Justicia niega al Estado responsabilidad en los delitos sexuales de los presos con permiso
Los familiares de las v¨ªctimas piden participar en el seguimiento de las condenas
La solicitud de hacer al Estado responsable civil de los delitos sexuales cometidos por presos en situaci¨®n de permisos carcelarios, o en libertad condicional, es el principal punto de desacuerdo entre los dos que han ejercido de acusaci¨®n popular en algunos de. estos casos y el anteproyecto del C¨®digo Penal. As¨ª se lo hizo saber el lunes pasado en Valencia a la secretaria deEstado de Justicia, Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, el grupo de trabajo, formado por la asociaci¨®n Clara Campoamor de Euzkadi y varios abogados quienes tambi¨¦n piden participar en la ejecuci¨®n de las condenas.
Desde marzo de 1993, cuando se produjo la primera reuni¨®n en Bilbao, este colectivo -al que pertenecen tambi¨¦n los abogados de las familias Lebrato y Sangrador de Valladolid, o el del caso de las ni?as de Alc¨¢sser, entre otros-, ha ido elaborando una serie de propuestas para el nuevo texto legal, que han sido comunicadas de forma peri¨®dica a la secretar¨ªa de Justicia.Fern¨¢ndez de la Vega explic¨® que la responsabilidad civil subsidiaria del Estado s¨®lo est¨¢ prevista para delitos o faltas cometidos por funcionarios y que, desde esa perspectiva, carecer¨ªa de sentido jur¨ªdico responsabilizarle de las conductas de los presos en libertad condicional o que disfrutan un permiso carcelario. Record¨® que estos permisos no los concede la Administraci¨®n penitenciaria para que los presos delincan, sino para que se adapten a la vida en libertad, por lo que no existe una relaci¨®n inmediata que justifique la responsabilidad del Estado.
Posibles recursosEn cambio, la secretaria de Estado de Justicia admiti¨® que pueda existir una responsabilidad por la incorrecta actuaci¨®n administrativa, para lo cual los ciudadanos est¨¢n facultados para recurrir directamente a la v¨ªa contencioso-administrativa, que pr¨®ximamente va a agilizarse. Fern¨¢ndez de la Vega mostr¨® su satisfacci¨®n porque otras peticiones del colectivo jur¨ªdico han sido atendidas en el proyecto de C¨®digo Penal.
As¨ª ocurre, seg¨²n explic¨®, con la diversificaci¨®n del delito de agresi¨®n sexual y la agravaci¨®n de la pena cuando las v¨ªctimas son menores de edad; la posibilidad de que el juez decida que los beneficios penitenciarios se computen sobre el total de la pena, no sobre el l¨ªmite de los 30 a?os, o la inclusi¨®n de la pena de destierro.
Otro motivo de desacuerdo es la posibilidad de que los afectados, la familia o sus representantes legales sean consultados o simplemente avisados de los permisos concedidos a los reclusos. El nuevo texto no contempla esta propuesta de "tr¨¢mite de audiencia", en contra de la opini¨®n del grupo de trabajo formado por los juristas. En ocasiones, tales avisos se han producido, pero la posible pena de destierro es considerada por Justicia una soluci¨®n m¨¢s conveniente.
En este aspecto, Fern¨¢ndez de la Vega estim¨® que el inter¨¦s p¨²blico queda satisfecho con la presencia del Ministerio Fiscal, y que ser¨ªa muy complejo, adem¨¢s de poco conveniente, permitir tal intervenci¨®n del resto de las partes, dada la gran cantidad de permisos que se producen en un colectivo de unas 35.000 personas.
Salom¨¦ Ayo, de la asociaci¨®n Clara Campoamor, destac¨® que el borrador del nuevo C¨®digo Penal recoge en su mayor parte las sugerencias presentadas. "Existen diferencias que pueden ser calificadas de t¨¦cnicas: nosotros proponemos que el destierro se produzca de forma obligatoria en todos los casos, para evitar que la v¨ªctima o la familia vuelva a encontrarse con el agresor y que, en determinados casos, ¨¦ste sea de 10 a?os. El texto recoge cinco anos y a discreci¨®n del juez", comenta Ayo.
Tanto para este colectivo como para la secretaria de Estado, el resultado de estos encuentros s¨®lo puede ser calificado de "positivo". Fern¨¢ndez de la Vega insisti¨® en que el proyecto del C¨®digo Penal, en grandes l¨ªneas, "da un paso muy avanzado en esta materia y recoge la mayor parte de las peticiones de los afectados por estas tragedias: hay un endurecimiento sustancial de las penas y unas reglas espec¨ªficas para la concesi¨®n de permisos carcelarios".
Para Ayo, lo fundamental, aparte del incremento de las penas, es conseguir un efectivo aumento de los supuestos: "La inclusi¨®n del delito de acoso sexual en el trabajo puede ser considerado como el ejemplo m¨¢s llamativo de la nueva sensibilidad de la que se hace cargo el texto".
Todas estas peticiones coinciden con las ya formuladas por algunos familiares de v¨ªctimas de delitos sexuales, como el padre de Miriam Garc¨ªa -una de las ni?as de Alc¨¢sser-, que han reclamado un mayor control sobre los condenados por agresi¨®n sexual y han recogido cerca de tres millones de firmas para avalar su reclamaci¨®n.
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