Viejas y nuevas propuestas
Los after hours del Festival de Vitoria se est¨¢n convirtiendo en algo m¨¢s que un tomar la ¨²ltima copa con m¨²sica de fondo una vez que concluyen los maratonianos conciertos de Mendizorrotza. Con Hank Jones en un hotel y Danilo P¨¦rez-David S¨¢nchez en el otro, los m¨ªnimos estaban asegurados, Jones es un maestro indiscutible y los dos j¨®venes platinos de Nueva York empujan con decisi¨®n.Lo que ya no era tan previsible es que la fuerza del empuj¨®n de P¨¦rez y S¨¢nchez fuera realmente arrolladora. Sin lugar a dudas, la de este grupo es una de las m¨¢s renovadoras y creativas propuestas de futuro que ha pasado este a?o por el certamen alav¨¦s.
P¨¦rez y S¨¢nchez se basan en la tradici¨®n jazz¨ªstica m¨¢s ortodoxa pero la revisitan con su mentalidad latina (que no salsera) y la prolongan hacia el futuro con total libertad est¨¦tica.
Black Note
Sala ArabaMingus Big Band y B. B. King, Polideportivo Mendizorrotza Danilo P¨¦rez / David S¨¢nchez Quartet Hotel Ciudad de Vitoria Vitoria, 15 de julio.
El virtuosismo est¨¢ presente pero nunca es el protagonista de las enormes dosis de energ¨ªa que descargan una vez tras otra tanto el pianista paname?o como el saxofonista puertorrique?o. Jazz sin etiquetas, apabullante, colorista y repleto de esa belleza que corta la respiraci¨®n.
En la tarde del viernes, la otra cara de la moneda circul¨® tambi¨¦n por Vitoria. El quinteto californiano Black Note se presentaba como una alternativa de futuro, pero su m¨²sica se queda anclada en el m¨¢s t¨®pico hard bop interpretrado desde luego con solvencia, pero sin chispa. A olvidar.
Por la noche, en Mendizorrotza se alternaron dos propuestas aparentemente lejanas pero que el mismo p¨²blico hizo suyas con suma facilidad, la nueva visita de B. B. King y la ¨²ltima aventura musical de la viuda de Charles Mingus.
B. B. King y sus m¨²sicos llegaron cansados tras haber dormido s¨®lo tres horas en un ajetreado viaje. Ese cansancio fue lo ¨²nico que lastr¨®, y no demasiado, la actuaci¨®n de este mago de la guitarra.
A sus casi 70 a?os B. B. sigue siendo un joven bluesmen capaz de comunicar altas dosis de optimismo a cualquier p¨²blico. Tal vez su show se pareciera al de a?os anteriores, pero tanto da: verle sobre el escenario con esa energ¨ªa desbordante y dejarse arrastrar por el quejido hipn¨®tico de Lucille, su guitarra, es un ejercicio que conviene repetir a menudo.
La viuda de Mingus
Al morir Charles Mingus su viuda Sue se dedic¨® a perpetuar su memoria y, al mismo tiempo, a rentabilizar la ¨²nica herencia dejada por el contrabajista: es decir, sus composiciones. Primero fue la Mingus Dinasty y ahora la Mingus Big Band la que se dedica a rescatar esas partituras.El aliciente de este proyecto son unos nuevos arreglos pertrechados por m¨²sicos j¨®venes: el resultado es que ninguno de esos arreglos aporta nada al original, y finalmente son las melod¨ªas de Mingus las que acaban comi¨¦ndose a sus adaptadores.
A pesar de ello, la Mingus Big Band son¨® poderosa con la fuerza que siempre ha tenido la m¨²sica de Chalres Mingus, un buen homenaje a su memoria.
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