El Sanse enloquece con la hierba

La hierba tuvo efectos casi alucin¨®genos y coloc¨® al San sti se como l¨ªder. En su estreno en un campo con c¨¦sped, el equipo madrile?o se vio transportado a un mundo de ensue?o: goles, espect¨¢culo, liderato... Todo en un solo d¨ªa.Lejos del inc¨®modo campo de tierra de Matapi?oneras, los sanseros desplegaron su mejor f¨²tbol. El nuevo campo tiene sus inconvenientes: el p¨²blico no est¨¢ tan encima de los jugadores, que no reciben el calor de Mam¨¢ Matapi?oneras. Tampoco sirven ese caldito con una gota de jerez, que ayudaba a aliviar las ma?anas de invierno. Pero la hierba el la hierba. Una de las claves de la victoria sansera estuvo en los cortes de bal¨®n. Y es que no es lo mismo dejarse la pierna a base de rasponazos en la tierra que tirarse a los pies de un rival con una alfombra verde como colch¨®n. Los sanseros disfrutaron desliz¨¢ndose por el c¨¦sped: se tiraban al suelo sin miedo, con gusto.

Los cortes a la altura de la l¨ªnea medular permitieron que P¨¦rez Hurtado, un digno sucesor de Prieto, se hartara de dar balones a los hombres en punta. Y ah¨ª es donde entraba en juego la rapidez de Juanele, un ariete habilidoso y eficaz que se estren¨® con tres goles.

La insultante superioridad del Sanse en el segundo periodo acab¨® siendo mal encajada por el ?vila, un equipo a la deriva. Los visitantes optaron por el juego duro y el partido tuvo un tramo final agitado, con tres expulsiones y Jim¨¦nez en la enfermer¨ªa con las marcas de los tacos de Fr¨ªas en la boca. Pero lo importante es el resultado. El Sanse comienza la temporada bien colocado.