La reforma de la Administraci¨®n enfrenta al ministro Borrell con el vicepresidente Serra

La reforma de la Administraci¨®n ha abierto un vivo debate en el Ejecutivo que enfrenta al ministro de Obras P¨²blicas, Jos¨¦ Borrell, con el vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra. Borrell, secundado por otros departamentos, pretende que la reforma se centre en aquellos ministerios que compiten con la empresa privada -los econ¨®micos-. Su propuesta es que, para ganar eficacia de gesti¨®n, hay que apostar por la estructura de las agencias. Serra, apoyado por los ministerios de Estado -Justicia, Exteriores, Defensa...- quiere que la reforma se oriente hacia todos.

El alcance de la reforma en la Administraci¨®n perif¨¦rica del Estado es otro frente de debate. Borrell, apoyado por algunos compa?eros de gabinete, como el ministro de Trabajo, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, defiende un modelo m¨¢s centralista y se resiste a una cesi¨®n de competencias a las comunidades aut¨®nomas, mientras otros ministros, como el de Administraciones P¨²blicas, Jer¨®nimo Saavedra, o el de Agricultura, Luis Atienza, defienden una importante descentralizaci¨®n con la garant¨ªa de una fuerte presencia del Estado en los territorios. De la resoluci¨®n de estos debates dependen la aprobaci¨®n de la ley de Organizaci¨®n de la Administraci¨®n y de la ley de Gobierno, paralizadas desde hace a?os. El Gobierno pretende afrontar estas viejas tareas pendientes al regreso del verano.La reforma de la Administraci¨®n es una tarea urgente que se le plantea al Gobierno para adaptarla al Estado de las autonom¨ªas, transferido ya a las comunidades aut¨®nomas un importante volumen de competencias. El cumplimiento de las previsiones del pacto auton¨®mico de 1992 supondr¨¢ que en tres a?os la proporci¨®n de funcionarios entre las administraciones ser¨¢ abrumadoramente favorable a las comunidades aut¨®nomas sobre la Administraci¨®n central y ayuntamientos: 6-2-2. Ello obliga al Gobierno a reformar la Administraci¨®n perif¨¦rica del Estado y a eliminar numerosos organismos obsoletos.

Debates vivos

Los primeros debates que ha abierto el Gobierno sobre el alcance de la descentralizaci¨®n han tenido gran viveza. La Comisi¨®n Delegada de Asuntos, Auton¨®micos ha sido testigo de duras discrepancias entre Borrell y Serra, en las que el ministro de Obras P¨²blicas se ha resistido frente al vicepresidente del Gobierno a la modificaci¨®n de las leyes de Costas y de Puertos as¨ª como a perder el hilo conductor en el reparto de los fondos de cohesi¨®n europeos. Ambas cuestiones -fondos de cohesi¨®n y leyes de Costas y Puertos- figuran en la plataforma que Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) negocia con el Gobierno. Borrell, aunque en solitario, tambi¨¦n ha mostrado recelos al pacto del Gobierno con los nacionalistas de Jordi Pujol.

En el debate auton¨®mico se han producido algunos alineamientos. Borrell ha contado con el respaldo del ministro de Trabajo, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, quien, a su vez, ha defendido a capa y espada la no cesi¨®n del Instituto Nacional de Empleo (Inem). Serra ha obtenido apoyos de dos ministros especialmente sensibilizados con la autonom¨ªa: Jer¨®nimo Saavedra, de Administraciones P¨²blicas y Luis Atienza, de Agricultura, que antes fue consejero de Econom¨ªa del Gobierno vasco.

Otro debate que enfrenta al Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda con una mayor¨ªa de departamentos es el intento de los ministerios de dotarse de mayor autonom¨ªa en el gasto interno. Esta acumulaci¨®n de debates pol¨ªticos ha impedido que los proyectos de ley de Organizaci¨®n de la Administraci¨®n y del Gobierno, elaborados por el reci¨¦n destituido secretario de Estado de la Administraci¨®n P¨²blica Justo Zambrana, hayan visto la luz.

El proyecto de ley de Organizaci¨®n de Administraci¨®n elaborado por Zambrana pretend¨ªa no s¨®lo incorporar la gesti¨®n a los departamentos con una mayor autonom¨ªa del gasto, sino que conllevaba la funcionarizaci¨®n de figuras como el subsecretario y los di rectores generales, y la potenciaci¨®n consiguiente de los se cretarios de Estado como cargos pol¨ªticos. Numerosos mi nistros se resisten a perder el margen de maniobra para nombrar altos cargos que con llevar¨ªa la funcionarizaci¨®n absoluta de los subsecretarios para abajo. El nuevo secretario de Estado de la Administraci¨®n P¨²blica, Constantino M¨¦ndez, defiende, en este punto, el modelo de su antecesor.

El proyecto se completa en la periferia con la potenciaci¨®n de los delegados del Gobierno y la p¨¦rdida de papel pol¨ªtico de los gobernadores civiles, que vendr¨ªan a asimilarse a los prefectos franceses; esto es, funcionarios de alto nivel que concentran todas las tareas administrativas dispersas en la provincia. La potenciaci¨®n de los delegados de Gobierno se concretar¨ªa, en su posible asistencia a Consejos de Ministros, a las reuniones de las comisiones mixtas Gobierno central-auton¨®micos y a la constituci¨®n de un ¨®rgano de reuni¨®n peri¨®dica con el vicepresidente del Gobierno.