La Armada francesa captura un pesquero espa?ol cuando los boniteros devolv¨ªan 'La Gabrielle'

El conflicto pesquero franco-espa?ol se agrav¨® ayer. Una patrullera de la Armada francesa intercept¨® por la tarde en el golfo de Vizcaya un pesquero espa?ol, el Francisco y Bego?a. Pidi¨®, ayuda a la fragata militar Surcouf, con 150 marineros a bordo, que lo apres¨® por vulnerar la reglamentaci¨®n comunitaria referente al tama?o de las capturas. El pesquero espa?ol fue trasladado hasta la base militar de Lorient, cerca de Morbihan (Breta?a). Los controladores franceses afirmaron descubrir en el Francisco v Bego?a una "bodega oculta" en la que, seg¨²n fuentes gubernamentales, se ocultaba "gran cantidad de peces de tama?o inferior al permitido por la ley". Horas antes, en Burela (Lugo), los boniteros hab¨ªan entregado a las autoridades espa?olas la volandera La Gabrielle, que zarp¨® a las nueve de la noche para ser entregada a las autoridades francesas.

Los portavoces del Ministerio de Agricultura y Pesca de Par¨ªs difundieron r¨¢pidamente la captura del pesquero espa?ol en la Zona Econ¨®mica Exclusiva (ZEE) de 200 millas de aguas de uso comunitario. La interpretaron como "el primer ¨¦xito de la pol¨ªtica de firmeza del Gobierno franc¨¦s". En los telediarios de la cadena privada TF1, la de mayor audiencia, y de su filial LCI (La Cadena de Informaci¨®n), el incidente se present¨® como un triunfo militar. "Gracias a nuestra Armada de guerra, ahora empezar¨¢ a saberse qui¨¦n cumple la ley y quien no", afirm¨® un portavoz de los pescadores de la isla de Yeu, base de los barcos implicados en los choques del viernes.Con menciones a "los piratas que secuestraron La Gabrielle" y la "violencia terrible" de los pescadores espa?oles, TF-1 y LCI aderezaron la noticia del apresamiento del Francisco y Bego?a con numerosas im¨¢genes de la "batalla naval" del fin de semana, captadas por una lancha militar francesa. En las im¨¢genes seleccionadas se ve¨ªa c¨®mo los espa?oles lanzaban c¨®cteles molotov, bland¨ªan cuchillos y gritaban desde la borda.

El capit¨¢n y los miembros de la tripulaci¨®n del Francisco y Bego?a ser¨¢n juzgados por la v¨ªa r¨¢pida y el pesquero podr¨¢ volver a su puerto de amarre (en Ond¨¢rroa) cuando el armador pague la eventual fianza. El pesquero apresado por la Marina francesa no es un barco bonitero, pero su apresamiento tom¨® la forma de una represalia a la guerra del bonito iniciada con el apresamiento de La Gabrielle.

El primer ministro franc¨¦s, Edouard Balladur, contribuy¨® ayer con sus declaraciones a encrespar los ¨¢nimos. Por la ma?ana, calific¨® de "extremadamente grave" el enfrentamiento que mantuvieron pescadores espa?oles y franceses el viernes. "Que nadie dude de la voluntad del Gobierno de obtener la restituci¨®n del barco [sali¨® hacia Francia ayer por la tarde] y de cobrar las indemnizaciones correspondientes por los da?os causados por los espa?oles", dijo al t¨¦rmino de un Consejo de Ministros que presidi¨® ¨¦l mismo.

La batalla naval agit¨® pasiones a derecha e izquierda. Louis Le Pensec, ex ministro del Mar y diputado socialista, acus¨® de incompetencia al Gobierno por permitir la "agresi¨®n" de los pesqueros espa?oles. El bando conservador ped¨ªa guerra. El giscardiano Philippe de Villiers, presidente regional de La Vend¨¦e y cabecilla de los conservadores anti-Maastricht, acudi¨® el martes a la isla de Yeu para apoyar a los pescadores y tronar contra "la inacci¨®n del Gobierno". "En estos casos, es imprescindible enviar buques de guerra. Y, si es necesario, usar los ca?ones. Los piratas s¨®lo entienden el lenguaje de la fuerza", declar¨®.

Los tripulantes de los barcos Myosotis, Teddy y Fille de Suet, con base en la isla de Yeu como La Gabrielle, hicieron un relato feroz a su regreso a puerto. "Los espa?oles estaban asomados a la borda, aullando y agitando sus cuchillos", explic¨® Olivier Ricolleau, marinero del Myosotis. "Nos arrojaban todo lo que ten¨ªan a mano e intentaban prender fuego a los barcos con c¨®cteles molotov. Nos embest¨ªan, y nos indicaban con signos que nos degollar¨ªan y nos colgar¨ªan de los palos", prosigui¨®. "Si hubieran saltado a bordo de nuestro barco, nos habr¨ªan matado", a?adi¨® otro tripulante.Aunque el Ministerio de Pesca franc¨¦s sostiene la legalidad de las redes de La Gabrielle, un portavoz se?al¨® que tal vez la discrepancia entre los pescadores de un pa¨ªs y otro pudiera deberse a "un problema de interpretaci¨®n de los reglamentos". "La ley permite que los atuneros franceses lleven a bordo una segunda red de 2,5 kil¨®metros, que no puede ser utilizada salvo en caso de rotura o p¨¦rdida de la primera", explic¨®, "y si los espa?oles suman la una a la otra, aparece esa red ilegal de la que hablan".