El beb¨¦ ayud¨® a la madre
Una refugiada cubana obtiene permiso para quedarse en EE UU tras dar a luz en Cayo Hueso
El refugiado m¨¢s peque?o de los cubanos huidos de la isla devolvi¨® el domingo pasado a su madre el favor de haberle dado la vida. El beb¨¦ contribuy¨® a que su madre obtuviese la libertad. Susana Libertad Tejeda naci¨® el martes pasado en un hospital de Cayo Hueso.La madre, Judy, de 18 a?os, fue recogida por un guardacostas norteamericano hace una semana despu¨¦s de pasar cuatro d¨ªas en una balsa en el mar. Comenz¨® con los s¨ªntomas del parto tras ser rescatada y tuvo que ser trasladada a Cayo Hueso en helic¨®ptero. La se?orita Libertad naci¨® dos d¨ªas m¨¢s tarde.
Puesto que la ni?a naci¨® en territorio de Estados Unidos se convirti¨® autom¨¢ticamente en ciudadana norteamericana, lo que plante¨® a las autoridades un dilema: el beb¨¦ era norteamericano y no pod¨ªa ser detenido, pero ?qu¨¦ hacer con la madre? Los funcionarios federales de inmigraci¨®n han actuado con claridad tras el cambio de pol¨ªtica de Washington el pasado d¨ªa 18. Ahora, los refugiados cubanos recogidos en el mar sin visado son detenidos y enviados a los centros habilitados para concentrar a los refugiados.
La raz¨®n y los sentimientos humanitarios han prevalecido en el caso de Judy. Una orden procedente del m¨¢s alto nivel en Washington estableci¨® una excepci¨®n a la regla para que la madre y la hija no fuesen separadas. As¨ª, Judy Tejeda ha sido la primera de los m¨¢s de 14.000 refugiados cubanos detenidos en el mar en conseguir la libertad y entrar en EE UU.
"Me siento profundamente agradecida", dijo Judy Tejeda, que el domingo lleg¨® a la casa de su abuela en Hialeah, una ciudad donde predomina la clase trabajadora al norte del aeropuerto internacional de Miami. "Lo ¨²nico que quer¨ªa es que mi beb¨¦ naciese en libertad", a?adi¨®.
Judy asegur¨® que, a pesar de su avanzado estado de gestaci¨®n, decidi¨® subirse a la balsa el pasado d¨ªa 18 para huir de Cuba junto con sus padres, hermanos, un primo y seis personas m¨¢s desde el hogar familiar en Alamar, cerca de la localidad pesquera de Cojimar.
El mismo d¨ªa de la huida fue cuando las autoridades norteamericanas cambiaron su pol¨ªtica respecto a los refugiados cubanos. "Las olas y el agua que entraba en la balsa arruinaron nuestras reservas de alimentos el primer d¨ªa de viaje", cuenta Judy, El d¨ªa 21, domingo, hab¨ªa perdido toda esperanza y tem¨ªa dar a luz en alta mar. Finalmente, ella y sus acompa?antes fueron recogidos por un guardacostas.
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