Auto de fe
He de confesar que sigo apasionadamente el auto de fe contra A. M. Molina instigado por nuestra directora del Museo de Arte Moderno Reina Sof¨ªa, do?a Mar¨ªa Corral, por lo que se ve, una de las personas m¨¢s exquisitamente sensibles en lo que a arte de vanguardia se refiere y sin duda portadora de la llama incombustible de la verdad absoluta en dicha materia.Me parece que ya era hora de que alguien con un bagaje cultural (ah¨ª es donde le duele) cuestionara muy seriamente la absoluta y desp¨®tica validez del llamado arte de vanguardia (por desgracia, s¨®lo al alcance de una minor¨ªa reducid¨ªsima, preparad¨ªsima y sensibil¨ªsima), concretamente en su cr¨ªtica a las creaciones de Joseph Beuys.
Como celosa inquisidora, do?a Mar¨ªa, espada en mano, rauda y veloz, ha puesto, como se dice vulgarmente, a caer de un burro a quien ha tenido la osad¨ªa de alzarse contra la presunta genialidad del susodicho Beuys. ?Pobre inculto el tal Molina!
Por supuesto, he visto la exposici¨®n de marras, do?a Mar¨ªa (procuro no perderme sus montajes, a ver si con paciencia y dedicaci¨®n soy capaz de apreciar la esencia sublime que sin duda encierran), y siento decirle que yo tampoco he ca¨ªdo extasiado ante tal demostraci¨®n del genio humano, como no caigo extasiado ante la sala de los fluorescentes de su museo y como nada me dicen calcetines gigantes, televisores encendidos repitiendo la misma frase, baffles parlanchines ni tampones en burbujas de cristal.
De todas maneras, a fuerza de ver exposiciones de la m¨¢s rabiosa vanguardia, una inquietud me atormenta.
Dado el amplio espacio que este modo de expresi¨®n pl¨¢stica suele necesitar y, visto lo visto, la supuesta gran velocidad de ejecuci¨®n de tales obras (tabla por aqu¨ª, v¨ªa de ferrocarril por all¨¢, tinaja aceitera por el otro, lado), ?d¨®nde demonios vamos a poder albergar tal cumulo de. maravillas con las medidas de seguridad m¨ªnimas exigibles?
En fin, el tiempo nos lo dir¨¢.
Para acabar, y haci¨¦ndome' eco de los deseos de A. M. Molina, creo que no ser¨ªa una mala idea el habilitar una pila con agua bendita en la entrada del museo. Yo tambi¨¦n quiero santiguarme.-
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