Un puente a¨¦reo comienza a abastecer Ruanda
La r¨¢pida intervenci¨®n de los ingenieros militares estadounidenses ha conseguido acondicionar el aeropuerto de la capital de Ruanda para recibir env¨ªos masivos de ayuda humanitaria. Pero la cooperaci¨®n internacional llega con cuentagotas. S¨®lo 14 aviones de carga aterrizaron en la tarde del domingo en la terminal a¨¦rea, que carece a¨²n de agua y electricidad. Los primeros 60 soldados del contigente de 600 que el Reino Unido proyecta desplegar en Ruanda emprendieron viaje ayer hacia Kigali mientras Francia confirma que aplazar¨¢ su retirada de la zona segura del suroeste del pa¨ªs centroafricano.
Por el momento, no hay evaluaciones de la ayuda que ha llegado a Ruanda tras la reapertura del aeropuerto, dirigida por 110 militares norteamericanos en apenas 24 horas. Entre los, vuelos que ya han llegado a Kigali figuran env¨ªos de Alemania, Reino Unido, Australia, Canad¨¢, de las Naciones Unidas y de organizaciones no gubernamentales. Seis de los primeros 14 aviones proced¨ªan de Estados Unidos. Hospitales de campa?a, excavadoras, plantas depuradoras de agua y algunas toneladas de alimentos han comenzado a ser depositados a pie de pista.Por ejemplo, un Boeing 707 fletado por M¨¦dicos sin Fronteras (MSF) en B¨¦lgica lleg¨® a Kigali en la ma?ana de ayer con 51 toneladas de material sanitario a bordo, sobre todo con medicinas para combatir el c¨®lera.
La entrada en servicio del aeropuerto de la capital de Ruanda permiti¨® ayer la salida de la base a¨¦rea de Mor¨®n (Sevilla) de tres aviones estadounidenses que transportaban material de apoyo log¨ªstico. En Mor¨®n siguen estacionados cuatro aparatos C-141, as¨ª como 435 militares norteamericanos.
El ministro de Exteriores, Javier Solana, anunci¨® ayer que un avi¨®n con 10 toneladas de ayuda humanitaria saldr¨¢ hoy con destino a Ruanda, en el segundo env¨ªo de cooperaci¨®n oficial espa?ola. Solana asegur¨® que la dimensi¨®n de la cat¨¢strofe hace necesario el desarrollo de una "compleja y masiva" operaci¨®n de ayuda humanitaria.
Por otro lado, 60 soldados brit¨¢nicos, los, primeros del contigente de 600 que el Reino Unido proyecta enviar a Ruanda, salieron ayer de la base de Lyneham, al oeste de Londres, con destino a Kigali. Los dos aviones H¨¦rcules que los transportaron llevaban tambi¨¦n material t¨¦cnico y sanitario, as¨ª como veh¨ªculos y maquinaria de obras.
Paralelamente, un primer contingente de 200 soldados de Ghana que participaban en las fuerzas de la la Misi¨®n de Asistencia a Ruanda de las Naciones Unidas (Minuar) en Kigali se desplazaron ayer hacia la ciudad de Gikongoro, al suroeste del pa¨ªs, dentro de la zona segura delimitada por la Operaci¨®n Turquesa de las tropas de Francia, y donde se, han refugiado. m¨¢s de de 2,5 millones de ruandeses que hu¨ªan de la guerra civil.
El primer ministro franc¨¦s, Edouard Balladur, ha confirmado que su Gobierno aplazar¨¢ la retirada de sus tropas -el mandato de la ONU para la Operaci¨®n Turquesa expira el d¨ªa 22"el tiempo necesario" para que sean relevadas por otras fuerzas internacionales, con el fin de evitar "un nuevo ¨¦xodo".
Sin embargo, Francia sigue esperando la llegada de, nuevos contingentes de la Minuar para ordenar la retirada de otros 300 o 400 de sus soldados esta misma semana. De esta, forma, Par¨ªs quiere completar la salida de casi una tercera parte de los 2.500 soldados que participan en la Operaci¨®n Turquesa. En los pr¨®ximos d¨ªa, Francia espera la llegada de 500 militares Senegal, Congo, N¨ªger y Guinea-Bissau. Precisamente ayer, un avi¨®n Jaguar del Ej¨¦rcito del Aire franc¨¦s se estrell¨® en el norte de Zaire, en el curso de una misi¨®n de de entrenamiento. El piloto result¨® ileso.
Por su parte, el secretario de Defensa de EE UU, William Perry, asegur¨® ayer en Washington, tras regresar de su visita a ?frica, que el contingente estadounidense en Ruanda se limitar¨¢ a 3.000 soldados, frente a los 4.000 inicialmente previstos.
En Nueva York, el secretario general de la ONU Butros Butros-Gali, design¨® ayer a tres personalidades africanas como miembros de la comisi¨®n que investigar¨¢ los actos de genocidio cometidos en Ruanda. Se trata de Atsu-Kofki Amega, ex ministro de Exteriores de Togo; Habi Dieng, ministra de Juiticia de Guinea; y Salifu Foma, profesor de Derecho Internacional en Mali.
Guerra de cifras
Para las v¨ªctimas de la que se considera la mayor y m¨¢s r¨¢pida cat¨¢strofe humanitaria contempor¨¢nea, la situaci¨®n ha mejorado ligeramente. La tasa diaria de mortalidad se ha reducido de L800 a 1.000 personas, aunque una grave epidemia de disenter¨ªa ha reemplezado al c¨®lera como principal problema sanitario.
Las organizaciones internacionales, adem¨¢s, parecen haberse enzarzado en una guerra de cifras para establecer un recuento de las v¨ªctimas. Mientras la Unicef, la agencia de la ONU para la infancia, ha contabilizado m¨¢s de 50.000 muertos en los campos de refugiados del noreste de Zaire, el Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR), s¨®lo refleja en sus informes 20.000 muertos. La directora del ACNUR, Sadako Ogata, asegur¨® ayer en Goma que "aunque la situaci¨®n sigue siendo mala, ahora es posible mejorarla".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.