Ni vulnerables ni cohibidos
El sujeto teclea nueve caracteres, y la impresora, tras un breve zumbido, vomita cuatro p¨¢ginas de datos personales, presididas por la leyenda "NIF 12345678-X. Emma M. I.".La totalidad de los datos se obtuvieron como consecuencia de relaciones privadas que Emma hab¨ªa libremente establecido. No son secretos -algunos constan incluso en registros p¨²blicos que cualquier ciudadano tiene derecho a consultar-. Pero ella, que quiso espont¨¢neamente ceder una informaci¨®n fragmentaria de su personalidad a cada uno de los terceros con quienes se relacion¨® en el tr¨¢fico privado, nunca tuvo intenci¨®n de facilitar ese perfil global, tan detallado como posiblemente inveraz, construido mediante cesiones de datos hasta abarcar cuatro p¨¢ginas cuya exactitud y difusi¨®n son ahora ajenas a su control.
Desconociendo que, en una situaci¨®n dada, su interlocutor podr¨ªa saber sobre ella tanto c¨®mo ella misma, Emma ser¨¢ vulnerable. Sabiendo que una compa?¨ªa mercantil tiene hoy a su alcance m¨¢s datos sobre cualquier ciudadano que la BPS [Brigada Pol¨ªtico-Social] hace 20 a?os sobre los delincuentes pol¨ªticos, que carece de certeza sobre quienes en su entorno social manejan informaci¨®n relativa a su vida privada -incluso detalles hace mucho olvidados-, o las facetas de su personalidad a que concierne esa informaci¨®n, se ver¨¢ sustancialmente cohibida en su libertad de actuar. De ah¨ª la importancia de proteger su intimidad.
. Emma somos todos para las bases de datos auto matizadas: paisanos de una misma aldea por los que no pasan los a?os. La inform¨¢tica ha roto los l¨ªmites espacio-temporales en que, por difuminaci¨®n de la noticia que a otros llegaba de nosotros, se fundaba ese concepto, hoy en, peligro de extinci¨®n, que denominamos, privacidad. El avance en el ciclo de vida de los productos destinados al tratamiento automatiza do de la informaci¨®n ha reducido a porciones infinitesimales los costes de consolidaci¨®n y actualizaci¨®n de los datos dispersos relativos a una persona concreta.
En desarrollo del mandato constitucional, la Ley Org¨¢nica Reguladora del Tratamiento Automatizado de los Datos de Car¨¢cter Personal (LORTAD) vino a establecer l¨ªmites al uso de la t¨¦cnica inform¨¢tica al objeto de preservar el derecho fundamental a la intimidad, tan n¨ªtidamente amenazado. Pero la puesta en marcha de la LORTAD, algunas de cuyas disposiciones han visto, por otra parte, cuestionada su constitucionalidad, est¨¢ resultando decepcionante, hasta el punto que ni siquiera en las administraciones p¨²blicas, te¨®ricas beneficiarias de las limitaciones de los derechos d¨¦ los particulares tachadas de inconstitucionales, estamos aplicando estricta y decididamente sus determinaciones.
En el actual contexto de imperativa y elogiable reducci¨®n del gasto, la inversi¨®n Inform¨¢tica se contin¨²a dirigiendo a la integraci¨®n de sistemas -basada muchas veces en cesiones de datos no consentidas por sus titulares-, sin que se aprecie su esfuerzo presupuestario orientado a la protecci¨®n consecuente de la privacidad de los ciudadanos. Enfrentadas al viejo dilema formulado por Wells, las administraciones p¨²blicas parecen elegir que los trenes lleguen a su hora en perjuicio de las tradicionales libertades civiles.
Al contrario, en la inteligencia de que los derechos constitucionales de los ciudadanos constituyen la base de un orden social justo, que la eficacia en el servicio de los intereses generales exigible a toda administraci¨®n p¨²blica debe lograrse sin menoscabo de las libertades, la elaboraci¨®n del proyecto de ley sobre limitaci¨®n del uso de la inform¨¢tica, que a iniciativa del Gobierno que preside Joaqu¨ªn Leguina ultiman los servicios t¨¦cnicos de la Administraci¨®n de la Comunidad de Madrid, se orienta en tomo al eje del derecho a la autodeterminaci¨®n informativa de los madrile?os, como con elocuencia ponen de relieve algunas de sus principales l¨ªneas directrices:
- El ciudadano, titular exclusivo de sus datos personales, es soberano para decidir sobre su cesi¨®n, con los ¨²nicos l¨ªmites reconocidos por los tratados internacionales en beneficio del inter¨¦s general. S¨®lo por la ley podr¨¢n autorizarse cesiones de ficheros de datos personales no previstas en la disposici¨®n que regule su creaci¨®n.
- Las posibilidades de impugnaci¨®n administrativa de la exigencia de datos no adecuados y pertinentes a la finalidad del fichero deben ampliarse, as¨ª como agilizarse los procedimientos de ejercicio de derechos de los ciudadanos.
La persecuci¨®n de infracciones administrativas no podr¨¢ esgrimirse como causa de la limitaci¨®n del ejercicio por su titular de los derechos de informaci¨®n y acceso.
- La ley establecer¨¢ las condiciones m¨ªnimas relativas a la seguridad y control de accesos a los ficheros, soporte material de la protecci¨®n de los datos personales.
De prosperar, como es deseable, esta concepci¨®n m¨¢s activa que exclusivamente garantista, el tratamiento de los datos personales de los madrile?os en el ¨¢mbito de las actuales competencias auton¨®micas,. como de aquellas cuyo traspaso se encuentra en avanza la negociaci¨®n, se sujetar¨¢, antes del final de la present¨¦ legislatura, a la m¨¢s amplia y generosa protecci¨®n, que a sus derechos, una vez votada la ley por la Asamblea, dispensar¨¢ la Comunidad de Madrid.
es secretario general de la Consejer¨ªa de Hacienda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.