Demasiadas gallinas
Alemania vive perpleja la eliminaci¨®n de su selecci¨®n
Perplejos y sin palabras se quedaron los alemanes tras la inesperada derrota ante Bulgaria. Queda abierto el debate sobre la renovaci¨®n del equipo nacional y el seleccionador Berti Vogts no parece inclinado a dimitir, mientras su antecesor Franz Beckenbauer asegura que no volver¨¢ a ocupar el cargo. La mayor¨ªa de las cr¨ªticas se concentran sobre el centrocampista Andreas Moller.El cabezazo del calvo Letchkov, que juega en la Bundesliga, el mismo que hab¨ªa provocado un penalti Ue los que casi nunca se pitan, dej¨® casi sin habla a los comentaristas de la segunda cadena p¨²blica alemana (ZDF), hasta el extremo de que dio la impresi¨®n de que se hab¨ªa producido un corte del sonido. Con letras del tama?o de una mano, el sensacionalista Bild Zeitung apareci¨® ayer con el titular "?Raus! (Fuera). Berti eso fue todo. En tres minutos todo perdido". " 1-2: se acab¨® el sue?o" titulaba tambi¨¦n con letras enormes Express en primera p¨¢gina. M¨¢s cruel fue la broma de un reportaje en la televisi¨®n con el sonido legendario del locutor Herbert Zimmermann en la final del mundial de 1954, cuando hace 40 a?os Alemania qued¨® campe¨®n del mundo tras derrotar (3-2) a Hungr¨ªa en Berna. Los gritos desaforados del Mat¨ªas Prats alem¨¢n, que gritaba "?Aus!, ?aus!, das Spiel ist aus!" (Se acab¨®, se acab¨®, se acab¨® el partido) los mezcl¨¦ la televisi¨®n con las im¨¢genes de los alemanes por los suelos tras la derrota ante Bulgaria. No pod¨ªa representarse de forma m¨¢s palpable el contraste entre los h¨¦roes de Berna, s¨ªmbolo de la primera victoria de Alemania tras la derrota en la guerra, con la de esta nueva colecci¨®n de figuras prepotentes y arrogantes.
"Hab¨ªa entre los nuestros demasiadas gallinas", titula en sus p¨¢ginas interiores Bild con una cita del entrenador Rudi Gutendorf. Tambi¨¦n se puede traducir por maricas o por cobardes la expresi¨®n empleada por el ex-entrenador del Valladolid, al comentar el partido contra Bulgaria: "Los b¨²lgaros eran hombres aut¨¦nticos y entre los nuestros hab¨ªa demasiados maricas". Durante las tres semanas transcurridas desde el inicio del Mundial apenas llegaron a Alemania informaciones sobre las peleas, rencillas y escandaletes dentro de la selecci¨®n. Formaci¨®n de clanes con los viejos por un lado y los j¨®venes por otro; l¨ªos con las esposas de los futbolistas; expulsi¨®n de Stefan Effenberg del equipo por mostrarle el dedo coraz¨®n estirado a los hinchas alemanes que le abucheaban y hasta una disputa sobre una posible dimisi¨®n de Berti Vogts en v¨ªsperas del partido contra Bulgaria. No falt¨® nada para alterar la paz de la concentraci¨®n, pero no se trataba de hechos in¨¦ditos. En el Mundial de Espa?a el consumo de vino y compa?¨ªa se med¨ªa en litros y las timbas en Gij¨®n duraban hasta la madrugada, pero el equipo lleg¨® a la final. En M¨¦xico varios futbolistas se escaparon en busca de sexo pagado y el portero suplente Stein calific¨® de "payaso" a Beckenbauer y tambi¨¦n llegaron a la final.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.