El FBI extraterreste
Tele 5 compra los nuevos episodios de 'Expediente X', su serie de mayor ¨¦xito
"?Hombre, pero si son los de Expediente X! ". El encuentro se produce en uno de los pasillos del cuartel general del FBI en Washington: un agente acaba de reconocer a los protagonistas de su serie favorita. No es el ¨²nico en los despachos y laboratorios de la agencia, ya que muchos de sus colegas siguen las historias para no.dormir que la cadena Fox emite desde el pasado septiembre. Al cabo de un a?o y 25 episodios confirmado s por el ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico, la visita del equipo a los cuarteles generales es una peque?a revancha de su creador, Christ Cafter, que solicit¨® in¨²tilmente la asesor¨ªa del FBI en la serie. La raz¨®n es comprensible: no les gusta pensar que en sus casos criminales los hombres tienen, sangre roja en las venas y pasaporte terrestre, mientras que en Expediente X los hay ca¨ªdos del cielo y con diab¨®lica qu¨ªmica en su cuerpo. Y, sin embargo, la premisa de que el FB1 ha encontrado la dimensi¨®n desconocida es precisamente lo que ha hecho tan popular a la seri¨¦. Su credo, la verdad est¨¢ ah¨ª fuera, que aparece cerrando los t¨ªtulos de cr¨¦dito, lo dice casi todo. El agente del FBI Fox Mulder (David Duchovny) se encarga de los casos para los que np hay explicaci¨®n racional. Otra agente, la esc¨¦ptica Dana Scully (Gillian Anderson) es destacada por sus superiores para que trabaje con Mulder y esp¨ªe sus actividades. As¨ª que Mulder es el cr¨¦dulo y Scully y el resto de la agencia (adem¨¢s de una parte de la audiencia) representan la incredulidad con diferentes grados de resistencia al factor X. Pero siempre llegamos a las dos premisas b¨¢sicas de la serie: a) la ciencia no llega a explicarlo todo, y b) hay informaci¨®n que el Gobierno sustrae al conocimiento de los ciudadanos.Esta tensi¨®n entre verdad cient¨ªfica y conjetura es la que crea ese suspense que gana conversos no tanto al factor X como al buen entretenimiento; no tanto a la ciencia paranor mal como a ese viejo arte de contar historias bien contadas. La serie juega con esa fasci nacion que todos sentimos por lo, inexplicable y con la inquietud y perplejidad que despiertan deter minados avances cient¨ªficos en cam pos como el de la in genier¨ªa gen¨¦tica. Por otro lado, como explica el creador de Expediente X, deter minadas noticias y revelaciones sobre experimentos secretos del Gobierno norteamericano (la radiaci¨®n sobre an¨® nimos ciudadanos en los a?os cincuenta) produce m¨¢s ansiedad que ilusi¨®n por el progreso. Por eso, en los finales de cada historia de Expediente X, el caso se lo traga el Pent¨¢gono o cualquier otro aparato estatal. Por eso el ¨²ltimo episodio se bas¨® en un caso real: en febrero, en California, los m¨¦dicos de urgencias fueron gravemente afectados por las emanaciones inexplicables de un cad¨¢ver. El tel¨¦fono de Carter se satur¨® de llamadas: "?Esto es un Expediente X!"
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.