"El hombre acaba sorprendi¨¦ndose de lo que puede dar una mujer"
A Paloma O'Shea, de 56 a?os, del signo piscis, esposa de Emilio Bot¨ªn, el banquero m¨¢s famoso de este pa¨ªs, madre de seis hijos y abuela de 11 nietos, "la promotora m¨¢s importante de la m¨²sica cl¨¢sica de Espa?a", seg¨²n Mikel Amigot, el bi¨®grafo nada condescendiente de la familia Bot¨ªn, le duele la imagen que de ella se ha dado a veces de mujer perfecta, distante, de estatua preciosa.Y quiza no le falte raz¨®n. Es, s¨ª, una mujer tenaz, que sabe lo que quiere, sutil, elegante, pero al mismo tiempo idealista, capaz de gustarle su propia soledad, m¨¢s inclinada a hacerse amar que admirar. M¨¢s cuerda de viol¨ªn que de guitarra.
En esta entrevista, en la terraza de su casa de Santander, a las faldas del hotel Real, ante la vista panor¨¢mica de la bell¨ªsima bah¨ªa santanderina, esta "enamorada de la m¨²sica" habla sin remilgos y abre una ventana a los pliegues de su intimidad revelando que est¨¢ a¨²n en camino, buscando, y que le gusta "vivir la vida a borbotones".
Pregunta. Se podr¨ªa decir que su sue?o de brindar a los potenciales talentos musicales espa?ol es la oportunidad de desarrollar su genio selact¨ªmplido tras haber creado primero el Concurso Internacional de Piano de Santander, m¨¢s tarde la Fundaci¨®n Issac Alb¨¦niz, el centro para la preservaci¨®n de nuestro patrimonio en papel y por fin la Escuela Superior de M¨²sica Reina Sof¨ªa. ?Nos prepar¨¢ alguna nueva sorpresa?
Respuesta. S¨ª. Tenemos ya un nuevo proyecto para la creaci¨®n de una escuela de m¨²sica para ni?os. Porque si queremos que no se pierdan posibles genios en este campo, hay que empezar ya desde la primera infancia aunque nos falta vencer a¨²n muchas dificultades.
P. ?Es tan dif¨ªcil para la esposa del banquero m¨¢s poderoso del pa¨ªs?
R. Tiene que saber que la fundaci¨®n carece de patrimonio, pese a que mi situaci¨®n de familia por matrimonio pudiese sugerir lo contrario. La Fundaci¨®n Bot¨ªn, muy anterior a la Fundaci¨®n Alb¨¦niz, tiene otros fines fundacionales. Para algunas cosas concretas no hace falta decir que siempre he contado con el apoyo afectivo y efectivo de mi familia. Aunque tampoco me preocupa ese quebradero de cabeza para buscar medios, porque eso da en consecuencia a nuestra empresa una estabilidad y una independencia, incluso de mi misma persona, que es su mejor garant¨ªa de futuro y hace a la fundaci¨®n m¨¢s libre al contar con el apoyo social.
P. ?De d¨®nde le nace esa pasi¨®n por la m¨²sica?
R. Yo empec¨¦ a estudiar piano muy joven. El amor por la m¨²sica me llev¨® a crear el concurso internacional de piano de Santander. Pero mi asombro fue que los premios se los llevaban siempre extranjeros. Y me pregunt¨¦ c¨®mo era posible que en Espa?a no tuvi¨¦ramos talentos musicales: comprend¨ª que en lo que fall¨¢bamos era en la educaci¨®n.
P. Usted ha dicho que lo hab¨ªa hecho tambi¨¦n "para dar sentido a su vida". Pero me pregunto si una mujer como usted, que lo tiene todo, un marido riqu¨ªsimo y famoso, seis hijos sin problemas y todas las puertas abiertas, necesitaba buscar una nueva realizaci¨®n.
R. Es verdad que hab¨ªa llevado a cabo ya lo m¨¢s importante: hab¨ªa creado una familia feliz. Pero entend¨ª que, tras haber dado el cien por cien a la familia, me quedaba otro cien por cien que pod¨ªa dedicar a la sociedad. Quer¨ªa realizarme tambi¨¦n como mujer, y no s¨®lo como madre, y el haber creado esta segunda familia musical a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Alb¨¦niz ha dado un sentido nuevo a mi vida.
P. Muchas mujeres dicen lo mismo: acabada la funci¨®n de desarrollar a los hijos se sienten solas. ?Es que el matrimonio son s¨®lo los hijos?
R. Bueno, yo creo en la funci¨®n social de la familia. Creo de verdad. Y sigo siendo disponible para todos, ahora hasta para mis nietos, pero quiero realizarme tambi¨¦n como persona, porque en realidad de alg¨²n modo est¨¢s sola en la vida y tienes derecho a vivirla. Adem¨¢s, no hay que darles a los hijos la sensaci¨®n de ser esclava de ellos. Es peor para ellos.
