El aumento del tr¨¢fico, el ruido y las ventas anuncian el regreso de los madrile?os

Vuelve la vuelta. Los madrile?os han empezado a regresar esta semana. Llegan de forma escalonada, y para muchos el viaje termina en un hipermercado donde rellenar la nevera vac¨ªa. El tr¨¢fico aumenta -y seguir¨¢ haci¨¦ndolo hasta la "normalidad" a medidados de septiembre-. La velocidad disminuye. Las aceras ganan en peatones y decibelios. Tambi¨¦n crece la demanda en las consultas de psiquiatr¨ªa. Otra vez en casa. "Hay que intentar que el oasis de las Vacaciones se mantenga en la ¨¦poca laboral", aconseja el presidente de la Asociaci¨®n Madrile?a de Salud Mental.

Agosto ha muerto; viva septiembre. Adi¨®s a las vacaciones masivas. "Ya desde el domingo registramos una fuerte entrada cada d¨ªa a Madrid", dicen en la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT). Y ayer segu¨ªa la t¨®nica, pero sin complicaciones. "Ni un problema para entrar, ni siquiera en la carretera de La Coru?a, que tiene obras", aseguraban a media tarde.En el departamento municipal encargado del tr¨¢nsito detallan: "A mediados de mes, en cada sem¨¢foro de la Castellana hab¨ªa como mucho 10 coches. Esta semana ya hay el doble". "De todas formas, hasta mediados de mes no volver¨¢ la normalidad", a?aden. Y el ruido tambi¨¦n crece. Casi un decibelio m¨¢s en los ¨²ltimos d¨ªas, informa Federico Sim¨®n. Los ruid¨®metros del Ayuntamiento seguir¨¢n registrando la subida.

La normalidad. Y su aluvi¨®n de obligaciones. Las vacaciones de muchos madrile?os acaban a la puerta de un hipermercado. El bronceado se es trella contra el carrito. "Desde el lunes notamos un aumento de clientes. En el aparcamiento de la Vaguada ya no hay huecos", afirma Almudena de Pablo, portavoz de Alcampo.

"Un trauma"

En uno de los establecimientos de esta cadena, Mar¨ªa del Carmen Calzada espera a su marido con el carrito lleno hasta los topes. "Esto de la vuelta es un trauma. Lo llevo mal. Otra vez el trabajo, el colegio, la casa", se lamenta esta funcionaria, que confiesa estar "un poco depre " ..

Rellenar la nevera y organizar la vuelta al cole son los deberes m¨¢s habituales. "El supermercado y los libros de texto tienen un fuerte tir¨®n", confirman en El Corte Ingl¨¦s. Palmira rebusca entre los textos de una tienda abarrotada. Tiene cinco hijos y prepara el colegio de dos. "Otra vez la rutina", se queja esta ama de casa.

Rutina. De estar moreno ponerse negros. "La vuelta tomar contacto con la realidad a veces plantea problemas", se?ala el presidente de la Asociaci¨®n Madrile?a de Salud.Mental, Mariano Hem¨¢ndez Monsalve. Detalla las pegas: "La persona vuelve a encontrarse con situaciones anteriores, que en ocasiones eran ingratas o frustrantes. Adem¨¢s hay un cambio del ritmo de vida y de las relaciones humanas".

Vuelta a casa, regreso a la disciplina. "En vacaciones, los horarios se relajan y hay una liberaci¨®n de las ataduras habituales. Uno se hace la fantas¨ªa de que los problemas desaparecen. Hay una tregua en los conflictos, pero al regresar, la persona se da cuenta de que las hostilidades siguen ah¨ª", se?ala el psiquiatra Hern¨¢ndez.

Septiembre es, seg¨²n sus datos, un momento punta en las consultas de psiquiatr¨ªa, aunque tambi¨¦n hay que tener en cuenta el par¨®n de agosto. "La vuelta al colegio hace que se llenen las consultas de psiquiatr¨ªa infantil", explica Hern¨¢ndez.

El director del Instituto de Salud Mental de Legan¨¦s, Manuel Desviat, coincide en el auge de esta ¨¦poca, comparable al de primavera. "De todas formas son peores las vacaciones de Navidad. Deprimen m¨¢s", asegura.

Por su parte, Hern¨¢ndez destaca que, tras las vacaciones, "llegan los momentos en los que cada uno siente la necesidad de ordenar su mundo. Eso provoca tensiones".

Y es que septiembre se parece cada vez m¨¢s al a?o nuevo. Es un comienzo de curso hasta para los no estudiantes. Con todo, algunos habr¨¢n lamentado las vacaciones. "Hay gente que est¨¢ encantada de volver y que se deprime con las vacaciones, porque pierde su ritmo de vida habitual", se?ala el psiquiatra Hern¨¢ndez.

En el aparcamiento de un h¨ªper, Lola y Txomin est¨¢n contentos. "Ten¨ªamos ganas de volver. Un mes fuera se hace muy largo", dicen rodeados por sus tres hijos. Txomin bromea con la tranquilidad del trabajo que le espera: es profesor de yoga.