Aprobada una Constituci¨®n en Argentina que permitir¨¢ a reelecci¨®n de Menem
Redactada la nueva Constituci¨®n de Argentina en los t¨¦rminos acordados por las jefaturas del Partido Justicialista y de la Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR), el arzobispo de Buenos Aires se descolg¨® con una caridad: pensemos en otra Carta Magna para homosexuales y lesbianas, organicemos un cerramiento legal y f¨ªsico donde la homosexualidad conviva a solas, "una especie de pa¨ªs aparte, con mucha libertad". El cristiano envite de Antonio Quarracino fue conocido poco antes de que la Asamblea Constituyente de Santa Fe concluyese ayer sus trabajos. Entre otros art¨ªculos qued¨® enmendado el que imped¨ªa la reelecci¨®n presidencial por una vez. Carlos Menem podr¨¢ repetir mandato en 1995.
La propuesta del arzobispo, que record¨® otras misericordias de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica, se, produc¨ªa horas despu¨¦s de que hubieran sido incorporadas a la Constituci¨®n de 1853 las modifificaciones comprometidas por Menem y al anterior presidente, Ra¨²l Alfons¨ªn, en el Pacto de Olivos del pasado a?o: acortamiento del mandado presidencial de seis a cuatro a?os con una posible reelecci¨®n, creaci¨®n de la figura del primer ministro, segunda vuelta cuando ning¨²n candidato obtenga mayor¨ªa suficiente, fortalecimiento de los poderes legislativo y judicial, eliminaci¨®n del requisito de la confesionalidad para ser jefe de Estado e introducci¨®n de un tercer senador por la minor¨ªa."Ya s¨¦ que me van a acusar de segregaci¨®n", admiti¨® Quarracino, con cierta sorna, en una intervenci¨®n televisiva, "pero ser¨ªa en todo caso, una discriminaci¨®n a favor de la libertad". "Con toda caridad, con toda delicadeza, tambi¨¦n tengo que a?adir que as¨ª se limpiar¨ªa una mancha innoble dentro de la sociedad". La contribuci¨®n del prelado a la modernizaci¨®n de Argentina se efectuar¨ªa as¨ª: "Una zona grande para que todos los gays y lesbianas de Argentina vivan all¨ª y tengan sus leyes, su periodismo, su televisi¨®n y hasta su propia Constituci¨®n".
Dios y la ley
Hacia el norte, se alz¨® otra voz. "Dios no entr¨® en la Constituci¨®n", clam¨® insurrecto el arzobispo de C¨®rdoba, Ra¨²l Primatesta. "Una Constituci¨®n sin Dios es la esclavitud". El purpurado denunciaba la negativa de justicialistas y radicales a votar la inclusi¨®n de una cl¨¢usula expl¨ªcitamente antiabortista y el haber aprobado en su lugar la protecci¨®n de los derechos de la madre y el ni?o desde el embarazo.La Constituci¨®n mantendr¨¢ su vigencia aun cuando actos de fuerza interrumpan el orden constitucional; quienes los protagonicen ser¨¢n inhabilitados para ocupar cargos p¨²blicos. Adem¨¢s del llamado "n¨²cleo de coincidencias b¨¢sicas" acordado por Menem y Alfons¨ªn, la nueva Carta Magna incorpora asuntos de enunciado elemental, adolece de cierta farragosidad en algunos puntos y otros se prestan a doble interpretaci¨®n.
Los nacionales acudir¨¢n con m¨¢s frecuencia a las urnas y el voto seguir¨¢ siendo obligatorio. Entra en juego la segunda vuelta cuando ning¨²n contendiente a la presidencia consiga una mayor¨ªa del 45% o el 40% con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo; el Congreso deber¨¢ atender iniciativas populares si la ciudadan¨ªa as¨ª las reclama y aunque el n¨²mero de firmas no supere el 3% del padr¨®n; habr¨¢ elecciones directas de senadores en todas las provincias y los bonaerenses elegir¨¢n a su alcalde, cargo que antes decid¨ªa el Ejecutivo.
La inclusi¨®n de los decretos de necesidad y urgencia es importante: el Partido Justicialista, en el poder, se felicita por el refrendo constitucional de esta facultad de Gobierno; los radicales sostienen que no debe asustar al haberse acotado su promulgaci¨®n, y el izquierdista Frente Grande presagia grandes males al observar en el Ejecutivo una tendencia al abuso de estos mecanismos de excepci¨®n.
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