Una bomba arrasa un centro jud¨ªo de Buenos Aires
El presidente Menem decreta el cierre de fronteras tras el atentado, que ha causado por lo menos 17 muertos
La sede de la Asociaci¨®n Mutual Israelita Argentina (AMIA), un edificio de siete plantas en el barrio del Once, en pleno centro de Buenos Aires, fue totalmente destruida ayer por una explosi¨®n que estremeci¨® a toda la ciudad a las 9.55 horas (14.55 hora de Madrid) y provoc¨® tambi¨¦n el derrumbamiento parcial de otros edificios. El primer balance oficial hecho p¨²blico anoche por el Gobierno cifraba en 17 el n¨²mero de muertos y 127 el de heridos. Un desconocido Comando Isl¨¢mico se hizo responsable del atentado en una Ramada a una emisora de radio. El presidente Carlos Menem decret¨® el cierre de fronteras y, anoche, una pareja formada por un iran¨ª y una alemana fue detenida en el aeropuerto de Ezeiza, antes de ser puesta esta madrugada en libertad.
Las improvisadas cuadrillas de rescate ped¨ªan tubos de ox¨ªgeno, picos, palas y ayuda para abrirse paso entre las ruinas y llegar a los supervivientes que quedaban sepultados. Entre 80 y 100 personas estaban trabajando en la AMIA a la hora en que se produjo el estallido. El ministro de Asuntos Exteriores argentino, Guido di Tella, que lleg¨® al lugar una hora despu¨¦s. de la explosi¨®n, dijo que hab¨ªa "elementos" que hac¨ªan sospechar una relaci¨®n entre "este atentado" y el que destruy¨® completamente la sede de la Embajada de Israel en Buenos Aires en 1992. La AMIA es una asociaci¨®n mutual que atiende exclusiva mente a la comunidad jud¨ªa. Por la sede central circulan diaria mente m¨¢s de mil personas. En el edificio se da clases de hebreo a ni?os menores de 10 a?os y muchos estudiantes consultan all¨ª el archivo y la biblioteca. Tambi¨¦n se tramitan todos los servicios sociales de la comunidad, desde los centros de atenci¨®n m¨¦dica primaria hasta los asilos de ancianos y los cementerios.
"El horror, otra vez el horror", dec¨ªa el canciller Di Tella a su paso entre los escombros. Los familiares de las v¨ªctimas que le reconoc¨ªan se colgaban de los brazos de los hombres encarga dos de custodiarle para protestar a gritos por la supuesta falta de seguridad del edificio que ocupaba la AMIA. Toda la calle se convirti¨® en un infierno en las horas siguientes a la explosi¨®n. Los bomberos y la polic¨ªa ped¨ªan por altavoces que la gente abriera el paso a las cuadrillas que sacaban cuerpos muertos o heridos de entre las ruinas, y a la vez rogaban para que la multitud dejara de gritar y se pudiera localizar el lugar de donde proced¨ªan los alaridos de las personas que a¨²n estaban bajo los escombros.
Los heridos que eran recogidos en el lugar fueron llevados a hospitales de la zona y en el de Cl¨ªnicas, el m¨¢s cercano, los familiares de las v¨ªctimas desbordaron a los m¨¦dicos de guardia. Las camillas se instalaban en los pasillos y algunos de los supervivientes fueron operados de urgencia. Varios de ellos hab¨ªan perdido partes de su cuerpo o ten¨ªan los miembros mutilados. Los periodistas recogieron testimonios de personas que vieron restos humanos a m¨¢s de 100 metros de la explosi¨®n.
Polic¨ªas destrozados
El coche patrulla de la polic¨ªa que permanec¨ªa en guardia permanente ante el edificio era ahora un mont¨®n de hierros retorcidos y hab¨ªa sido despedazado junto con otros autom¨®viles estacionados en esa calle. Los dos polic¨ªas de guardia fueron arrasados por el fuego que se declar¨® tras el estallido. Los bomberos tem¨ªan que se produjeran nuevas explosiones por escapes de gas. El agua y los servicios de luz y tel¨¦fono estaban cortados en toda la zona. Las sirenas de las ambulancias, de los camiones de bomberos y los llamamientos desesperados por todas las emisoras de radio y televisi¨®n para que en los hospitales se presentaran donantes de sangre contribu¨ªan a la sensaci¨®n de caos.
Los familiares sufr¨ªan ataques de nervios y se desmayaban. El desastre que caus¨® la explosi¨®n pudo llegar a convertirse en una tragedia todav¨ªa mayor si no transcurriera en estos d¨ªas el periodo de vacaciones de invierno para las escuelas: a pocos metros de lo que fue la sede de la AMIA hay un colegio jud¨ªo al que asisten unos 200 ni?os en d¨ªas normales. En toda la zona de lo que se llama el barrio jud¨ªo de Buenos Aires funcionan comercios, restaurantes, clubes y centros religiosos israel¨ªes.
El presidente de la Delegaci¨®n de Asociaciones Israel¨ªes en Argentina (DAIA), Rub¨¦n Beraja, repet¨ªa palabras que no lograba ordenar para poder transmitir lo que de verdad sent¨ªa: "Esto es una desgracia, esto es destrucci¨®n, muerte, hay un instinto criminal, es incomprensible".
Los supervivientes que estaban trabajando en los cuartos, traseros de la primera y segunda planta del edificio dijeron que este atentado fue a¨²n m¨¢s "terrible" que el que destruy¨® la Embajada de Israel en Buenos Aires. Seg¨²n ellos, "la bomba o el coche bomba o lo que sea, estall¨® en la calle y afect¨® m¨¢s a la parte delantera del edificio, por eso se pudo salvar mucha gente que trabajaba en las oficinas de atr¨¢s".
Una empleada record¨® que, tal como hab¨ªa sucedido cuando se atent¨® contra la Embajada israel¨ª, en 1992, "en la AMIA tambi¨¦n se estaban arreglando partes del edificio y se constru¨ªan nuevas oficinas, por eso yo siempre tem¨ªa que pudiera pasar lo mismo. Cada vez que ve¨ªa llegar los camiones con sacos de cemento pensaba que no ten¨ªamos condiciones de seguridad suficientes porque all¨ª pod¨ªan llegar las bombas".
Pena de muerte
El presidente Menem asegur¨® que "los autores de estos hechos son bestias que no merecen vivir en nuestra comunidad", y volvi¨® a reclamar "la pena de muerte" para los responsables. Menem convoc¨® de inmediato a su ministro del Interior, que se encontraba de viaje a Estados Unidos, y orden¨® al Gabinete que vuelva a tratar la creaci¨®n de una "secretar¨ªa de Seguridad".
En Jerusal¨¦n, el primer ministro israel¨ª, Isaac Rabin, afirm¨® que se trata de un acto "cobarde y miserable contra objetivos civiles". El ministro israel¨ª de Salud, Efra¨ªn Sneh, aludi¨® a la responsabilidad de Ir¨¢n en el atentado El Gobierno anunci¨® que un avi¨®n militar con material sanitario saldr¨ªa hoy con destino a Buenos Aires.
Entre los m¨²ltiples comunicados de condena procedentes del mundo entero figura uno de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), que expresa su "en¨¦rgica condena ante un hecho de violencia que ceg¨® la vida de inocentes".
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