Verbena urbana

La fiesta que comenz¨® con el concierto de Red Hot Chili Peppers continu¨® en una inesperada y an¨¢rquica verbena en la sala Rev¨®lver de Madrid de la mano de una de las bandas m¨¢s viscerales, intuitivas y faltas de prejuicios que hayan existido en el mundo del rock, Mano Negra. Bast¨® un s¨®lo mensaje unas horas antes de una radio estatal: ?"Mano Negra esta noche en Madrid y con invitaci¨®n"!, para crear ante la puerta de la sala una de las mayores aglomeraciones que ha sufrido Madrid en sus ¨²ltimos 100 conciertos.Desde la una de la noche hasta casi las cinco de la ma?ana se sucedieron los acontecimientos: dos pases de Mano Negra sobre el escenario, Manu Chao y sus secuaces revolvieron y encresparon. las energ¨ªas renovadas bajo el sol del verano con su m¨²sica ardiente, apasionada y desnuda de artificio. Viejas consignas en estos tiempos y en ese lugar completamente innovadoras, coreadas por toda boca capaz de gritar "el pueblo unido jam¨¢s ser¨¢ vencido" fueron sin duda la actitud m¨¢s incre¨ªble en una ciudad dominada por el esnobismo.

La anarqu¨ªa de los franceses Mano Negra no fue el caos, fue una actitud abierta en la que el p¨²blico tambi¨¦n es el m¨²sico y el escenario un lugar abierto para cualquiera que quiera bailar o saludar. Mano Negra, seis a?os y seis discos, ha conseguido la f¨®rmula perfecta a trav¨¦s de la sensibilidad de Manu Chao,: su imaginaci¨®n desbordante y su amplitud de miras han hecho de su formaci¨®n un mundo mestizo por el que pasan personajes aparentemente absurdos que parecen haber salido de un circo de una manera urgente y vital.