Los reyes de la velocidad

Christie gan¨® su tercer t¨ªtulo europeo, poco para quien ya es campe¨®n ol¨ªmpico y mundial. Estaba tan seguro de conseguirlo, que se hab¨ªa hecho una camiseta con la inscripci¨®n "3 x oro (Stuttgart, Split y Helsinki)", recordando todos sus triunfos continentales, que alguien se encarg¨® de lanzarle desde la grada, nada m¨¢s cruzar la meta.Estaba todo tan previsto, que la victoria estuvo desprovista de espontaneidad. Tres salidas nulas (la segunda de Christie) ralentizaron la explosividad de la salida y el tricampe¨®n se limit¨® a ganar al final, acelerando lo justo y cuando quiso ante los hombres blancos, para llegar a la meta m¨¢s tarde de lo que ¨¦l es capaz, en 10. 14 segundos. La pr¨®xima semana har¨¢ 9.95, o menos, porque para algo le pagan m¨¢s de cinco millones de pesetas por carrera por ser uno de los hombres m¨¢s r¨¢pidos del mundo. En Helsinki no le daban m¨¢s que un t¨ªtulo; la camiseta era de encargo.

En cuanto a la prueba femenina, Irina Privalova est¨¢ alcanzando, en cambio, el protagonismo que en otras temporadas le restan las velocistas americanas. Gan¨® su primer gran t¨ªtulo, aunque s¨®lo continental, pero precisamente en el a?o que ha realizado una marca fabulosa, 10.77 segundos, que le sit¨²an como la tercera atleta m¨¢s r¨¢pida de todos los tiempos, tras Florence Griffith. (10.49) y Evelyn Ashford (10.76), ambas ya retiradas, por lo que la victoria de Privalova en los Europeos tuvo el aroma que dejan las mejores corredoras del mundo. En la final, Tarnopolskaya (Ucrania) se hab¨ªa presentado como una rival de categor¨ªa por lo mostrado en las eliminatorias; cuando coincidieron en la pista, no existi¨® m¨¢s que la hier¨¢tica dama, aunque diera a todas las dem¨¢s ventaja en la salida. Privalova sali¨® la ¨²ltima y lleg¨®, con diferencia, la primera.