Los ¨²ltimos d¨ªas de El Chacal

La captura de Carlos es objeto de espectaculares titulares en los peri¨®dicos. La verdad , fuera de los mitos creados sobre ¨¦l, es m¨¢s bien pobre. Carlos fue un t¨ªpico terrorista de los a?os setenta cuyos actos de extrema violencia no estaban apoyados en ninguna ideolog¨ªa coherente. Brill¨® al principio y luego sobrevivi¨® en los l¨®bregos, intersticios de la guerra fr¨ªa, y de la tensi¨®n de Oriente Pr¨®ximo. Creemos saber mucho sobre ¨¦l porque su reputaci¨®n estaba inflada, en parte por la prensa y quiz¨¢ por aquellos que deseaban dramatizarla amenaza terrorista y la supuesta mano de Mosc¨². La trascendencia de su captura es m¨¢s hist¨®rica que efectiva. Ha sido probablemente resultado de un astuto negocio de Sud¨¢n o de alguno de los apoyos de Carlos en Oriente Pr¨®ximo. ( ... ) El autosatisfecho ministro franc¨¦s del Interior calific¨® a Carlos ayer como "uno de los m¨¢s peligrosos y conocidos criminales del mundo". (...)Los revolucionarios que combaten en su propia tierra contra un poder opresor pueden defender su posici¨®n. Los actos arbitrarios de terror nunca pueden justificarse. Pero hay otros criminales hoy m¨¢s peligrosos que Carlos, si bien sus nombres son, desgraciadamente, mucho menos conocidos. (...) Narcotraficantes y comerciantes de armas que ahora incluso pueden negociar con material nuclear robado. Puede que a El Chacal le haya llegado su d¨ªa, pero el mundo no es hoy un lugar m¨¢s seguro.

16 de agosto