxa. Ni siquiera Martina, la gran dominadora del drama (se fue al lavabo y dej¨® sola a la espa?ola en el momento clave para que se le viniese encima toda la responsabilidad), pudo con ella. Conchita ya ha derrotado a un mito en su altar de hierba. A partir de ahora puede ganar a cualquiera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.