El grito de Guant¨¢namo: "?Tenemos que ir a Miami!"

M¨¢s de 2.000 balseros cubanos fueron llevados a la base estadounidense de Guant¨¢namo, en la isla de Cuba, el pasado s¨¢bado. A¨²n manten¨ªan la esperanza de llegar a EE UU pese a las advertencias de las autoridades norteamericanas."?Tenemos que ir a Miami!", gritaba uno de los cubanos desde la fragata estadounidense Williams que atracaba en la base al atardecer. "Mi familia est¨¢ en Miami". Cuando supo que permanecer¨ªa en la base indefinidamente, el hombre se encogi¨® de hombros.

El barco traslad¨® a Guant¨¢namo a 797 cubanos. La mayor¨ªa eran hombres j¨®venes, pero tambi¨¦n hab¨ªa algunas mujeres y ni?os e incluso tres beb¨¦s. Todos ellos hab¨ªan sido recogidos de precarias balsas que navegaban por el estrecho de Florida, seg¨²n dijo el capit¨¢n de la fragata. Otros tres barcos estadounidenses llevaron a la base a otros 1.047 cubanos. Ya hay m¨¢s de 11.000 cubanos y 14.000 haitianos alojados en la base. Los marines trabajan contra reloj para aumentar su capacidad a 60.000 plazas.

Una funcionaria del Departamento de Justicia de EE UU, subi¨® a bordo de la Williams para decirles a los balseros que no ir¨ªan a Miami. La mayor¨ªa no pod¨ªa creerlo. "No entienden que no van a EE UU y creen que s¨®lo vienen aqu¨ª de paso", dice la funcionaria. Los estadounidenses afirman que la pretensi¨®n es mantenerlos en Guant¨¢namo indefinidamente.

?ngel S¨¢nchez, de 34 a?os, que lleg¨® a Guant¨¢namo el viernes pasado, no les cree y a¨²n conf¨ªa en llegar a EE UU. Pero los que llevan m¨¢s tiempo en los atestados campos de Guant¨¢namo empiezan a darse cuenta de que est¨¢n atrapados.

"S¨®lo espero que Clinton cambie de idea, dice Irma Morffiz, de 29 a?os, con la voz temblorosa. Antes era profesora de ingl¨¦s en la Universidad de La Habana. Ahora se queja amargamente: "No es justo. Nosotros ya est¨¢bamos en la balsa y no pudimos enterarnos". Dice que ten¨ªa un buen trabajo en La Habana y viv¨ªa c¨®modamente, pero quer¨ªa libertad. Ahora no puede ir a EE UU ni regresar a Cuba.

Jos¨¦ Fern¨¢ndez no se cansa de repetir que los cubanos no pueden permanecer all¨ª indefinidamente. "No es posible; para los ni?os, los ancianos, las embarazadas, no es posible", dice. Sin embargo, seg¨²n afirma el teniente general Mike Williams, ninguno de los cubanos quiere volver a su pa¨ªs.

Tropas estadounidenses reci¨¦n llegadas y voluntarios trabajan d¨ªa y noche para construir barracones para los refugiados que llegan a la base. "Intentan ir un catre por delante de los cubanos", afirma un comandante de la base.