P. Ese deseo de realizarse tambi¨¦n c¨®mo persona y a trav¨¦s de su pasi¨®n por la m¨²sica ?le lleg¨® de repente, como una conversi¨®n de san Pablo?
R. No, quiz¨¢ tuve siempre dentro de m¨ª algo de trascendente. Eso no se improvisa. Fui tomando conciencia poco a poco, y me ha explotado cuando maduraron las circunstancias.
P. ?Hay una m¨²sica distinta para el hombre y la mujer?
R. Quiza hay diferentes sensibilidades para percibirla. El sentido est¨¦tico es inherente a la condici¨®n humana y la facultad que probablemente m¨¢s nos distingue de los dem¨¢s animales dela creaci¨®n. En otras cosas el hombre y la mujer son muy diferentes, por ejemplo, en c¨®mo ven ambos el amor y el matrimonici.
P. ?O sea?
R. La mujer espera m¨¢s del amor, y el hombre acaba sorprendi¨¦ndose de lo que puede dar una mujer.
P. Su marido y usted ?tienen dos gustos musicales distintos?
R. Yo creo que mi marido tiene muy poco tiempo para disfrutar de la m¨²sica.
P. ?Por qu¨¦ cree que la m¨²sica ha sido siempre la menos pol¨ªtica de las artes? ?Cree que la m¨²sica puede contribuir a aumentar la democracia?
R. No entiendo c¨®mo se pueda politizar un arte, aunque s¨ª que ha sido a veces instrumentalizada por el poder. El origen de la m¨²sica nace del pueblo llano, donde est¨¢ la esencia de la democreacia. Lam¨²sica une sin distinci¨®n de clases.
P. P¨®ngale m¨²sica al amor.
R. Chopin, rom¨¢ntico.
P. A un banco.
R. ?A un banco? Nunca se me hab¨ªa ocurrido... Espere... Quiz¨¢ m¨²sica de Bach, que es m¨¢s matem¨¢tica... (Y se r¨ªe a carcacajadas).
P. ?Le da miedo el silencio?
R. No, ni la soledad. No es triste la soledad. A m¨ª me gusta estar sola, aunque en realidad estoy rodeada de gente,que me quiere.
P.?Ha conocido alguna vez la depresi¨®n?
R. No, nunca. La preocupaci¨®n s¨ª, pero creo que deprimida no lo he estado nunca en mi vida.
P. ?Cu¨¢ndo ha llorado la ¨²ltima vez?
R. En la reciente muerte de mi padre.
P. En su familia, ?ha predominado la cultura jesu¨ªtica o la del Opus Dei?
R. Excepto en alg¨²n miembro de familia que ha sido del Opus De?, mi padre y mis hermanos han sido m¨¢s bien jesu¨ªticos. Yo me form¨¦ en las monjas del Sagrado Coraz¨®n, pero a los 14 a?os me fui al extranjero y all¨ª me hice ciudadana del mundo. Yo soy cristiana, pero aprecio igualmente todas las dem¨¢s religiones, y a mis hijos les digo que si un d¨ªa uno me dice que se ha hecho budista y que es feliz me parecer¨¢ muy bien. Ellos me dicen: "Pero qu¨¦ cosas dices, mam¨¢"
P. Si es cristiana, ?no le da a veces miedo lo que Jes¨²s dice en el Evangelio sobre los ricos?
R. Yo estoy de acuerdo que el rico tiene como cristiano grandes responsabilidades. Creo que lo pertinente es no estar apegada a las cosas.
P. Si uno de sus 11 nietos le preguntara: abuelita, ?por qu¨¦ existen ni?os pobres?, ?qu¨¦ le responder¨ªa?
R. Que ¨¦l ha tenido suerte de nacer en una familia en la que no le falta de nada, mientras que a otros les falta todo. Pero que no debe verlo como un privilegio que se ha merecido, ya que pod¨ªa haber nacido en Ruanda y no tener ni qu¨¦ comer. Y que por eso tienen mayor responsabilidad de ser solidarios con los despose¨ªdos. Lo que no quiero es que ignoren la realidad del mundo.
P. ?Le da miedo envejecer?
R. Ninguno. Creo que en la vejez llega la paz y el equilibrio, siempre y cuando hayas tenido una vida llena.
P. No me dir¨¢ que no se gasta dinero en hacerse el lifting.
R. En absoluto. Y a la vista est¨¢. Mire mis arrugas. Y no me preocupan, porque creo que son las se?ales que van dejando tu coraz¨®n y tu vida en tu piel y que pueden estar llenas de armon¨ªa, cosa que se traduce necesariamente en belleza.
P. ?Cu¨¢l es el piropo que m¨¢s le ha gustado de los que le ha echado su marido?
R. ?Uff.. Ten¨ªa la costumbre de silbarme admirativamente en los primeros tiempos de matrimonio.
P. Y a ¨¦l, ?qu¨¦ piropo le echar¨ªa?
R. Es que yo soy muy poco imaginativa.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le gusta de ¨¦l?
R. El tes¨®n que ha tenido toda su vida.
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