Los padres espa?oles consideran que deben sacrificar por sus hijos incluso su bienestar
Asuntos Sociales analiza en un informe el entorno de los ni?os
Los padres "deben sacrificar por sus hijos, incluso su bienestar". Este abnegado concepto de la paternidad est¨¢ fuertemente arraigado en la mayor¨ªa de los padres espa?oles, sea cual sea la edad, el sexo y el estado civil, se desprende de los datos recopilados por el Ministerio de Asuntos Sociales en la ¨²ltima edici¨®n de la Infancia en cifras. La contrapartida es un cierto sentimiento de culpa, ya que s¨®lo dos terceras partes de las madres y una cuarta parte de los padres consideran que los quehaceres cotidianos les permiten un nivel suficiente de dedicaci¨®n a los hijos.
Los padres espa?oles ponen un list¨®n muy alto a su responsabilidad con los hijos. La mayor¨ªa no concibe la opci¨®n "los padres tienen su propia vida y no se les puede exigir que se sacrifiquen por sus hios". Adem¨¢s de considerar que su dedicaci¨®n por las criaturas tiene m¨¢xima prioridad, uno de cada cuatro adultos considera que no existe l¨ªmite temporal para esta responsabilidad.S¨®lo el 26% y 23, 1 % de varones y mujeres, respectivamente, cree que la mayor¨ªa de edad de los hijos marca el fin de la res ponsabilidad de los padres. El mismo sondeo apunta a que el 23,3% de varones y el 22,4% de mujeres considera que la etapa de la responsabilidad paterna se acaba en el momento en que el hijo se va a vivir por su cuenta. Es entre las mujeres que trabajan donde aumenta la proporci¨®n de partidarias de que la edad de los 18 a?os marca el fin de las responsabilidades paternas (el 31, 1 % frente al 22, 1 % de las no trabajadoras), y disminuye el n¨²mero de las favorables de las responsabilidad iimitada.
Las madres y el trabajo
La exigencia de prestar la m¨¢xima atenci¨®n al ni?o provoca a menudo la salida del mercado de rabajo de las mujeres con hijos peque?os, que vuelven a reincorporarse cuando ¨¦stos crecen. El 93% de las 55.000 personas que en 1992 hac¨ªa tres a?os que hab¨ªan dejado un empleo por "razones personales o responsabilidades familiares" eran mujeres. De ellas, las dos terceras partes ten¨ªan edades comprendidas entre los 20 y los 34 a?os. Coincide con ello el hecho de que las tres cuartas partes de los espa?oles vean como negativo o muy negativo para los menores que sus madres trabajen fuera del hogar.Los adultos ceden en su nivel de control sobre el ni?o cuando ¨¦stos tienen ya entre los 12 y los 13 a?os. A pesar de que uno de cada cinco padres considera que siempre hay que tener en cuenta. la opini¨®n del hijo para cambiar de domicilio, elegir el lugar de pasar las vacaciones, una proporci¨®n similar cree que para que su opini¨®n se convierta en una decisi¨®n, ¨¦ste debe alcanzar la mayor¨ªa de edad.
Es en torno a los 9 a?os cuando los padres presionan para que los hijos se corresponsabilicen de tareas dom¨¦sticas como el ordenar los juguetes, hacer la cama y poner la ropa en. su sitio.
La buena educaci¨®n, el sentido de la responsabilidad, la honestidad, tolerancia y respeto a los dem¨¢s son las virtudes que los adultos espa?oles intentan inculcar a los menores con los que conviven. Sin embargo, el deseo de inculcarles sus propias convicciones choca con la finalidad prioritaria de "prepararles para la vida". Consumir (84,1%), competir (82,6%), ser comunicativo (76,7%), ser interesado (75,2%) y ser realista (70,4%) son los ep¨ªgrafes que encabezan la lista de valores transmitidos a pesar de que los padres rechacen mayoritariamente el consumo y la competitividad. Frente a ello, al apartado ahorrar o compartir s¨®lo les corresponde un 15,9% y 17,4%, respectivamente.
La droga es el mayor peligro que puede acechar a la infancia y juventud, seg¨²n aproximadamente el 50% de los padres espa?oles. A mucha distancia, el alcohol, los accidentes de tr¨¢fico, un embarazo no deseado y el fracaso escolar son el resto de los riesgos considerados como m¨¢s preocupantes.
La frecuencia de actividades compartidas entre padres e hijos es m¨¢s alta en los padres m¨¢s j¨®venes, debido no tanto a un cambio generacional en los h¨¢bitos de conducta como a la mayor vitalidad de los padres con menos anos y al hecho de que sus hijos son todav¨ªa peque?os.
El sexismo es un fen¨®meno estimulado por la educaci¨®n paterna, como se desprende del hecho de que el coser, cocinar, o fregar son tareas que se ense?an en mayor proporci¨®n a las ni?as, mientras. que hacer peque?as reparaciones dom¨¦sticas y arreglos de electricidad son actividades que se ense?an principalmente a los ni?os.
La coexistencia de tres generaciones sigue siendo frecuente en las familias espa?olas. En un 13% de los hogares espa?oles, padres, abuelos e hijos comparten un mismo techo. Adem¨¢s, el 37% de los nietos ve, a sus abuelos a diario mientras el 31% los ve los fines de semana, y en torno al 13% lo. hace una vez al mes o en las vacaciones. S¨®lo un 1% no los ve nunca. Cuando la mujer trabaja, la proporci¨®n de menores que ve a los abuelos a diario aumenta en un 6%.
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