La alegria de la recolecci¨®n

Exaltaci¨®n y alegr¨ªa en el frondoso bosque de La Herrer¨ªa. Unas 100.000 personas se congregaron ayer a cuatro kil¨®metros de San Lorenzo de El Escorial para celebrar el d¨ªa de la Virgen de Gracia. Y como es menester en esta romer¨ªa no faltaron rezos, bailes, canciones, comida y bebida. Tambi¨¦n hubo mucha agua, ya que al final de la fiesta cay¨® un tremendo chaparr¨®n que espant¨® a los visitantes procedentes de ?vila, Segovia y Madrid.La romer¨ªa se remonta al siglo XVI cuando los serranos celebraban el fin de la recolecci¨®n. Por entonces, se brindaba por la siembra y se hac¨ªa honor a las numerosas v¨ªrgenes instaladas en las ermitas de la sierra de Madrid. Con el tiempo, la fiesta campestre se olvid¨®. Sin embargo, hace 49 a?os varios vecinos agrupados en una Hermandad de Romeros reconstruyeron la ermita de la Virgen de Gracia. Iniciaron as¨ª la tradici¨®n de bajar a la virgen desde El Escorial hasta el bosque, ubicado en un valle que fue coto de caza mayor de infantes y reyes.

Hoy en d¨ªa la fiesta se ha hecho m¨¢s popular, espl¨¦ndida y radiante, y no ha perdido su vocaci¨®n lit¨²rgica. Seg¨²n Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez Yag¨¹e, de 72 a?os, "la tradici¨®n tiene la ventaja de que se amolda a los tiempos, por eso aqu¨ª perdura y porque los j¨®venes se portan bien y no provocan broncas ni jaleos". Esta romer¨ªa ha sido catalogada de inter¨¦s tur¨ªstico nacional y es la tercera de Espa?a, por detr¨¢s de El Roc¨ªo y las fiestas de And¨²jar.

Con el alba, cientos de vecinos de San Lorenzo se concentraron para rezar el rosario de la Aurora. Para Mar¨ªa Mart¨ªn, una de las devotas, "este acto de fe es solemne y a ¨¦l acude pr¨¢cticamente gente mayor". Luego, a las diez de la ma?ana, estalla el j¨²bilo y tambi¨¦n el fervor. A esa hora se inicia el desfile de las carretas hasta el bosque de La Herrer¨ªa. En una de las elegantes carrozas viaja la Virgen de Gracia con sus faroles y sus doseles y estampas doradas. En el cortejo destacan las carrozas tiradas por bueyes y vacas. Una de ellas es la de la Pe?a Yag¨¹e. Su presidente, Jos¨¦ Ram¨®n Luis, confiesa que se han gastado 100.000 pesetas en alquilar los animales con sus gualdrapas para un d¨ªa. Algunas carrozas reproducen el monumental monasterio, otras una escena campestre. Las hay que tambi¨¦n critican al alcalde porque no quiso celebrar los tradicionales fuegos durante las fiestas.

Al medio d¨ªa, cerca de 100.000 personas deambulaban ya por La Herrer¨ªa, seg¨²n cifras de la Polic¨ªa Municipal. "Es impresionante", comentaba un cabo de la Guardia Civil. Los organizadores de la fiesta s¨®lo lamentaban dos cosas: la instalaci¨®n de puestos de baratijas y los caballos. Seg¨²n Agust¨ªn Cebri¨¢n, de 59 a?os, romero mayor, "s¨®lo deber¨ªan venderse cer¨¢mica y pastas como anta?o y, adem¨¢s, los equinos no deber¨ªan pasar entre el p¨²blico porque pueden provocar alg¨²n accidente".

Es tradici¨®n acudir a la fiesta con el traje t¨ªpico de serrano: ellos, pantal¨®n de pana, faja y boina, y ellas, con sus trapillos, refajos, faldas de pa?o y mandiles. Tambi¨¦n es tradicional bailar la jota y el rond¨®n, mientras la rondalla de la Posada da la nota.

A las seis de la tarde, un tremendo aguacero disolvi¨® a millares de serranos; quienes aguantaron pudieron asistir a uno de los momentos m¨¢s emocionantes: las monjas de clausura salen al arco de entrada del pueblo para cantar la salve y tirar p¨¦talos de rosa a la Virgen de Gracia cuando regresa.

Las pe?as limpiar¨¢n hoy el bosque de los desperdicios acumulados. El a?o pr¨®ximo ser¨¢ el 50 aniversario de la romer¨ªa.