Un as¨¦ptico documental hablado

Rodada en v¨ªdeo, y posteriormente pasada a pel¨ªcula para su explotaci¨®n comercial, con muy pocos medios durante una semana, pero montada durante largos meses, Sexo oral queda muy lejos de otros documentales sobre el mismo o similar tema, como por ejemplo Comizi d'amore (1964), de Pier Paolo Pasolini. En buena parte debido a la falta de imaginaci¨®n que denotan tanto su directora y guionista, Chus Guti¨¦rrez, como sus m¨¢s o menos an¨®nimos entrevistados.Con una subrayada monoton¨ªa, Sexo oral se compone de una sucesi¨®n de entrevistas donde se hacen las mismas preguntas a unas cuantas personas sentadas en la misma butaca del mismo piso, entre peque?as pausas donde los pocos miembros del equipo se mueven casi en absoluto mutismo por el mismo entorno acompa?ados de una m¨²sica de fondo con tonalidades africanas.

El resultado es un as¨¦ptico documental totalmente apoyado en la palabra, que adem¨¢s tiene un inter¨¦s muy limitado tanto a niveles l¨²dicos como puramente sociol¨®gicos. Esto se debe al tono superficial con que est¨¢n realizadas las entrevistas, a la homogeneidad de los entrevistados, pertenecientes en su gran mayor¨ªa a la clase media, estar situados en tomo a los 30 a?os y ser en una buena mayor¨ªa extranjeros, suramericanos e italianos, y repetir los mismo sobre el amor y el erotismo con muy escasas variantes, pero un claro y similar pudor.

Un 'corto'

A pesar de durar apenas hora y media, el material no daba para m¨¢s de un cortometraje y resulta especialmente mon¨®tono. Adem¨¢s, Chus Guti¨¦rrez comete el error de ordenar sus entrevistas de forma tem¨¢tica, por lo que resulta a¨²n m¨¢s evidente el tono repetitivo del documental. La distancia siempre existente entre el entrevistado y el equipo que realiza la pel¨ªcula, crea una evidente tensi¨®n, que Chus Guti¨¦rrez no ha querido o no ha podido evitar, produciendo una clara asepsia en las declaraciones recogidas. Por lo que lo mejor de Sexo oral resulta su t¨ªtulo, que denota una imaginaci¨®n y hace esperar un contenido que muy poco o nada tiene que ver con la realidad conseguida.Tras su muy irregular deb¨² en Sublet (1992), dentro del terreno de la ficci¨®n con lejanas referencias autobiogr¨¢ficas, Chus Guti¨¦rrez tampoco demuestra moverse con soltura dentro del terreno documental. Aunque muy posiblemente lo que le ocurre es que necesita m¨¢s medios para hacer cine de los muy paup¨¦rrimos conseguidos en sus dos primeras pel¨ªculas, claro reflejo de la mala situaci¨®n que atraviesa el cine espa?ol, en especial cara a las debutantes.