?Por fin!

Dicen ustedes en su p¨¢gina de Televisi¨®n / Radio, hablando sobre la ley que reducir¨¢ la publicidad: "... se avecinan malos tiempos para la publicidad en televisi¨®n". Podr¨ªamos cambiarlo a: "... se avecinan buenos tiempos para los espectadores de televisi¨®n". Lamentar¨¦ much¨ªsimo que televisiones privadas se vayan al limbo del fracaso econ¨®mico, y lo lamentar¨¦ por los trabajadores que tengan que adaptarse al famoso paro, no por los accionistas que engordan sus cuentas corrientes gracias al abuso de algunas televisiones privadas, las que siempre acaparan los primeros puestos en ofrecer a sus espectadores inaguantables horas publicitarias tomando como base y pretexto una basura televisiva en forma de programas y pel¨ªculas atroces (lean, de vez en cuando, las cr¨ªticas peliculeras de Antonio Albert, al final de este peri¨®dico; merecedor, el se?or Albert, de un sill¨®n en la real academia de la verdad bien escrita).

Me asombra que empresas y sociedades de prestigio encarguen, una y otra vez, car¨ªsimos anuncios a estas conocidas televisiones privadas, ignorando est¨²pidamente el dato de que casi el 95% de telespectadores conocen el gran adelanto del zapping. Conozco gente que graba algunas pel¨ªculas de estas cadenas privadas, para luego verlas haciendo pasar a gran velocidad el cuarto de hora (y todos los dem¨¢s cuartos de hora) de anuncios, que queda as¨ª convertido en unos pocos minutos de im¨¢genes borrosas e inidentificables.

?Para cu¨¢ndo van a encargar esos anunciantes alguna especie de encuesta real, ver¨ªdica y a escala nacional, y tener, as¨ª, pleno y seguro conocimiento de la verdadera rentabilidad del dinero empleado? Muchos consejos de Administra

Pasa a la p¨¢giria siguiente